Capítulo-13

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Valentina entró a su casa después de un largo día en la universidad, sintiendo una mezcla de emociones desde su último encuentro con Haiden. No había dejado de pensar en él ni un segundo desde el beso que compartieron y si encuerto en la playa que fue inolvidable. Aunque había intentado concentrarse en sus estudios y en sus responsabilidades, Haiden siempre ocupaba su mente.

Sin embargo, en cuanto cruzó la puerta principal, notó algo extraño en el ambiente. La casa estaba en silencio, pero la tensión se sentía en el aire. Al entrar al salón, encontró a sus padres, Max y Sofía, sentados uno frente al otro. Sus expresiones serias y severas le hicieron saber que algo no iba bien.

—Valentina, necesitamos hablar contigo —dijo su padre, con un tono autoritario que no usaba a menudo, lo que solo aumentó la incomodidad que sentía.

Valentina se detuvo, el corazón latiendo rápido. Sabía que algo estaba mal, pero no tenía idea de qué se trataba.

—¿Qué ocurre? —preguntó, tratando de mantener la calma, aunque una sensación de alerta comenzaba a crecer en su pecho.

Sofía se levantó y cruzó los brazos, mirando a su hija con desaprobación.

—Hoy, durante el almuerzo con unos amigos, surgieron ciertos rumores... rumores que no podemos ignorar. Nos dijeron que te han visto con un chico... uno de clase baja. —Su madre pronunció las últimas palabras con una mezcla de incredulidad y desdén.

Valentina sintió cómo el color se le escapaba del rostro. Sabía que en algún momento esto podría suceder, pero no esperaba que fuera tan pronto. No esperaba que esos rumores llegaran a sus padres de esa manera, y mucho menos que causaran una reacción tan fuerte.

—¿Qué tan cierto es eso, Valentina? —intervino su padre, con el ceño fruncido. —¿Es cierto que estás saliendo con alguien como... él?

Valentina apretó los labios, su corazón martilleando en su pecho. Sabía que no podía ocultar la verdad, pero también sabía que sus padres no entenderían. El mundo en el que ellos vivían era demasiado diferente, demasiado controlado por las apariencias y las expectativas sociales.

—Papá, mamá... no es como ustedes piensan. Haiden no es... no es lo que dicen los rumores. Es un buen chico. —Su voz era firme, aunque temía la reacción de sus padres.

Max se levantó de su silla, visiblemente molesto. Su rostro mostraba una mezcla de decepción y frustración que Valentina rara vez había visto en él.

—¿Un buen chico? —repitió, casi escupiendo las palabras. —¡Es un don nadie! ¡Un pobre que no tiene futuro, ni dinero, ni posición! ¿Te das cuenta del daño que esto puede hacer a nuestra reputación? ¿Te das cuenta de cómo esto puede afectar todo lo que hemos construido como familia?

Las palabras de su padre le dolieron más de lo que esperaba. Valentina había crecido en un mundo donde la riqueza y el estatus lo eran todo, pero ella había comenzado a ver más allá de eso. Sin embargo, en ese momento, se dio cuenta de lo profunda que era la brecha entre su visión y la de sus padres.

—¡Esto no se trata de reputación, papá! —respondió Valentina, levantando la voz por primera vez. —Se trata de cómo me siento. Haiden no es solo "un pobre". Es una persona que ha pasado por mucho, que lucha todos los días para salir adelante. Y sí, lo estoy viendo. Estoy saliendo con él, porque me importa.

Sofía, que hasta entonces había permanecido en silencio, intervino con una mirada de preocupación.

—Valentina, cariño, entiendo que quieras experimentar y vivir cosas nuevas, pero esto no es solo una aventura. Es un error. Ese chico no es para ti. Tú mereces estar con alguien de tu nivel, alguien que pueda ofrecerte estabilidad, una vida digna. No puedes arriesgarte de esta manera.

"Entre dos mundos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora