《16》Paz y camaradería

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Goku había aparecido con la Teletransportación en la habitación de Bra sin antes mantener su Ki Oculto. La joven Peliazul no pudo evitar sentirse feliz por verlo una vez más, pero pronto se dio cuenta de que el Saiyajin había venido con otro propósito, mostrando una expresión seria y determinante.

—Bra, necesitamos hablar— dijo Goku con firmeza.

— Moría por verte, aunque estoy molesta contigo por no haber venido antes, me tenías angustiada.— Respondió Bra con una mezcla de emociones.

Goku se acercó a Bra, mirándola fijamente a los ojos, provocando un cierto estremecimiento en la chica. Su semblante era indiferente, como en el inicio de su encuentro.

—¿Estás bien?— preguntó Bra con preocupación.

Después de unos minutos de silencio, Goku finalmente habló. — Bra, lo siento... pero tú y yo debemos seguir caminos diferentes—dijo con pesar.

—¿Me estás terminando?—dijo Bra con incredulidad, frunciendo el ceño.

— Sí, Bra. Nuestros destinos ya no están alineados. Debemos seguir caminos separados.

— No puedo creerlo. ¿Por qué de repente decides esto?

Bra con una expresión seria se quedó mirando al guerrero por unos segundos, tratando de analizar la decisión que había tomado de no luchar por lo que tenían. No creía que Goku se fuera a rendir tan fácilmente por tener una polémica con su padre. O será que tiene otra razón, lo cual ella conocía muy bien.

— Ya se, ahora entiendo todo —Soltó una sonrisa sarcástica— Quieres dejar de luchar por lo nuestro porque aún no puedes sacarte de la mente a mi madre ¿No es así? ¡¿La quieres todavía?!

— Si supieras que ya no pienso en ella, ese tema ya está olvidado... —respondió Goku con calma.

—¡Mientes, maldito! ¡Estás mintiendo!—exclamó Bra con furia, dejando sorprendido a Goku por su reacción—. Tú la sigues queriendo, maldita sea, no has podido olvidarla. Eso me llena de rabia.

Goku cerró sus puños con fuerza ante las acusaciones de Bra. La ira comenzó a apoderarse de él mientras ella continuaba con sus palabras hirientes. Bra, en un arrebato de celos, comenzó a atacar a Goku, cuestionando su amor por su madre y desatando una serie de acusaciones sin sentido.

El ambiente se volvió tenso, con un silencio incómodo llenando la habitación. Goku, herido por las palabras de Bra, luchaba por mantener la calma ante la situación. La angustia y la confusión se reflejaban en su rostro mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para responder. El conflicto entre ellos amenazaba con desencadenar consecuencias imprevisibles. La incertidumbre flotaba en el aire, dejando a ambos en un estado de confrontación emocional.

— No sabes de lo que estás hablando, Bra. Mi Sentimientos por tu madre es cosa del pasado, Ya Superé ese capítulo en mi vida — respondió Goku tratando de mantener la calma.

— ¡No me vengas con tus mentiras! ¡Sé que sigue en tu corazón! ¡Y eso significa que no puedes darme lo que necesito de ti! — gritó Bra, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón lleno de dolor.

Goku suspiró, resignado a la situación. Sabía que no podía convencer a Bra de lo contrario, no cuando estaba tan convencida de sus propias suposiciones. 

— Hay cosas que debo enfrentar solo, y sé que tú también tienes tu propio camino que seguir. Ya no podemos estar juntos — dijo finalmente.

— ¡Cállate! ¡Cállate! ya no Digas nada —lo miraba con fuego en sus Ojos.— Te Detesto Igual Que a mi madre…Pero Sabes Que, aunque decidas alejarte de mi tu Siempre seras mio.

— No Esperaba, Escucharte hablar de esta manera. Te desconozco totalmente, Y no seas Tonta, no metas a tu madre en una decisión que no tiene que ver con Ella, Ya te lo dije Y Hasta aquí me despido.

— No Dejaré Que seas Feliz con Nadie, ni con mi madre ni con nadie.

— Niña, No Seas tan Caprichosa. Si permites que la Rabia viva en tu corazón créeme que vas a vivir siendo infeliz por el Resto de tu Vida.

Ella forma una sonrisa Retorcida.

— Eso Quedaría en tu Conciencia por Tu Culpa.

La tensión en la habitación era palpable mientras ambos se miraban fijamente, desafiándose mutuamente. El aire estaba cargado de electricidad, como si en cualquier momento pudiera desatarse una tormenta.

— ¿Qué es lo que quieres de mi? —preguntó él finalmente, rompiendo el silencio tenso que los envolvía.

Ella se acercó lentamente, con una mirada de determinación en sus ojos.

— Quiero que sufras tanto como yo he sufrido. Quiero que sientas el dolor que me has causado, que te arrepientas de haber cruzado mi camino.

Él la miraba con incredulidad, sin poder entender cómo alguien podía guardar tanto rencor en su corazón.

Nunca Te Dejaré +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora