6. Sentimientos

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Terminología importante:

» Timonel: la persona que dirige una embarcación.

El sonido del disparo resonó a través del silencioso mar, seguido de un eco casi indetectable. La pistola empezó a soltar humo cuando la bala se inscrutó en el pecho de Lazare, justo en donde estaba su corazón. La mirada del hombre lentamente se llenó de horror puro, sus ojos dejaron de mirar a Sunoo y se volvieron hacia el agujero en su pecho que poco a poco estaba siendo rodeado con sangre. Luego sus ojos se pusieron vidriosos y su cuerpo se ladeó, golpeando la cubierta con un ruido sordo.

Fue el sonido del cuerpo sin vida de Lazare golpeando la cubierta lo que regresó a Sunoo de su trance. En el momento en el que se dio cuenta de lo que había hecho, la mano que sostenía la pistola empezó a temblar mucho, su pecho de repente se oprimió mientras daba un brusco paso atrás. Sunghoon debió haberlo notado, porque colocó una mano en la espalda baja de Sunoo y tomó la pistola. Sus ojos se conectaron, los de Sunghoon reflejaban preocupación y los de Sunoo estaban abiertos de par en par. Su boca estaba repentinamente seca, su estómago vacío y su corazón latía con fuerza.

—Ya era hora. —uno de los hombres dijo de repente. Eso hizo que Sunoo volviera su cabeza hacia él, alejando su mirada de la de Sunghoon.— Nunca me agrado. No tenía las manos quietas.

Otros hombres murmuraron en acuerdo. Parecía que Sunghoon no tenía ganas de recordar nada de Lazare porque agarró la pistola de la mano de Sunoo y dio un paso al frente.

—Que le sirva de lección a cualquiera de ustedes que esté pensando en romper mi reglamento. —dijo, su voz extrañamente alta sobre el silencioso mar.— Sunoo es parte de nuestra tripulación, les guste o no. Trátenlo como a uno. Esos que no lo hagan, bueno, saben lo que les va a pasar. —miró el cuerpo de Lazare, que ahora estaba empezando a sangrar la cubierta.— Desháganse de él. No quiero verlo ni un segundo más.

Eso hizo que la tripulación se moviera de nuevo. La mayoría regresó a sus puestos y el resto se acercó a limpiar el cuerpo de Lazare y la sangre. Sunoo no se movió, solo podía mirar al hombre que había matado. El hombre que él había matado. Él había matado a alguien, así como así, le quitó la vida a pesar de que no le correspondía. Era un asesino.

Sunghoon se volteó, dando algunos pasos hacia adelante para estar frente al príncipe.

—Sunoo. —dijo gentilmente. Cuando él no reaccionó, colocó su mano en la mejilla de Sunoo, logrando que saliera de su estado de shock y sus ojos se conectaron con los de Sunghoon. Había preocupación en ellos, una extraña cantidad para Sunoo, porque simplemente nunca antes había visto esa emoción en el capitán.— ¿Estás bien? —susurró, en realidad susurró, y Sunoo simplemente no sabía. No sabía si estaba bien.

—Yo... yo... —Sunoo balbuceó y Sunghoon entendió.

Agarró la mano de Sunoo y gentilmente empezó a tirar de él de vuelta hacia la cabina. Sunoo lo siguió, sintiéndose como algo que se asemejaba a una máquina sin vida. Se sentía tan... vacío, casi. Le había disparado a un hombre a sangre fría, no importaba si era bueno o no, le había quitado la vida sin pensarlo dos veces. No sentía compasión por Lazare, en lo más mínimo, pero el hombre era un hijo. Tal vez un hermano, incluso tal vez un padre. Tenía una madre, una madre que nunca más iba a volver a ver a su hijo, y Sunoo era la causa de ello. No lo sentía por Lazare, lo sentía por la familia del hombre, incluso si no estaba seguro de si la tenía o no. Aún así lo sentía por ellos, un increíble y profundo sentimiento de culpa y compasión. Esto hizo que su pecho se sintiera comprimido, haciéndole difícil respirar, y sentía como si fuera a vomitar en cualquier momento.

A sea without water, a compass without direction ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora