especial de Halloween

35 3 2
                                    


Era la noche de Halloween, y la luna llena iluminaba el cielo con una luz plateada. Evan estaba emocionado, su corazón latía rápido mientras miraba por la ventana, esperando a que su papá Buck llegara. Era una de las primeras veces que saldría a pedir dulces y quería que todo fuera perfecto.

—Papá Tommy, ¿crees que papá Buck llegará a tiempo? —preguntó Evan con su disfraz de pequeño monstruo, sus ojos brillando de anticipación.

Tommy sonrió mientras ajustaba su propio disfraz de vampiro. —Claro que sí, Evan. Sabes que siempre hace lo posible por estar aquí en Halloween. Además, ¡tenemos que asustar un poco a la gente!

Justo en ese momento, se escuchó el sonido característico de una puerta abriéndose. Evan corrió hacia la entrada y allí estaba Buck, con un disfraz espectacular de hombre lobo, acompañado por su sobrina Jee Jun, que llevaba un adorable disfraz de calabaza.

—¡Papá Buck! —gritó Evan mientras se lanzaba a abrazarlo—. ¡Estás aquí!

Buck rió y lo levantó en brazos. —¡Por supuesto! No podía perderme esta noche especial. ¿Listos para pedir dulces?

Jee Jun se acercó a Tommy y le dijo con una sonrisa: —Tío Tommy, me gusta tu disfraz. ¡Eres un vampiro muy aterrador!

—Gracias, Jee Jun —respondió Tommy con una sonrisa divertida—. Pero no te preocupes, solo muerdo en Halloween.

El grupo se preparó para salir a la noche oscura. Las calles estaban adornadas con luces parpadeantes y decoraciones espeluznantes. La emoción llenaba el aire mientras caminaban juntos.

Mientras recorrían el vecindario, comenzaron a escuchar risas y gritos lejanos. De repente, un grupo de niños disfrazados corrió hacia ellos gritando: “¡Dulces o trucos!”. Fue entonces cuando Evan tomó la mano de Jee Jun y le dijo: —¿Te imaginas si encontramos alguna casa embrujada?

Buck se inclinó hacia ellos y dijo en voz baja: —Cuentan que hay una casa al final de la calle donde vive una bruja muy amistosa… pero también dicen que tiene un gato negro que puede hacer magia.

Jee Jun miró a Evan con ojos llenos de asombro. —¿De verdad? ¡Quiero verlo!

Tommy se rió y agregó: —Bueno, si llegamos hasta allí, prometo que yo me encargaré del gato negro.

Con cada casa que visitaban, los dulces se acumulaban en sus bolsas y las risas llenaban la noche. Pero cuando llegaron a la casa misteriosa al final de la calle, el ambiente cambió ligeramente; el viento soplaba más fuerte y las sombras parecían bailar.

—¿Deberíamos tocar? —preguntó Evan con un poco de temor.

Buck se agachó y le dijo: —A veces lo más aterrador es lo más divertido. Vamos juntos.

Con valentía, todos tomaron un respiro profundo y tocaron la puerta. Al abrirse lentamente, una figura alta apareció en el umbral: era la bruja amistosa con su gato negro en brazos.

—¡Feliz Halloween! —dijo ella con voz melodiosa—. ¿Venís por dulces o trucos?

Evan sonrió ampliamente mientras Buck bromeaba sobre tener cuidado con los trucos del gato negro. La bruja les ofreció dulces mágicos que brillaban en la oscuridad.

Al final de la noche, mientras volvían a casa bajo el cielo estrellado, Evan sintió que había vivido una aventura inolvidable junto a su familia. Con cada dulce en su bolsa y cada risa compartida, entendió que Halloween no solo era sobre disfraces o caramelos; era sobre crear recuerdos aterradores pero hermosos.

Y así concluyó su mágica noche: llena de dulces, risas y un toque de misterio.

---
Feliz Halloween 🎃

entrelazados (Tevan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora