día 9 fingering

29 2 0
                                    


Era una tarde típica en la estación de bomberos, llena de risas, camaradería y el sonido ocasional de la alarma que interrumpía la tranquilidad. Buck y Tommy estaban en medio de un turno agotador, pero el ambiente ligero entre ellos hacía que todo pareciera más soportable. Después de un par de horas de entrenamiento, decidieron tomarse un momento para relajarse.

Mientras los demás estaban ocupados, Buck miró a Tommy con una sonrisa traviesa. —“¿Te apetece un descanso? Este lugar puede ser un auténtico caos”, sugirió.

Tommy asintió y ambos se dirigieron al baño, un lugar que a menudo pasaba desapercibido pero que ahora se sentía como un refugio. Una vez dentro, Buck cerró la puerta y se aseguró de que estuvieran solos. La atmósfera cambió instantáneamente, como si el mundo exterior hubiera desaparecido.

—“¿Sabes? A veces me siento como si necesitara escapar de todo este ruido”, dijo Buck mientras se apoyaba contra el lavabo, mirándolo fijamente. La tensión entre ellos era palpable.

Tommy dio un paso más cerca, su mirada intensa y curiosa.— “¿Y qué harías si tuvieras esa oportunidad?” preguntó con una sonrisa juguetona.

Buck no pudo resistir la tentación. Se acercó aún más y atrapó a Tommy en un beso suave pero apasionado. Al principio fue solo un roce, pero pronto se convirtió en algo más profundo, lleno de emoción.

Mientras sus labios se encontraban, Buck sintió cómo Tommy lo atraía hacia él. Sus manos comenzaron a explorar: primero la cintura de Tommy, luego subiendo por su espalda. Tommy respondió acariciando el rostro de Buck con ternura antes de deslizar sus dedos hacia abajo.

La adrenalina del momento los envolvía; sabían que podían ser sorprendidos en cualquier momento. Pero eso solo hacía que cada segundo fuera más emocionante. Buck sintió cómo los dedos de Tommy comenzaron a moverse con confianza, explorando su cuerpo mientras lo mantenía cerca.

Buck dejó escapar un suspiro ahogado cuando sintió los dedos de Tommy deslizándose por su muslo, una caricia suave pero cargada de significado. Era como si cada toque dijera lo que ambos habían estado sintiendo durante tanto tiempo: el deseo, la conexión y el anhelo.

Se miraron a los ojos por un momento; había una mezcla perfecta de diversión y seriedad en sus rostros. Sin romper el contacto visual, Buck llevó las manos hacia el cinturón de Tommy y lo desabrochó lentamente. La emoción crecía entre ellos; cada pequeño movimiento era cuidadosamente calculado pero lleno de pasión.

Mientras continuaban explorándose en ese pequeño espacio cerrado, el mundo exterior parecía desvanecerse. La risa distante de sus compañeros se convirtió en un eco lejano, completamente olvidado mientras se enfocaban solo el uno en el otro.

Tommy finalmente encontró su camino hacia la piel expuesta de Buck, sus dedos recorriendo suavemente su cuerpo mientras lo mantenía cerca. Era una danza delicada entre ellos: cada caricia era una promesa compartida.

Ambos sabían que estaban cruzando una frontera importante; este momento no era solo físico sino también emocional. Era una revelación silenciosa del amor que habían estado cultivando sin darse cuenta.

Finalmente, cuando la necesidad de oxígeno se hizo evidente, se separaron lentamente pero manteniendo las manos entrelazadas. Sus corazones latían con fuerza mientras se miraban con complicidad y sonrisas cómplices.

—Esto fue… diferente”, murmuró Buck con una risa nerviosa.

—Sí”, respondió Tommy, aún sonriendo.— “Definitivamente diferente”.

Se aseguraron de recomponerse antes de salir del baño, sabiendo que su relación había cambiado para siempre en esos pocos minutos robados entre las sombras del fuego.

entrelazados (Tevan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora