Episodio 6

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Hablábamos de tonterías que hacíamos de niños.

—mamá se enojó mucho cuando use su maquillaje con mis muñecas— reí y seguía bebiendo del vino.

—deberías dejar de beber vino— aclaró.

—tal vez— reí y seguí bebiendo.

—ahora, el motivo de la cena— se levantó y se acercó a mi extendiendo su mano.

La tome y fuimos al living. Cabe aclarar que yo seguía con mi copa y la botella.

Sacó sus hojas y eran más que las mías, reí y saqué las mías.

—espero que recuerdes esto mañana— reía por mi estado y me contagió riéndome también.

—tenlo por seguro— seguí bebiendo.

—algunas cosas que debes saber de mi es que soy vegano— abrí un poco mis ojos— me fascina el café, el té y la coca cola, detesto la Pepsi— rió un poco.

—la Pepsi es horrible— hice un gesto de desagrado.

—no soy alérgico a nada, excepto a los arándanos pero si los como en exceso— fruncí mi ceño— si como mas de 50 gramos, se me cierra la garganta, siempre cargo con mi medicina pero nunca la he ocupado— se encogió de hombros.

—es bueno saber todo esto— sonreí bebiendo más de mi copa.

—te dejo las demás para que las leas después— me las tendió.

—oh gracias— sonreí, a este punto me sentía ebria— bueno ya sabes que yo soy alérgica a las nueces, bebo café pero una taza por día, cuando estoy muy estresada hasta dos— reí sin parar.

—creo que fue suficiente vino— me quitó la copa.

—oh— dije seria y después me reí— no tomo sodas, pero si té helado— sonreí.

—y vino— reímos.

—también— le di mis hojas— aquí tienes el resto, son cosas simples pero creo que haría la diferencia delante de todos— sonreí.

Aidan Gallagher

Seguíamos platicando en el living, aunque Madeleine ya estaba ebria.

—creo que debemos irnos a dormir ya— sugerí.

—pero me la estoy pasando muy bien— reía y se recostó en mi hombro.

—Madeleine mañana es otro día y debemos despertar tempra— escuché suspiros, observé de reojo y estaba dormida.

Comencé a reír levemente por su acto pero admiraba cómo dormía, se veía tierna e indefensa.

Me levanté y cargué entre mis brazos a Madeleine, la lleve a su habitación con cuidado, la recosté en su cama, le quite sus zapatillas, realmente se veía espectacular con el vestido blanco, se veía hermosa.

Me acerqué a ella y acaricie su cabello para mirarla con dulzura, hice una buena elección como esposa falsa, además de que necesitaba el dinero, ella era muy comprensiva, linda y atenta a los detalles.

Salí de su habitación y me dirigí a la mía para ponerme la pijama y dormir.

Madeleine Davis
Al día siguiente

El dolor en mi cabeza me despertó, no sabía cómo había llegado a mi habitación ni cuando me quite las zapatillas.

Me di una ducha larga y tibia para después usar otra ropa, elegante pero casual y salí a desayunar donde ya estaba Aidan ahí.

Matrimonio por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora