entrelazados (Tevan)

día 15 lingerie

Era una noche tranquila en la casa de Buck. Las luces estaban atenuadas y una suave música sonaba de fondo. Había estado pensando en cómo sorprender a Tommy, especialmente después de todas las pequeñas cosas que habían compartido últimamente. La idea de usar algo inesperado lo emocionaba y le hacía sentir un cosquilleo en el estómago.

Después de pensarlo mucho, Buck decidió que iba a usar lingerie para Tommy. No era algo típico entre ellos, pero sabía que a Tommy le encantaba cuando Buck se atrevía a ser diferente. Así que, con un toque de nerviosismo y emoción, se dirigió a la tienda más cercana y eligió unas piezas que le parecieron perfectas: una especie de conjunto que combinaba un bralette negro con detalles en encaje y unas braguitas coordinadas. Era elegante y sexy, pero también cómodo.

La noche llegó y Buck se preparó meticulosamente. Se duchó, se puso su loción favorita y se arregló el cabello. Cuando se miró al espejo, sintió una mezcla de inseguridad y emoción; nunca había hecho algo así antes. Pero estaba decidido a hacer feliz a Tommy.

Mientras esperaba, la anticipación lo llenó de energía. Finalmente, escuchó el sonido familiar del auto de Tommy aparcando frente a su casa. Su corazón latía rápidamente mientras se preparaba para recibirlo.

Tommy entró con su típica sonrisa encantadora, pero al notar el ambiente especial que Buck había creado, su expresión cambió a una mezcla de sorpresa y curiosidad.

—¡Wow! —exclamó Tommy—. ¿Qué está pasando aquí?

Buck sonrió nerviosamente y le hizo un gesto para que se acercara. —Quería sorprenderte...

Tommy frunció el ceño divertido, mientras Buck se daba la vuelta para mostrarle su atuendo. Cuando finalmente se dio la vuelta, vio a Buck con el conjunto de lingerie que había elegido. El encaje negro resaltaba sus músculos y su figura tonificada de una manera que lo hacía ver increíblemente atractivo.

Tommy quedó completamente boquiabierto. —Buck... ¡esto es increíble! —dijo sin poder contenerse—. Te ves... ¡jodidamente sexy!

Buck sintió un calor recorrerle todo el cuerpo al escuchar esas palabras. No estaba seguro si estaba listo para la reacción de Tommy, pero ver su expresión le dio confianza.

—¿De verdad te gusta? —preguntó Buck con una sonrisa tímida.

—¿Te gusta? —respondió Tommy mientras se acercaba lentamente—. Me encanta. Siempre he pensado que deberías mostrarte más así.

Tommy tomó suavemente la cintura de Buck y lo atrajo hacia él. La cercanía hizo que ambos sintieran esa chispa eléctrica entre ellos. Buck podía sentir cómo la respiración de Tommy se aceleraba mientras lo miraba fijamente.

—Esto es tan inesperado —murmuró Tommy—, pero me encanta cada instante.

Buck sonrió ampliamente mientras sus ojos brillaban con emoción. No podía creer lo bien que se sentía ser admirado así por Tommy.

Sin pensarlo dos veces, Tommy inclinó su rostro hacia el de Buck y lo besó suavemente. Fue un beso dulce al principio, pero rápidamente se intensificó mientras ambos exploraban la conexión entre ellos. El sabor del labio superior de Buck era distinto por el piercing y eso solo aumentó la pasión del momento.

Tommy rompió el beso solo para murmurar: —Eres tan sexy en esto... no puedo resistirme.

Buck sintió mariposas en el estómago al escuchar eso. La confianza que sentía en ese momento era indescriptible; sabía que había tomado la decisión correcta al atreverse a ser vulnerable ante Tommy.

Con una sonrisa traviesa, Tommy tomó las manos de Buck y las guió hacia su pecho. —¿Sabes qué? Creo que deberíamos continuar esta noche... ¿qué opinas?

Buck asintió sin dudarlo; no podía esperar a ver hasta dónde los llevaría esa noche juntos. Se dejaron llevar por la pasión, explorando cada rincón del deseo compartido entre ellos.

La música seguía sonando suavemente mientras ambos se sumergían en un mundo donde solo existían ellos dos: Buck en su lingerie seductor y Tommy admirando cada detalle con devoción infinita.

Esa noche no solo fue sobre el atuendo; fue sobre la conexión profunda entre dos hombres que se amaban tal como eran, celebrando cada aspecto de sí mismos sin miedo ni reservas.