9. Periódico

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Sunghoon había decidido que su dolor de cabeza era demasiado fuerte como para seguir caminando con Sunoo, por lo que había regresado al barco. Sunoo había continuado su viaje con Jake y Jungwon. Jay se había unido justo cuando se estaban yendo, y Jungwon había estado particularmente callado desde entonces.

Después de un rato, Sunoo logró que finalmente hablara, y al hacerlo, los llevó a un pub no muy lejos del barco. En el momento en que abrió la puerta, los cuatro se encontraron con música muy ruidosa. No sonaba para nada música local. Era australiano, Sunoo lo reconoció de inmediato. Esperaba que el pub estuviera lleno de habitantes, pero en cambio, veía mucha más piel blanca que oscura. En su mayoría solo habían personas hablando inglés, y no otros idiomas.

Jungwon no se quedó cerca, inmediatamente caminó hacia una mesa en la parte de atrás. Solo unos momentos después de que se sentaron, una mujer que tenía el busto demasiado descubierto como para ser considerado decente, puso varios vasos y una jarra llena de cerveza en la mesa. Por otra parte, nada del lugar era decente. La iluminación era tenue, las mesas y las sillas estaban increíblemente sucias y abarrotadas en el lugar. Olía a cerveza, a sudor y a algo más que Sunoo no reconocía. También hacía calor, debido a la cercanía de todos los cuerpos y la temperatura exterior. Las velas solo lo empeoraba. En pocas palabras, la habitación estaba mal ventilada.

—Maldita sea, la música hace que extrañe mi hogar. —murmuró Jake, llenando su vaso y luego los otros.

—No te pongas sentimental con nosotros, amigo. —dijo Jungwon con una pequeña sonrisa, porque él nunca sonreía completamente. Jake lo miró, señalándose a sí mismo.

—¿Me has visto? —él dijo.— ¿En qué momento pensaste que era fuerte?

Sunoo se rió de sus palabras, tomando un pequeño sorbo de su vaso, solo para poner cara de disgusto. Jay sonrió ante su expresión.

—¿No te gusta? —preguntó.— ¿Primera vez?

—No, no. —dijo Sunoo, sacudiendo la cabeza.— Lo he probado antes, solo que... nunca tan fuerte.

—Acostúmbrate. —dijo Jay.— Así es como nosotros lo bebemos.

Nosotros. Sunoo se sintió un poco orgulloso de eso. Él era parte del 'nosotros'. Le hacía sentir que pertenecía, aunque solo era una simple palabra. Sin embargo, era importante para él, y se alegraba de que otras personas lo reconocieran como parte de ese "nosotros".

—Me gusta un poco. —dijo Jake, ya llenando su segundo vaso.

—No vayas demasiado rápido. —advirtió Jay.— Puede que no parezca mucho al principio, pero te golpeará como un ladrillo.

Jake se encogió de hombros, tomando un sorbo.

—Si me ayuda a olvidar, honestamente me importa una mierda. —dijo, sus palabras extrañamente sombrías y tristes.

—¿Olvidar? —preguntó Jay, frunciendo el ceño. Jake no respondió, su rostro sombrío.

Sunoo no intentó hacer que hablara, y se recostó en su asiento, mirando alrededor del lugar. Los hombres que veía claramente eran piratas también. Todos los piratas tenían una apariencia y una vibra similar, pero Sunoo no podía identificarlo.

—No es muy local. —dijo, intentando iniciar una conversación.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Jungwon, levantando una ceja. Sunoo miró a los otros alrededor de la mesa otra vez.

—La gente. —dijo.— Son todos, ya sabes. No son malgaches.

El resto pareció estar de acuerdo, asintiendo lentamente.

A sea without water, a compass without direction ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora