𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔞𝔰 𝔢𝔫 𝔢𝔩 𝔓𝔞𝔰𝔞𝔡𝔬

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La semana siguiente comenzó con un aire de tensión palpable en Hogwarts. Nico, ahora un estudiante de Slytherin, se encontró atrapado entre la creciente competitividad de su casa y la incertidumbre de su propia identidad. Cada día que pasaba, sentía la presión de las expectativas y la curiosidad que generaba su presencia en el castillo. Aunque la idea de que fuera nieto de una figura temida era una sombra que le seguía, había decidido mantener su verdadero legado en secreto.

Nico se esforzaba por mantener un perfil bajo, pero su talento en las clases no pasó desapercibido. Sus habilidades en Defensa Contra las Artes Oscuras, en particular, se destacaron. La profesora de la materia, la imponente y astuta profesora McGonagall, mostró un interés especial en su progreso. Esto, a su vez, despertó la curiosidad de sus compañeros.

-- ¿Quién es realmente ese chico? -- susurró un estudiante de Slytherin durante una clase. -- A veces parece que sabe más que los profesores.

Draco, sentado al lado de Nico, sonrió con orgullo. -- Eso es lo que pasa cuando tienes sangre pura. Pero no te preocupes, Nico. Te haremos un nombre aquí. Nadie olvidará a los di Angelo en Slytherin.

Mientras tanto, la vida social de los estudiantes de Slytherin giraba en torno a las hazañas de sus familias, y aunque las historias del pasado lo rodeaban, Nico quería forjar su propio camino. No deseaba ser solo un reflejo de la historia de otros; anhelaba descubrir quién era realmente.

Un día, mientras se dirigía a la sala común, Nico se encontró con un grupo de estudiantes en el pasillo. Estaban rodeados de libros, hablando sobre la historia de los fundadores de Hogwarts y las leyendas que rodeaban a Slytherin. Se acercó para escuchar, curioso.

-- ¿Sabías que Salazar Slytherin tenía una relación muy cercana con los magos oscuros? -- comentó uno de ellos, con voz intrigante. -- Se dice que su linaje es más poderoso de lo que se pensaba.

Nico sintió un escalofrío recorrer su espalda. Aunque no quería ser parte de esas conversaciones, no podía evitar sentirse atraído por la historia de su casa.

-- ¿Y qué hay de la famosa maldición? -- preguntó otro estudiante, mirando a su alrededor. -- Todos dicen que quien tiene un pasado oscuro está destinado a seguir el mismo camino.

-- No digas eso. -- Draco intervino, alzando la voz. -- Nico no es como los que mencionas. Es su propio hombre.

Agradeció el apoyo de Draco, aunque su mente aún estaba dividida. Las sombras de su pasado se interponían en su camino, y a pesar de su deseo de ser un estudiante ejemplar de Slytherin, se sentía constantemente presionado por el legado que llevaba consigo.

Esa noche, mientras todos los estudiantes se reunían en la sala común, Nico se sintió atraído por una conversación animada en una esquina. Los estudiantes hablaban sobre la próxima prueba de Quidditch, y el ambiente era electrizante. Fue entonces cuando Draco se acercó a él, una sonrisa en su rostro.

-- Escuché que han puesto tus ojos en el equipo de Quidditch. ¿Es cierto? -- preguntó, su tono juguetón.

-- Tal vez. -- Nico se encogió de hombros, sintiendo un poco de emoción al respecto. -- Siempre he querido probar.

-- Perfecto. El capitán del equipo está buscando nuevos talentos. Y con tus habilidades, estoy seguro de que podrías ser un gran buscador. -- Draco le lanzó una mirada calculadora. -- Solo asegúrate de no dejar que te afecten las historias sobre tu familia.

Nico asintió, sintiéndose un poco más confiado. Mientras caminaba por los pasillos, sintió que sus pasos resonaban en el antiguo castillo. Esa noche, decidió salir al jardín para despejar su mente.

El jardín estaba iluminado por la luna, creando un ambiente de tranquilidad. Sin embargo, el silencio fue interrumpido por un susurro que atravesó el aire. Nico giró la cabeza, alerta, y vio una figura oscura moverse entre los árboles. Sin pensarlo, se acercó, sintiendo que una parte de él estaba irremediablemente atraída por la oscuridad.

-- ¿Quién está ahí? -- llamó, su voz resonando en la noche.

La figura se detuvo, revelando una silueta familiar. Era el mismo encapuchado que lo había llevado a Hogwarts. Su rostro estaba oculto, pero había algo reconfortante en su presencia.

-- Has estado bien, Nico. -- dijo la figura, su voz baja y enigmática. -- Es hora de que hablemos sobre tu legado.

Nico sintió un escalofrío recorrer su espalda. -- ¿Qué quieres decir? Estoy aquí para aprender, no para ser parte de tus planes.

-- No se trata de mis planes. -- el encapuchado se acercó, su voz suave pero firme. -- Se trata de lo que eres. El poder de tu sangre, la magia que llevas contigo.

-- No quiero ser un peón en el juego de nadie. -- Nico lo interrumpió, sintiendo que la ira brotaba dentro de él. -- Quiero decidir mi propio camino.

El encapuchado asintió lentamente, como si comprendiera su lucha interna. -- Y eso es exactamente lo que debes hacer. Pero ten cuidado; hay fuerzas en Hogwarts que no son lo que parecen. Los amigos pueden convertirse en enemigos, y el pasado puede volver a acecharte en cualquier momento.

Nico tragó saliva, sintiéndose más confundido que nunca. -- ¿Por qué me dices esto? ¿Qué quieres de mí?

-- Solo deseo que comprendas la verdad detrás de tu legado. No estás solo en esto, Nico. -- La figura se desvaneció en la oscuridad, dejándolo solo en el jardín, con más preguntas que respuestas.

Esa noche, mientras regresaba a la sala común de Slytherin, Nico sintió el peso de las palabras del encapuchado. Había más en su legado de lo que podía comprender. Las sombras de su pasado no solo lo seguían; lo guiaban. Mientras se acomodaba en su cama, las palabras de su abuelo y las advertencias del encapuchado resonaban en su mente.

Hogwarts no solo era un lugar de aprendizaje; era un campo de batalla donde la luz y la oscuridad se enfrentaban, y él estaba en el centro de todo. Su viaje apenas comenzaba, y aunque el camino era incierto, Nico sabía que estaba destinado a descubrir la verdad detrás de su propio nombre.

Mientras cerraba los ojos, la luna brillaba con fuerza, recordándole que, en las sombras, también había luz. Y estaba decidido a encontrarla.

El Último Hijo de la SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora