𝔏𝔞 𝔙𝔦𝔠𝔱𝔬𝔯𝔦𝔞 𝔡𝔢 𝔖𝔩𝔶𝔱𝔥𝔢𝔯𝔦𝔫

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La atmósfera en el Gran Comedor era electrizante. Las mesas estaban decoradas con serpentinas verdes y plateadas, y la emoción era palpable entre los estudiantes. Después de semanas de intensos desafíos, el momento de la verdad había llegado. Nico y Draco, ahora los campeones de Slytherin, se sentaron juntos, sintiendo la presión de representar a su casa ante todos.

Dumbledore se levantó en la cabecera de la mesa, su mirada brillando con orgullo. —Queridos estudiantes, ha sido un honor verlos competir en los Juegos Mágicos de Hogwarts. Este año ha demostrado que, a pesar de los desafíos y los miedos, la verdadera fuerza reside en la amistad y el trabajo en equipo. Ahora, tengo el placer de anunciar que la casa ganadora de este año es... ¡Slytherin!—

Un estallido de aplausos y vítores resonó en el Gran Comedor, mientras los estudiantes de Slytherin se abrazaban y celebraban su victoria. Nico sintió una oleada de emoción mientras los gritos de alegría llenaban el aire. Draco, a su lado, sonreía de oreja a oreja, claramente disfrutando del momento.

—¡Lo logramos, Nico! ¡Slytherin ganó!— exclamó Draco, sus ojos brillando con entusiasmo.

—¡Sí! No lo habría hecho sin ti,— respondió Nico, sintiéndose abrumado por la camaradería que había crecido entre ellos.

Dumbledore levantó la mano, pidiendo silencio una vez más. —Como parte de nuestra celebración, los campeones de Slytherin tendrán la oportunidad de representar a su casa cantando una canción de su elección. ¿Qué han decidido, Nico y Draco?—

Ambos se miraron, y sin necesidad de palabras, supieron que debían elegir algo que simbolizara su amistad y victoria. —Vamos a cantar 'Hall of Fame' de The Script—, propuso Nico con una sonrisa.

—Es perfecto. Representa lo que hemos logrado juntos,— afirmó Draco, sintiendo la adrenalina crecer en su interior.

A medida que se levantaban, la sala se llenó de murmullos de anticipación. Con sus varitas, crearon un pequeño escenario en el centro del Gran Comedor. Nico sintió que el corazón le latía con fuerza mientras tomaban posiciones, y la música comenzó a sonar.

[Draco]
Yeah, you could be the greatest
You could be the best
You could be the King Kong banging on your chest

[Nico]
You could beat the world
You could beat the war
You could talk to God, go banging on his door

Mientras cantaban, la energía en el Gran Comedor creció. Los estudiantes de Slytherin se unieron, aplaudiendo y animando a sus campeones. La música resonaba en las paredes, y todos podían sentir la conexión entre Nico y Draco, un vínculo que se había forjado a través de cada desafío y cada momento compartido.

[Draco]
You could throw your hands up
You could beat the clock
You could move a mountain
You could break rocks

[Nico]
You could be a master
Don't wait for luck
Dedicate yourself and you gon' find yourself

El estribillo resonó en el aire, y el entusiasmo era contagioso. Los estudiantes de Slytherin levantaron sus varitas, creando un espectáculo de luces mientras Nico y Draco continuaban cantando.

[Todos]
Standing in the Hall of Fame!
And the world's gonna know your name!
'Cause you burn with the brightest flame!
And the world's gonna know your name!

La canción continuó, y en ese momento, Nico sintió que todo el esfuerzo y el sacrificio habían valido la pena. Se dio cuenta de que, más allá de la victoria, había algo más profundo: la amistad que había cultivado con Draco. Era un sentimiento que iba más allá de la competencia; era un vínculo que los uniría para siempre.

Al terminar la canción, el Gran Comedor estalló en vítores y aplausos. Dumbledore se unió a la ovación, su sonrisa llena de calidez. "¡Bravo, Slytherin! Han demostrado que el verdadero espíritu de Hogwarts reside en la unidad y el apoyo mutuo. Hoy celebramos no solo una victoria, sino la amistad que han forjado en el camino."

Nico y Draco se miraron, sus rostros iluminados por la alegría. Era un momento que recordarían para siempre, un hito en su viaje juntos.

Mientras tanto por un lado del gran comedor:

No todos estaban contentos con la victoria de Slytherin. En una esquina de la mesa de Gryffindor, Harry, Ron y Hermione se miraban con expresiones de desánimo.

—Esto no puede estar pasando,— murmuró Ron, frunciendo el ceño. —¿Por qué siempre tienen que ganar ellos?—

—Lo hicieron bien, pero no puedo evitar sentir que hay algo raro en todo esto,— comentó Hermione, cruzando los brazos. —No podemos dejar que esto se quede así. Debemos prepararnos para el próximo año.—

El Último Hijo de la SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora