Había considerado que cuando ella dijo "solo puedo ofrecerte mi amistad" y cuando yo acepté ser su amigo se había abierto la puerta que nos dejaría entrar en la vida del otro, o mejor dicho, a dejarme entrar en su vida, pues ella estaba tan metida en la mía como era posible, esperen.. ¿¿De qué estoy hablando??, Nora Hansen no estaba metida en mi vida, ella simplemente era mi vida, y eso hacia que lo que sucedía se volviera más doloroso.
Desde qué aquel café había terminado, desde que ella se había marchado no había vuelto a verla, mis mensajes no eran respondidos y las llamadas jamás fueron aceptadas, en cada fiesta a la que ella había estado invitado yo fui encontrando nada más que su cada vez más familiar ausencia, ella se estaba dedicando a evitarme y le salía malditamente bien, Nora era la chica más difícil de la faz de la tierra.
Y después de tantos rechazos y conversaciones con su grabadora me había acostumbrado, tanto que daba miedo, ¿que había hecho conmigo?, en muchas ocasiones había estado a punto de rendirme, pero eso era perder la única cosa que me recordaba a mi yo anterior y no pensaba dejar que eso pasara, yo amaba a Nora y la haría entenderlo a como diera lugar, así que recurría a la única cosa que me hacia feliz desde los últimos 4 años, los recuerdos, el primer día que la vi, caminando con su mirada puesta en sus pies, su cabello recogido en una coleta y en sus ojos esa condenadas gafas que, debía admitir, me la pusieron dura, maldición, el recuerdo aún lograba hacerlo, oh esa tarde cuando llevaba esas mayas pegadas a sus deliciosas piernas, el sudor en su frente y sus mejillas sonrojadas por el calor y su esfuerzo, jamás entendí que hacia ella en un gimnasio, oh uno de mis favoritos, la tarde del día en que la conocí que la seguí hasta su trabajo, sólo para asegurarme de que ella estaba bien, ¿¿como fui tan ciego entonces??, ¿¿desde cuándo me preocupaba por una extraña de sexi gafas y preciosos ojos azules?? Yo era Oliver Sykes, yo jamás buscaba a las chicas, no hasta que la conocí a ella, entonces buscarla se volvió mi rutina, esa tarde la había seguido hasta su trabajo y había podido colarme por la puerta del personal, cosa que aunque me funcionó me había molestado, como estaba tan desprotegida?, y si alguien peligroso descubriera la facilidad con la que se puede meter?, pero cualquier protestando pensamiento abandonó mi lente en el ponente en que mis ojos captaron a la castaña, llevaba sus auriculares y cantaba a single ladys mientras lavaba los platos sin importarle sí alguien la miraba, reí y negué recargando mi peso en la puerta para disfrutar mejor el espectáculo, su voz no era melodiosa, ni mucho lejos afinada, pero eso no podía importarme menos, era ronca y sexi, y verla desinteresada del mundo me parecía caliente, si, aún me lo parecía, suspiro y sacudo la cabeza dispersando el pensamiento, marco nuevamente su número y este me manda, de nuevo, al buzón, Nora Hansen era difícil, si, pero yo era terco, y no me rendía.
Vuelvo mi atención a la computadora y reviso que todo este en orden antes de mandarme las cuentas a mi padre, cierro la pantalla y me pongo de pie y miro el reloj maldiciendo al darme cuenta de que otro día había pasado, y yo seguía en el mismo jodido escalón en donde me había quedado hacia 4 años, sacudo la cabeza y camino al colest para tomar unos calzoncillos para meterme a la ducha Y hacer algo que sí puedo hacer bien, estoy por entrar al baño cuando mi celular suena, dejo salir el aire y cuando estoy por dejarlo ir a buzón el reflejo de la foto de la remitente me hace saltar hacia la cama rogando alcanzar a responde
—Nora —murmuro agitado y feliz de haberlo logrado.
