Era una tarde tranquila en la ciudad, y Tommy había decidido pasar por el apartamento de Buck después de una larga semana de trabajo. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas, iluminando el espacio con un brillo cálido. Buck estaba en la cocina, preparando algo para comer, cuando escuchó el timbre.
“¡Hey, Tommy! ¡Pasa!” gritó Buck mientras se secaba las manos en un paño. La sonrisa en su rostro se amplió al ver a su amigo entrar.
Tommy sonrió, sintiéndose al instante más relajado. “Traje unas cervezas. Pensé que podríamos hacer una noche de películas,” sugirió mientras dejaba las latas sobre la mesa.
“Perfecto, solo necesito un par de minutos más,” respondió Buck mientras comenzaba a calentar algo en la estufa.
Mientras esperaban, la conversación fluyó entre bromas y recuerdos compartidos. Sin embargo, había una tensión palpable que ambos sentían pero que no se atrevían a mencionar. A medida que la comida se cocinaba, Tommy no pudo evitar notar cómo la camiseta de Buck se ajustaba a su cuerpo, acentuando su figura y haciendo que su estómago se notara ligeramente abultado por lo que había comido antes.
Una chispa de deseo recorrió a Tommy en ese instante. Era una sensación extraña, pero tentadora. Se encontró mirándolo más de lo habitual, admirando cada detalle: los músculos de sus brazos mientras movía las cacerolas, el brillo en sus ojos cuando reía.
Buck finalmente sirvió la comida y ambos se sentaron a disfrutarla, riendo y compartiendo historias sobre sus días. Pero la atención de Tommy seguía volviendo al pequeño bulto en el estómago de Buck. Era algo tan simple y natural, pero para Tommy era hipnotizante.
Después de comer y beber algunas cervezas, decidieron ver una película. Se acomodaron en el sofá, con Buck recostado contra los cojines y Tommy sentado a su lado. La película comenzó, pero pronto Tommy se dio cuenta de que no podía concentrarse en lo que estaba sucediendo en pantalla; estaba demasiado distraído por la cercanía de Buck.
La forma en que su cuerpo se movía sutilmente al reírse o al ajustar su posición hacía que cada vez se sintiera más atraído por él. En un momento dado, cuando Buck se recostó un poco más hacia él, Tommy sintió un impulso irresistible.
“Buck…” comenzó tímidamente.
“¿Sí?” preguntó Buck con curiosidad.
“¿Puedo… tocarte?” La pregunta salió más suave de lo que esperaba. Había una mezcla de nerviosismo y deseo en su voz.
Buck lo miró durante un segundo que pareció eterno antes de responder: “Claro.”
Tommy tomó una respiración profunda y extendió la mano hacia el estómago de Buck. Al principio fue un toque ligero, casi como si temiera asustarlo. Pero cuando sus dedos hicieron contacto con la suave tela de la camiseta y sintió el calor del cuerpo debajo, supo que había cruzado una frontera nueva entre ellos.
El bulto era evidente ahora; no era solo el resultado de una comida copiosa sino también del deseo acumulado entre ellos. A medida que sus dedos exploraban lentamente el contorno del estómago de Buck, este cerró los ojos y dejó escapar un suspiro profundo.
“Eso… se siente bien,” murmuró Buck mientras inclinaba levemente su cuerpo hacia adelante para acercarse más a Tommy.
La tensión entre ellos creció como una llama avivada por el viento; cada toque era electrizante. Tommy comenzó a acariciar suavemente el abdomen abultado de Buck, disfrutando del contraste entre lo suave y lo firme bajo sus manos.
“Me gusta cómo te ves así,” confesó Tommy sin poder contenerse. “Es… atractivo.”
Buck abrió los ojos y sonrió con picardía: “¿De verdad? Nunca pensé que eso podría ser algo atractivo.”
Tommy asintió fervientemente. “Sí… es sexy.” Con cada palabra que salía de su boca, sentía cómo sus propios deseos crecían más intensamente.
Buck tomó la mano de Tommy y la llevó hacia su pecho. “Si te gusta esto… ¿qué tal si exploramos más?” sugirió con voz grave y seductora.
La propuesta hizo que el corazón de Tommy latiera con fuerza mientras dejaba caer toda inhibición. Se inclinó hacia adelante y besó suavemente a Buck; fue un beso tierno pero lleno de promesas ocultas.
A medida que sus labios se movían juntos, el deseo creció hasta convertirse en necesidad ardiente. Las manos de Tommy comenzaron a explorar más allá del abdomen abultado; acarició los costados firmes antes de aventurarse hacia atrás hasta encontrar la base del pecho muscular.
Buck dejó escapar un gemido bajo mientras sentía cómo las manos curiosas de Tommy recorrían su piel. “Tienes idea de lo que estás haciendo…” murmuró entre besos.
“Solo dejándome llevar,” respondió Tommy con sinceridad mientras continuaba explorando cada centímetro del cuerpo expuesto ante él.
El ambiente estaba cargado con una mezcla perfecta entre deseo y complicidad; cada roce era como una chispa encendiéndose entre ellos. El tiempo pareció detenerse mientras ambos se entregaban al momento sin reservas ni miedos.
Finalmente, después de perderse entre besos apasionados y caricias suaves durante lo que pareció ser horas, ambos supieron que habían cruzado una línea irreversible: no solo eran amigos compartiendo una noche tranquila; habían descubierto algo mucho más profundo entre ellos.
La conexión era intensa y real; estaban listos para explorar juntos todo lo que vendría después… sin miedo ni dudas sobre lo que significaban el uno para el otro.
Tarde pero aquí está
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entrelazados (Tevan)
FanfictionKinktober de Tommy y buck ¡Este mes me lanzo a dos retos creativos! Espero que mis ideas no se escapen como mis calcetines en la lavadora. ¡Vamos a ver qué sale de esto!