Lucios Malfoy queda viudo durante la primera guerra Mágica dejándolo a cargo de su pequeño Hijo Draco Malfoy.
Cree volver encontrar el amor, pero un error lo llevará a perder ala mujer qué ama otra vez y esta vez a su hijo también.
Pues sus errores...
Miel llevaba varios días viendo sombras detrás de ella pero siempre pensó que eran aquellos cuatro estudiantes.
Pues últimamente eran demasiado apegados a ella, pues siempre traba de ayudarlos en todo lo que podía aun que a veces tocaba volver a estudiar al mismo tipo que ellos.
«y si piensas ser maestra», pensaba Miel cada que tenia que ayudarlos a ellos pues siempre se confundían o no ententiendian aun que mayormente era pociones y encantamientos.
Y ella enseñaría Herbologia, así que a veces no se sentía tan mal por no entender aquellas dos materias.
Durante los últimos días Miel llevaba viendo sombras detrás de ella, y eso le causaba temor pues ella no caería en nada con lo relacionado a lo paranormal.
Era un hermoso y perfecto sábado por la noche 11:50pm exactamente exactamente.
Miel se había quedado despierta hasta tarde pues solo faltaban días para que comenzará a trabajar en Hogwarts como profesora así que tenía que repasar algunos temas.
Miel se levantó de su asiento y guardo las cosas con las que había estado estudiando y una vez que guardo todo tomó su ropa la cual había dejado preparada para bañarse desde la tarde pues sabía perfectamente que estaría despierta hasta tarde.
Y así fue, sin más salio de su habitación sintiendo una sensación extraña incluso su piel se herizo pero no le tomó importancia tal vez solo era el frío de la noche.
Miel caminaba sola por el pasillo, ¿lo extraño? Es que ni siquiera había viento, ni siquiera había ruido todo estaba raramente en calma.
Incluso la sensación extraña volvió a ella, pero no le tomó importancia una vez que llego al baño abrió la puerta y entró cerrando esta con seguro, aun que sabia que ya nadie estaba despierto a esa hora.
Una vez dentro del baño puso su ropa cerca de la regadera junto ala toalla, luego de algunos minutos se quito la ropa.
Después abrió la llave dejando que el agua fría saliera, una vez que el agua tibia comenzó a salir se metió ala ducha.
Mientras Miel se duchaba sentía como si alguien estuviera observandola, pero sigo sin prestarle atención aquello.
Cuando finalmente termino de bañarse tomó la toalla y seco su cuerpo para luego enrollarse en la misma.
Finalmente salio del área de la ducha y tomó su ropa comenzando a vestirse luego tomó su ropa sucia junto ala toalla, la cual por cierto se cayó.
Se agacho para levantarla pero en cuanto se enderezó vio una mujer atreves del espejo el susto fue tan fuerte que incluso cayó al suelo.
-¿Qué carajos?.
Miel se levantó del suelo rápidamente, y miro nuevamente en el espejo pero esta vez siento una mando tocar su hombro haciendo que tuviera un respingo bastante notable.
¿Lo raro? Es que no había nadie más en el baño a excepción de ella misma, Miel estaba comenzando a sentir miedo pero se convenció de que todo estaba en su cabeza.
Así que camino ala puerta y la abrió, pero la curiosidad mato al gato, así que volvió a ver por el espejo y nuevamente ahí estaba aquella mujer ¿lo peor? Es que no tenía rostro.
Era como su rostro estuviera borroso o desfigurado, Miel sintió un escalofrío al ver aquello pues lo único visible de aquel rostro era una sonrisa pero aquella sonrisa transmitía una sensación extraña.
Nuevamente Mily sintió una mano en su hombro pero esta vez el profesor de pociones estaba ahí.
-¿Miel estas bien? Estas demasiado pálida parece como si hubieras visto un fantasma.
Hablo y bromeo Severus haciendo sonreír de Miel pero de forma forzada tal vez aquello que había visto era producto de su cabeza por la falta de sueño.
-Estoy bien.
Fue todo lo que respondió Miel haciendo que Severus quitara la mano de su hombro.
-Bueno colega te dejo tengo guardia esta noche, y ya van varios alumnos que me encuentro fuera de la cama.
Dijo Severus mientras se despida de Miel dejándola nuevamente sola, pero aquella sensación de ser observada seguí ahí.
Miel miro hacia los lados pero no había nadie absolutamente nadie más que ella. Así que tomo su varita con fuerza mientras tragaba salvia con dificultad.
-Lumos.
Dijo y de su varita salio una luz iluminado el camino el cual extrañamente estaba más oscuro de lo normal.
Una vez que Miel llegó a su habitación se acostó en su cama luego de dejar la ropa sucia en el lugar de siempre. Al igual que dejar su toalla extendida en la silla para que se secara.
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Ala mañana siguiente Miel se despertó ¿lo raro? Es que tenía un moretón en su brazo izquierdo, «de seguro fue cuando me caí», pensó Miel pero en realidad ella había caído de trasero así que no había forma de que aquel moretón se formará en su brazo.
Miel se levantó de su cama y se preparó para aquel día, un domingo "familiar" pues había quedado que ese día lo pasaría con su tía Minerva.
Una vez que estuvo lista salio de la habitación y como si nada contiguo su día olvidando lo que había sucedido la noche anterior, pues tenia cosas más importantes que pensar y hacer como para preocuparse por alucinaciones por la falta de su sueño.
Como por ejemplo mejorar sus conocimientos en pociones y encantamientos para ayudar a su cuarteto favorito y en demostrarle a su tía que ella podría ser una gran maestra como ella o incluso mejor.
Pues Minerva Mcgonagall se había hecho cargo de ella desde que tenía 7 años pues sus padres habían muerto, así que ella se hizo cargo de Miel aló cual ella le estaba agradecida.
Así que no había mejor forma de mostrarle su agradecimiento qué ser una gran profesora como ella y que mejor que en Hogwarts para poder trabajar junto a ella y así poder demostrarle qué podía ser como ella.
Pues Miel siempre consideró a su tía su mayor ejemplo a seguir, y ahora le demostraría que todo su apoyo y enseñanzas tenían frutos.
1006¡!♡, holaaaa ¿como están? Espero que bien perdón la demora pero me enferme y luego pasaron cosillas en fin espero que les guste este capitulo.
