𝔈𝔫𝔱𝔯𝔢 𝔩𝔞 𝔑𝔦𝔢𝔳𝔢 𝔶 𝔢𝔩 𝔙𝔢𝔯𝔞𝔫𝔬

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"¿Saben qué? Hoy me dio la gana y, como además he estado ocupada estos últimos días, les voy a mandar de frente el capítulo 8 con la llegada del invierno (sí, ya saben, Navidad) y luego el verano. ¿Por qué? Pues, porque me quedé sin ideas y, además, mi ayudante también anda escaso de inspiración. Así que si les gusta, genial; y si no... pues, honestamente, no me importa 😎. ¡Gracias por su comprensión! Y aunque faltan 75 días (o depende de cuándo lean esto), ¡les deseo una feliz Navidad, hombre!"


El frío invierno había llegado a Hogwarts. Los paisajes del castillo estaban cubiertos de una capa de nieve blanca que crujía bajo los pies de los estudiantes, mientras el viento gélido soplaba entre las torres y los pasillos. Las luces titilantes de las decoraciones navideñas iluminaban los salones comunes, creando una atmósfera cálida dentro de las antiguas paredes de piedra. Hogwarts, a pesar del invierno, siempre conservaba su magia viva.

Nico y Draco habían pasado meses juntos, forjando una amistad sólida que pocos entendían. Si bien Draco era conocido por su actitud arrogante y despectiva hacia muchos, con Nico era diferente. Se entendían con una mirada, compartían bromas que solo ellos comprendían, y la química entre ambos se había vuelto algo natural, casi inseparable. Habían llegado al punto de conocerse mutuamente en detalle, desde sus miedos más profundos hasta los momentos más triviales del día a día.

El salón común de Slytherin estaba más cálido que nunca, con la chimenea rugiendo suavemente mientras la nieve seguía cayendo afuera. Draco estaba sentado junto a Nico en uno de los sofás frente al fuego, observando cómo las llamas bailaban mientras las festividades navideñas comenzaban a hacerse presentes.

—Parece que todos se preparan para volver a casa —comentó Draco, sin apartar la vista del fuego—. Otro invierno en Malfoy Manor.

—Y tú, ¿quieres irte? —preguntó Nico, recostado contra el respaldo del sofá, jugando con una pequeña figura de sombra entre sus dedos.

Draco dejó escapar una risa seca—. A veces me gustaría quedarme aquí. No todo lo que reluce es oro en la mansión. ¿Y tú? ¿A dónde irás?

Nico giró lentamente la cabeza hacia él, sus ojos oscuros reflejando la luz de las llamas—. A ningún lugar en especial. Ya sabes cómo es... La gente como yo no tiene exactamente un hogar.

Draco guardó silencio por un momento, sintiendo una extraña empatía por las palabras de Nico. A pesar de que Draco venía de una familia rica y poderosa, no podía evitar reconocer en Nico una soledad que él mismo, de alguna forma, entendía. Era algo que los conectaba más de lo que ninguno de los dos admitiría.

El invierno avanzó lentamente, y las festividades navideñas pronto dieron paso a la llegada del verano. El castillo se llenó de despedidas, risas y promesas de reencuentros al próximo curso. Cada estudiante comenzaba a empacar sus maletas, preparándose para regresar a sus respectivos hogares. Pero para Nico, el verano solo significaba una pausa en su misión secreta, y para Draco, una separación temporal de su más reciente aliado.

—Bueno, parece que este es el adiós... por ahora —dijo Nico, alzando una ceja mientras veía a Draco cerrar su maleta.

Draco lo miró de reojo, una sonrisa ladeada en sus labios—. No te preocupes, Angelo. Seguro que el próximo curso traemos más caos a Hogwarts. Slytherin necesita mantener su reputación.

Ambos compartieron una breve carcajada, sabiendo que su amistad era más fuerte que las estaciones o las expectativas de otros.

—Nos veremos pronto, Malfoy —dijo Nico, con una expresión enigmática, antes de desaparecer en las sombras.

El verano había llegado, y con él, un respiro antes de lo que estaba por venir.


"Y si la primera parte que aparece en la historia solo era el prologo, ya que el primer capitulo comienza en la llegada a Hogwarts, por si no sabían solo recalco eso, bueno, buenos días noches, desde donde estén leyendo 🦝"

El Último Hijo de la SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora