Madeleine Davis
Ya estaba en la habitación con mi pijama, pero Aidan aún no volvía y eso me preocupó.
Me acerque a la puerta y cuando la abrí me encontré a Aidan.
—te iba a ir a buscar— lo deje pasar a nuestra habitación.
—tuve una platica muy reveladora con Frank— se quitó la corbata y luego el saco.
—¿y de que hablaron?— me senté en la orilla de la cama viendo como se desvestia para ponerse su pijama.
—¿qué hicieron en su recorrido por Madrid?— fruncí mi ceño ante la pregunta, cabe mencionar que no me miraba.
—visitamos algunos museos, casas históricas... y terminamos comiendo en un restaurante de ahí cerca— le resté importancia pero aún no entendía su inquietud.
—¿y que comiste?— todavía no entendía a que quería llegar con tanta pregunta.
Así que hice lo mismo que él —¿qué tal te fue en el trabajo?—.
Se dio la vuelta y estaba enojado— no me cambies el tema, Madeleine— no entendia su molestia, me puse de pie.
—¿qué te pasa? ¿Por qué estas tan molesto?— me cruce de brazos.
—¿estuviste coqueteando con otro hombre?— me tomó de los brazos.
Lo empuje para que me soltara— que pregunta tan estúpida— dije molesta.
—¡responde lo que te pregunté!— alzaba la voz.
—¡por supuesto que no! ¡estoy casada!— enseñé mi anillo.
—¿y por qué carajo Frank me dijo que estabas coqueteando con otro hombre?— sacó algo de su bolsillo del pantalón, era una fotografía de mi en el bar del restaurante.
—¡estaba pidiendo una bebida!—dije obvia.
—no mientas— me tomó de la muñeca algo brusco.
—me lastimas, Aidan— forcejee hasta que me soltó.
—en esta foto estas muy amigable con el barrender, ¿acaso te atrae?— le di una bofetada.
Sentía mis ojos acumularse lagrimas— me duele que pienses eso de mi— dije derramando mi primera lagrima.
—¿y que quieres que piense si hay una foto de por medio?— alzaba la voz.
—¡que le creas a tu esposa!— también alce la voz.
—hace 5 años no hubieras sido nada de eso— se dio la vuelta ya sin siquiera mirarme.
No sabia como reaccionar, quede perpleja ante ese comentario.
Sentía que algo dentro de mi se había quebrado.
—yo no pienso dormir aquí con alguien que desconfía de mi— me acerque al closet sacando la maleta.
—¿qué carajo haces?— trató de quitarme la maleta pero se lo prohibí.
—me regreso a Nueva York— dije sin mirarlo guardando mis prendas.
—no harás eso— termine de guardar mis cosas, no me importó lo mal acomodadas que estaban.
—mira como lo haré— tomé la ropa que me había puesto para el recorrido en Madrid y me metí al baño con todo y maleta.
—Madeleine— tocaba la puerta del baño, o mejor dicho la golpeaba— Madeleine, abre la maldita puerta —.
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Matrimonio por conveniencia
Любовные романыUna chica se gana la vida en trabajos para la enfermedad de su madre. Un chico tiene la vida resuelta. O más o menos ya que debe casarse para recibir su herencia tras la muerte de su padre. Diferentes necesidades, mismo destino. -𝓐𝓵𝓭𝓲𝓷𝓮✨