22. Anillos

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—Jodido infierno.

Sunoo no pudo evitar soltar un par de maldiciones después de patear a un enemigo por el borde del barco. Pelear todavía demandaba mucha fuerza y energía, algo a lo que Sunoo estaba seguro que nunca se podría acostumbrar. No es que no se haya hecho más fuerte con el paso de los últimos meses, no era eso. De hecho había sacado bíceps, algo de lo que estaba secretamente orgulloso y sabía que Sunghoon sabía que lo estaba. No había nada malo en estar orgulloso de tus músculos, ¿cierto?

Después de tres golpes fuertes y precisos de su espada, apuñaló a su oponente en el estómago. Cuando el hombre cayó sobre sus rodillas, Sunoo le cortó la garganta en un movimiento rápido y no le importó los sonidos de estrangulamiento que escuchaba o la sangre que salpicaba sus zapatos. No había estado preocupado por matar en mucho tiempo, lo que debía ser preocupante, seguía siendo un príncipe. Ahora era algo normal, casi habitual.

Al darle una rápida mirada al otro lado del barco, observó a Sunghoon, quien estaba ganando batalla tras batalla con una notable cantidad de gracia, pero eso era algo que había dejado de sorprender a Sunoo hace mucho tiempo.

La mayoría de los enemigos de la tripulación ya estaban muertos, habían cuerpos flotando en el mar o esparcidos en la cubierta. Todavía tenían que encontrar al capitán, quien seguramente estaba escondido en su cabina por alguna cobarde razón. Sunoo se preguntó por qué alguien querría seguir a un capitán que ni siquiera peleaba sus propias batallas.

Sin embargo, no tuvo que preguntárselo por mucho tiempo. La puerta de la cabina se abrió y un hombre que, claramente, era el capitán salió, el miedo era evidente en su rostro, estaba pálido y tenía los labios apretados en una línea.

Sunoo nunca antes había matado a un capitán. Había visto a Sunghoon hacerlo porque los capitanes siempre se peleaban, pero Sunghoon estaba en el otro lado del barco y el enemigo del capitán estaba justo ahí, prácticamente temblando de miedo. Los ojos del capitán cayeron sobre Sunoo y se estrecharon, el miedo se desvaneció y fue reemplazado con repugnancia.

Inmediatamente, le quedó claro a Sunoo que el miedo que había visto, era solo por Sunghoon y no por la tripulación que estaba apoderándose del barco. También era evidente que el capitán tenía algo en contra de Omegas hombres, a juzgar por la manera en la que se acercó a Sunoo.

Levantó su espada y la bajó en un fuerte movimiento que Sunoo apenas se las arregló para bloquear. El hombre tenía mucha fuerza física, eso era obvio. Por otro lado, Sunoo tenía mucha inteligencia y no iba a perder una pelea ahora que había ganado tantas.

Después de un par de golpes que fueron la mayoría del capitán, Sunoo se dio cuenta que podría ganar fácilmente la pelea. El hombre era bruto y casi torpe en su manera de pelear, descoordinado y descuidado. Sunoo podría terminar la pelea justo ahora si quisiera, pero de cierto modo, estaba disfrutando jugar con el Alfa, así que pisó el pie del hombre lo suficientemente fuerte como para que gritara con dolor y Sunoo cortara su pierna. No estaba seguro de si debería matar al capitán, si tenía permitido hacerlo. Lo dejó en unos cuantos cortes y se aseguró de no causarle mucho daño al capitán, quien todavía era lento y bruto al pelear, haciéndole fácil a Sunoo saltar y esquivar cualquier ataque.

—Deja de jugar con él y termínalo. —una voz dijo de repente, y Sunoo ni siquiera se detuvo para ver que era Sunghoon. Se dio cuenta de que había un pequeño grupo de gente alrededor de ellos, quienes los observaban con miradas divertidas.

Él solo sonrió ampliamente.

—Me gusta jugar con él. —dijo, y el capitán pareció indignado.

—Como si una perra como tú pudiera ganar. —dijo, pero Sunoo ni siquiera se sintió insultado y solo sonrió más ampliamente, a pesar de que estaba consciente de que Sunghoon estaba más molesto por el insulto.

A sea without water, a compass without direction ⪼ SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora