Era un día típico en Los Ángeles, donde el sol brillaba intensamente y la ciudad vibraba con energía. Después de una larga jornada de trabajo en el departamento de bomberos, Tommy y Buck regresaron a su acogedor apartamento. Era un espacio que reflejaba su vida juntos: fotos de ellos en acción, recuerdos de viajes y pequeños detalles que contaban su historia.La cocina aún olía a la cena rápida que habían preparado: una pasta sencilla pero deliciosa. Mientras Buck lavaba los platos, Tommy se recostó en el sofá, observando cómo el agua chisporroteaba sobre las manos de su pareja. Había algo atractivo en esa imagen; la forma en que Buck se concentraba en una tarea tan mundana pero lo hacía con un aire de satisfacción. Tommy sonrió para sí mismo, disfrutando del momento.
“¿Qué tal si jugamos a algo?” propuso Tommy, sus ojos brillando con picardía.
Buck se volvió, secándose las manos con una toalla. “¿A qué tienes en mente?”
“Un juego de roles. Uno de nosotros actúa mientras el otro observa. Puede ser divertido.”
“Suena interesante,” dijo Buck, levantando una ceja con curiosidad. “¿Quién empieza?”
Tommy decidió ser el “observador” primero. Se acomodaron en el sofá, y Buck comenzó a moverse por la casa como si todo fuera un espectáculo diseñado solo para él. Se puso una camiseta más ajustada y empezó a realizar tareas cotidianas: organizando la sala, sacando la basura y limpiando un poco.
Cada movimiento de Buck era un deleite para Tommy; lo veía con atención, admirando la forma en que sus músculos se tensaban bajo la tela mientras alcanzaba los estantes más altos o se agachaba para recoger algo del suelo. Había una elegancia natural en él que lo hacía aún más atractivo.
“¿Cómo te sientes siendo el observador?” preguntó Buck sin dejar de hacer sus cosas.
“Es… fascinante,” respondió Tommy, sintiéndose un poco travieso. “Nunca me había dado cuenta de lo sexy que puedes ser al hacer tareas normales.”
Buck soltó una risa alegre y continuó con su actuación. Se movió hacia la ventana para abrirla y dejar entrar un poco de aire fresco, dejando que el sol iluminara su figura aún más. En ese momento, Tommy sintió un cosquilleo en su estómago; no solo estaba disfrutando del espectáculo, sino también del vínculo que compartían.
Cuando llegó el momento de cambiar los papeles, Tommy se sintió un poco nervioso pero emocionado por mostrarle a Buck su lado más divertido y despreocupado. Se puso una camiseta amplia y comenzó a moverse por la casa mientras Buck le observaba desde el sofá.
“Ahora es mi turno,” dijo buck con una sonrisa juguetona mientras empezaba a bailar torpemente al ritmo de una canción que sonaba en su mente.
Buck no pudo evitar reírse mientras observaba cómo Tommy intentaba ser gracioso; cada movimiento era descoordinado pero lleno de energía. A medida que Tommy pasaba por diferentes áreas del apartamento —intentando cocinar algo simple, jugando con un gato imaginario— sentía la libertad de actuar sin restricciones.
El ambiente era ligero y lleno de risas, pero había una tensión palpable entre ellos que crecía lentamente. Cada mirada cómplice y cada risa compartida aumentaban la intimidad del momento.
Después de un rato, ambos decidieron tomar un descanso y se acomodaron juntos en el sofá, riendo por lo absurdo del juego. Sin embargo, había algo más profundo que estaba surgiendo entre ellos; era como si este simple acto hubiera destapado emociones ocultas.
“¿Sabes? Esto fue más divertido de lo que pensé,” dijo Buck mientras acariciaba suavemente el brazo de Tommy.
“Definitivamente deberíamos hacerlo más seguido,” respondió Tommy, sintiendo cómo su corazón latía más rápido ante el contacto.
De repente, Buck se inclinó hacia adelante con una mirada traviesa en sus ojos. “Quizás deberíamos llevarlo al siguiente nivel…”
Tommy levantó las cejas intrigado. “¿A qué te refieres?”
Buck sonrió ampliamente y dijo: “Podríamos grabar algunas partes… como recuerdos.”
Tommy sintió una mezcla de emoción e inquietud al pensar en capturar esos momentos íntimos entre ellos. Pero también le encantó la idea; era como abrir una puerta a nuevas experiencias juntos.
Mientras buscaban su teléfono para grabar algunos clips divertidos del juego improvisado que habían creado, las risas pronto se transformaron en miradas profundas y cómplices. La atmósfera cambió lentamente; ya no era solo diversión inocente.
Con cada grabación, capturaban no solo sus risas sino también esos momentos furtivos llenos de deseo: cuando uno miraba al otro con admiración o cuando las manos se rozaban accidentalmente mientras intentaban encuadrar la toma perfecta.
Finalmente, después de varias tomas graciosas y momentos sinceros compartidos frente a la cámara, ambos se sentaron exhaustos pero satisfechos. La conexión entre ellos era palpable; cada risa había acercado aún más sus corazones.
“Esto ha sido increíble,” dijo Tommy mientras revisaban las grabaciones juntos.
“Sí,” respondió Buck suavemente. “Y creo que esto es solo el comienzo.”
La noche avanzó mientras continuaban explorando esa nueva dinámica entre ellos. Con cada broma compartida y cada mirada intensa, estaban creando recuerdos imborrables juntos: dos bomberos enfrentándose no solo al fuego en su trabajo diario sino también a las llamas del amor en su hogar.
Así fue como aquella tarde calurosa se convirtió en un hito significativo en su relación: un recordatorio brillante de que siempre hay espacio para explorar nuevas facetas del amor y la intimidad entre ellos.
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entrelazados (Tevan)
Fiksi PenggemarKinktober de Tommy y buck ¡Este mes me lanzo a dos retos creativos! Espero que mis ideas no se escapen como mis calcetines en la lavadora. ¡Vamos a ver qué sale de esto!