—te fuiste —dice con voz arrastrada y frunzo el ceño, ella estaba..., —No intentaste detenerme o hacerme cambiar de opi-hi-nión —y su hipo me deja claro que lo esta.
— ¿¿donde estas gafitas?? —cuestiono, estoy preocupado pero no puedo simplemente ignorar sus palabras, "te fuiste" "no intentaste detenerme".
—No te lo diré —asegura y bufo, —yo no quiero verte —asegura y entonces cuelga, no son antes haberme dejado escuchar a Paula, si Paula estaba con ella, Alan debería saber donde se encentaran ambas, me pongo de pie con prisa y mientras me apresuro al auto marco el número de mi primo.
—Ooooliv —responde cantando y aprieto mis manos al volante, enserio Alan, ¿¿estas borracho??, —oliv...oliv...oliv...oliv —repite y suelta una risa como sí acabará de entender un chiste.
—¿Donde estas Alan? —cuestiono intentando mantener la calma, escucho su duda y de pronto odio que este consciente.
—Ella no quiere que tu lo sepas —admite y aprieto el volante, —ella te odia —eso lo dice entre risas y me siento peor, —ella no quiere ver... Mierda, mamá me va a matar —gruñe cuando se escucha un cristal romperse y cuelgo, porque ya donde se encuentra, el hijo de las mil putas hacia hecho una fiesta en casa de mis tíos y no me había invitado, "concéntrate en el punto" me exijo y fijo mi mirada al camino.
~~~~
La música deba a todo volumen desde que giro en la calle de casa de mi tío y mi estómago se revuelve cuando respiró el pesado y sobrecargado de alcohol aire, bajó del auto y coloco la alarma mientras caminó hasta la puerta, maldigo en mi interior y me juró golpear duro a Alan pero no ahora, ahora mi principal y única misión es encontrar a gafitas y asegurarme de que este bien, me trepo al sillón libre y la busco entre todas las cabezas presentes, ni siquiera me parecía seguro que tantas personas se encontrarán presentes en un lugar cerrado, carajo, seguramente habría problemas si no se detenían pronto, ¿¿y si mis tíos decidieran volver antes de tiempo??, ¿¿Y si los vecinos llaman a la policía??, Alan estaría verdaderamente jodido, una carcajada ronca y melodiosa se escucha y sonrío, olvidándome de qué podría salir mal salto del sillón y me apresuro a caminar a donde ella está, parada frente a una copia de la monalisa riendo como si fuese lo más gracioso del mundo, me detengo tras ella y muerdo mi labio interior reteniendo la sonrisa que me nace al verla de era manera, no debería estar feliz pero diablos!!, luce condenada mente adorable.
—Nora —le llamo y la sonrisa se borra de mi rostro cuando la noto tensarse, esta ebria pero sabe quien soy, aún me recuerda, recuerda todo, espero que se giré pero en su lugar intenta alejarse, ella es ágil pero no más que yo, tomo su brazo y la detengo, la giro sobre sus talones y ante su mareo y falta de control sobre el peso de su cuerpo cae contra mi pecho, sus ojos se encuentran conmigo y se que lo que debo hacer, quiero hacer lo mismo que he querido hacer desde que llegó a mi vida, besarla y jamás detenerme, tomo su nuca y la acerco a mi, pero antes de unir nuestros labios ella se inclina y soy bañado de líquido tibio, ella vómito sobre mi.
LAMENTO TODA LA ESPERA!!!
Intentare actualizar con más frecuencia, lo prometo.
Sin embargo déjenme su estrellara y comentario que quiero ver como moriré 🙈❤️
ESTÁS LEYENDO
Obteniendo mi victoria.©
Novela JuvenilSegunda parte de "El que se enamora pierde" -------------------------------------------------------------- Obra registrada en safe creative. NR 1507024547768 Prohibida su copia y/o adaptación. Todos los derechos reservados © 2015