A sea without water, a compass without direction ⪼ SunSun

26. Epílogo

Sunoo era feliz.

Era divertido cómo el mundo podía funcionar de esa manera, que una persona pudiera detenerse, mirar al cielo y darse cuenta, con una pequeña sonrisa, de que era feliz.

Sin embargo, hoy no era el único día en el que se sentía así. Había estado feliz por los últimos nueve años. De hecho, era tan feliz que a menudo se sorprendía cuando no lo estaba, aunque eso tenía sentido; era, después de todo, papá, y un papá tenía sus días en los que no se sentía feliz cuando sus hijos molestaban con algo.

El nacimiento de su primer (el primero de ambos, en realidad, también era hijo de Sunghoon) había sido increíblemente estresante, pero solo por parte de su esposo. Después de sentir dolor en su estómago tres veces con un par de minutos de diferencia, Sunoo se había dado cuenta de que había comenzado y había despertado tranquilamente a Sunghoon, quien se había puesto muy pálido cuando Sunoo le informó que estaba a punto de tener al bebé. De hecho, cuando se levantó para despertar a Jay, casi se desmayó.

Jay, pese a que estaba un poco nervioso, también había estado bastante tranquilo, comparado a Sunghoon, quien había estado a punto de volverse loco las nueve horas que Sunoo había estado en la cama, dando a luz. Esa parte había sido muy dolorosa.

—Respira, ¿bien? Respira.

—¡Lo estoy intentando!

—Bueno, no lo estás intentando lo suficiente, Sunghoon.

En algún momento, Jungwon había sacado a Sunghoon para ayudarle a respirar aire fresco, y durante un momento muy estresante, Jake lo había golpeado en la nuca, y había funcionado efectivamente por un par de minutos. Luego, Sunoo había gritado del dolor por una fuerte contracción y Sunghoon había vuelto a entrar en pánico.

Pero sin duda, Areum había valido la pena. Tenía largo cabello negro y brillantes ojos cafés, a Sunoo le costaba entender que de verdad había tenido algo a lo que llamaba vida antes que ella. Cuando tenía ocho, ella ya había conocido más parte del mundo que la mayoría de reyes a su edad.

Al principio, había sido difícil cuando resultó que habían dado a luz una niña, en lugar de un niño. Muchos de la tripulación habían estado reacios a la idea de una mujer a bordo, e incluso muchos habían dejado la tripulación. No obstante, muchos se habían quedado y en poco tiempo, Areum había sido completamente increíble en el barco. La tripulación había jurado mantenerla a salvo sin importar lo que pasara, a pesar de que ella era capaz de defenderse a ella misma y a sus hermanos menores. Era muy ingeniosa y aún más ingeniosa con una daga o una espada. Todavía tenía que ganarle a Sunghoon, pero Sunoo estaba bastante seguro que no faltaba mucho para que lo lograra.

Los gemelos Eric y Jeno eran dos años más jóvenes, pero eso no importaba cuando se trataba de su fortaleza mental. Eran increíblemente rudos, Sunoo lo había presenciado tantas veces, y eran tan parecidos a Sunghoon en su temperamento que a veces era un poco desconcertante. ¿Cuántas veces Sunoo tuvo que subir al mástil principal porque alguno de los dos lo había subido hasta la cima (todo por rencor hacia todos los demás en el barco)? Había perdido la cuenta, de verdad.

Tener tres hijos era la garantía de una vida estresante, y la mayoría de las veces, Sunoo y Sunghoon habían tenido crisis porque les faltaban los tres durante el conteo después de una batalla con otro barco. Sin embargo, los tres siempre aparecían, a veces con un hombre al que habían hecho prisionero sin que nadie lo supiera. Sunoo todavía no estaba seguro de cómo dos niños de cinco años habían sido capaces de derribar a un Alfa de dos metros esa vez, pero asumió que tenía que ver con su extraña sincronía y capacidad de saber siempre lo que el otro estaba haciendo.

Uno de los beneficios de tener a tus hijos en un barco pirata era que se volvían humildes. Este fue un requisito que Sunoo hizo tan pronto como dio a luz: no había forma de que sus hijos crecieran engreídos, no gracias. De verdad, no había forma de que sus hijos crecieran igual que Sunoo, para ser muy simples al respecto. No había riquezas en una vida pirata, y eso fue algo muy, muy simple con lo que sus hijos crecieron.