día 21 somnophilia

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Tommy siempre había sentido una atracción intensa hacia Buck, su compañero de aventuras. Habían pasado por tantas cosas juntos que su relación había evolucionado de la amistad a algo más profundo. Sin embargo, había algo que Tommy nunca se había atrevido a confesar: su fascinación por los momentos en los que Buck se sumía en el sueño.

Una noche, después de un largo día de misiones y risas, Tommy y Buck se acomodaron en el sofá de su apartamento. La luz suave del atardecer entraba por la ventana, llenando el espacio con un tono cálido. Buck, agotado, se dejó caer en el sofá y cerró los ojos. Tommy no pudo evitar mirarlo; había algo tan vulnerable y hermoso en él mientras dormía.

Mientras observaba a Buck, Tommy sintió una mezcla de emociones. La paz en el rostro de Buck lo atraía como un imán, y no podía evitar pensar en lo que significaría acercarse a él en ese estado. Con cada respiración tranquila de Buck, Tommy se sentía más cautivado por la idea de estar cerca de él, incluso si eso significaba cruzar una línea.

A medida que las horas pasaban y la oscuridad envolvía el apartamento, Tommy luchaba contra sus pensamientos. Sabía que no podía actuar sin consentimiento, pero las fantasías comenzaron a fluir en su mente. Se imaginó acariciando el cabello de Buck suavemente o dejando un beso ligero en su frente mientras dormía.

Finalmente, la curiosidad pudo más que su miedo. Se acercó lentamente a Buck y se sentó a su lado. El sonido suave de la respiración de Buck lo envolvía como una melodía tranquilizadora. Tommy extendió su mano y acarició suavemente la mejilla de Buck con el dedo pulgar. Buck murmuró algo en sueños, pero no despertó.

Tommy sintió un cosquilleo recorrerle la columna vertebral; estaba tan cerca de lo que siempre había deseado. A medida que continuaba acariciando el rostro de Buck, sentía cómo sus propias inseguridades se desvanecían lentamente. En ese momento, todo parecía posible.

Se inclinó un poco más cerca y le dio un beso suave en los labios; apenas fue un roce, pero fue suficiente para hacer que su corazón latiera con fuerza. En ese instante, Tommy supo que había cruzado una línea; había robado un momento que nunca habría sido suyo si Buck estuviera despierto.

Sin embargo, no podía resistirse a la tentación. Continuó explorando esos momentos robados: besos suaves, caricias delicadas. Cada acción estaba llena de amor y deseo reprimido, pero también de miedo e incertidumbre sobre lo que podría pasar si Buck despertara.

Cuando finalmente se dio cuenta del tiempo que había pasado, decidió retirarse antes de ir demasiado lejos. Se acomodó en el sofá al lado de Buck y cerró los ojos, sintiéndose satisfecho pero también angustiado por lo que había hecho.

Al despertar por la mañana, Buck sonrió al ver a Tommy dormido a su lado. Había algo diferente en el aire; una conexión renovada entre ellos. Sin saber exactamente qué había pasado mientras dormía, Buck sintió una calidez en su pecho al mirar a su amigo.

Tommy despertó poco después y se encontró con la mirada curiosa de Buck. —"¿Dormiste bien?", preguntó Buck con una sonrisa traviesa.

Tommy sonrió nerviosamente, sintiendo cómo sus mejillas se sonrojaban al recordar lo ocurrido durante la noche. —"Sí... creo que sí", respondió evasivamente.

Buck inclinó la cabeza ligeramente, como si pudiera leer los pensamientos ocultos detrás de los ojos de Tommy. —"¿Tienes algo en mente?", preguntó suavemente.

Tommy sabía que debía ser honesto sobre sus sentimientos; era hora de abrirse completamente a Buck sobre lo que había sentido esa noche y cómo esos momentos robados habían cambiado todo para él.

entrelazados (Tevan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora