Obteniendo mi victoria.©

13.

                 

Nos separamos con el sonido de mi celular y maldigo, la escucho reír y niego, llevo el aparato a mi oído y la tomo de la cintura acercándola a mi, donde pertenecía.

—¿Qué quieres Alan? -gruño.

—Tenemos un problema -dice y mis alarmas se encienden.

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Todo queda en silencio por unos momentos, nuestras miradas están sobre Leon y Harnold que mantienen sus miradas inclinadas, abro la boca para decir algo que los haga entrar en razón pero la risa de Nora se escucha primero haciendo que ninguno pueda resistirse y nos unimos, las carcajadas suenan puedo asegurar hasta el baño donde Leon y Harnold fueron encontrados en pleno acto sexual, el baño del encargado del bar.

—No puedo creer que lo hayan hecho -dice entre risas Nora y Leon mantiene su mirada en el piso mientras Harnold nos da una mirada indignada.

—Como si ustedes jamás hubieran tenido sexo en el baño de un bar -rechista y reimos aun más.

—Pero no en el baño del dueño -se burla Alan y Harnold se encoje de hombros.

—Ese lugar estaba limpio, no queríamos contraer alguna enfermedad -se excusa de nuevo y volvemos a reír, recordar la cara de indignación del dueño del lugar mientras Harnold usaba esas mismas excusas solo hacía que riera más, Harnold era la persona más cínica del mundo, y por eso me agradaba aun más.

Después de burlarnos lo suficiente de ellos decidimos que era hora de volver a casa, caminamos hasta los autos y nos detenemos para despedirnos, camino hasta la castaña que sonríe se acerca a abrazarme.

—Sueña conmigo -pide y besa mi mejilla antes de girarse y correr hacia el auto donde Paula ya había subido, sonrío y me giro caminando hasta la camioneta de Alan, saco mi celular cuando subo y escribo un mensaje.

''Siempre'' y envío.

El camino a casa es lleno de risas sin creer lo que había pasado, Alan se burla y yo me dedico a molestarlo asegurando que solo estaba celoso, cuando el auto se detiene frente a casa bajo y miro a Alan para agradecerle.

—¿Estas bien? -pregunta y frunzo el ceño, —Con lo de Nora, ¿estas bien? -cuestiona y sonrío, ella había dicho que eramos amigos pero vamos, yo dije lo mismo antes.

—Perfecto -aseguro sonriendo y cierro la puerta, —Gracias hombre -asiente restándole importancia y pone el auto en marcha.

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A la mañana siguiente despierto temprano y con ganas de comerme al mundo, aunque podría comenzar por ella y todo estaría mejor, río ante mi chiste interno y me pongo de pie para ir al gimnasio, tres horas más tarde me dirijo hacia las regaderas para bañarme y justo cuando salgo mi celular suena, su rostro llena la pantalla de mi celular y sonrío.

—Hola Guapa -saludo y la escucho reír.

—Alguien amaneció de buenas -se burla y sonrío.

—Siempre que sueño contigo -aseguro y la siento sonreír, guarda silencio por unos momentos y entonces decido cambiar de tema para que vuelva a su zona de confort, —entonces... ¿sucede algo? -pregunto y ella duda, —dimelo Nora -pido y suspira.

—Necesito un favor -confieza y abrocho mis pantalones.

—Te escucho -aseguro colocándome los tenis.

—Tengo que ir a la biblioteca de la ciudad pero el auto de papá no funciona y Paula no puede llevarme, le he pedido a Harnold per..

—¿Cuándo necesitas ir?

—¿No tienes compromisos?

—No, estoy libre -aseguro y suspira.

—hoy por la tarde, ya salí de clases, solo necesito ir a casa a..

—Espérame allí, paso en  diez minutos -aseguro y corto la llamada, coloco mi camisa y tomo mi mochila para dirigirme al auto, once minutos después me detengo en la entrada y la noto sonreír y acercarse.

—Tarde -bromea y me mira, entonces la tomo del cuello y la acerco para besarla.

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—Pasaré por mis cosas y salgo, ¿de verdad no quieres entrar? -pregunta de nuevo y niego.

—Haré un par de llamadas, aquí te espero -aseguro y asiente, sonríe y se gira corriendo hacia su casa, suspiro y tomo mi celular.

''No podré verte hoy, te mando los avances por la noche.'' Envío a papá y guardo de nuevo el celular, mi pansa gruñe y niego, espero que Nora no haya desayunado aún.

Diez minutos más tarde la castaña sale con una bolsa, jeans pegados a su cuerpo y una blusa sin mangas caminando a prisa hacia mi, en sus manos lleva dos emparedados y quiero besarla ya mismo, y no precisamente por el emparedado.

—Espero que no hayas desayunado -dice y sonrío, me entrega el mío y sube al auto.

—¿Lista? -pregunto y siente sonriendo.

—Lista -afirma y se acerca a besarme, —Si, lista -repite haciéndome reír.