Después de tres semanas en el paraíso de miel era el último día de la pareja antes de partir de nuevo a Corea así que se encontraba desayunando en un albergue repleto de rosas y variedad de plantas. Parecía ser un sueño mágico, totalmente encantador.
— Entonces, ¿Qué planeas hacer cuando lleguemos a Corea? — Lisa dejó la tasa de café sobre la vajilla de porcelana para recargarse en la silla y mirar al hombre quien había dado una mordida al pan tostado con mermelada.
— ¿A que te refieres? — el hombre respondió una ves tragó la mordida. Lisa parecía tranquila.
— ¿Está en tus planes estudiar, tienes alguna idea de negocio...— se detuvo un momento.
— Quizás quieras viajar a otra parte del mundo, solo dime que es lo que deseas para contratar a un asistente para tí. – Jungkook entonces comprendió lo que su esposa se refería.
— ¿Viajar? — apenas regresaban de un viaje que esa opción parecía ridícula.
— Así es, muchos esposos de élite prefieren estar de viaje mientras sus esposas resuelven la mierda de negocios. Quizás tu quieras mantenerte al margen de mis asuntos familiares y está bien, en realidad prefiero que no te veas envuelto en la mierda del nombramiento —
A Lisa siempre le había gustado la sinceridad y era vital para ella que Jungkook supiera sus opiniones.
—No voy a dejarte — respondió rápidamente el hombre — Hicimos una promesa Lalisa, que no se te olvide — completó.
—Así que puedes descartar esa opción, aún nos falta mucho por conocer del otro así que prefiero mantenerme a tu lado . —
El silencio reinó por un momento, Jungkook entonces rompió el silencio.
— Sé que debo hacer algo o de lo contrario me sentiré inútil, toda mi vida he trabajo así que me gustaría seguir estudiando — el hombre ha aprendido que las opciones que Lalisa dijo eran sus unicas alternativas. Pues el hecho de Jungkook trabajar no sería aceptado por la mujer.
—Sé que quizás no soy buen estudiante, pero me esforzaré — la sonrisa nostálgica no pasó desapercibida por su esposa. — Nunca tuve el tiempo así que ahora es un buen momento — la contrario asintió mirando en otra dirección
Por el lenguaje corporal el de ojos avellana notó que su esposa ocultaba algo. Ahora era tan claro ante sus ojos.
– Solo dilo — mencionó el hombre.
— Te investigué — el hombre detuvo la dirección de la taza de té para mirar fijamente esos ojos azules.
— No me fio de la personas Jungkook, lo sabes, así que para decidir que eras el hombre indicado contraté a alguien para saber tu historia — Jeon se mantenía quieto.
— Durante esa investigación el detective descubrió que tu rechazo en la prestigiosa Universidad de Seúl no fue por falta de conocimiento, como parecía evidenciar tu prueba. — Lisa narraba.
— Tu ganaste esa beca Jungkook, sin embargo alguien cambió tu examen con otra persona y por consiguiente ese sujeto ingresó en tu lugar— la cuchara golpea la porcelana.
— Sabes quien es, ¿no es así? — Lisa asintió ante la pregunta.
El pelinegro se mantenía quieto en su lugar. Muchas preguntas rodaban por su mente. Sin embargo, ¿cómo es posible que Lisa supiera algo tan delicado?
— ¿Cómo pudiste encontrar a esa persona? — finalmente habló.
— Yo también estudié en esa escuela Jungkook, tengo contactos. Además, creí que ya habías entendido que siempre consigo lo que quiero. —
A veces los hilos de la vida se ven revueltos, pero las casualidades no existen. La vida a veces se trata del azar y otras ocasiones solo son sucesos perfectamente diseñados para forjar un destino.
— No quiero saber quien es — Jungkook habló.
— Y si te soy sincero, algunas veces pensé en esta posibilidad. Sin embargo, si fue en su momento o no. Tal vez yo no hubiese podido mantener esa beca. — el hombre se sinceró . — En ese tiempo la condición de mi madre empeoró así que tuve que mantener cuatro empleos para poder cumplir con su tratamiento. —
Finalmente Jungkook miró a su esposa. — Y aún así, a pesar de no ir a esa universidad no me arrepiento de nada. Porque construí lo que soy ahora. —-
Lisa se mantuvo callada todo ese momento, quizás Jungkook era demasiado bueno para ese mundo.
— Entonces es tu oportunidad de construir lo que siempre quisiste ser . — la mujer ha usado sus mismas palabras pero en un sentido distinto.
— Yo te daré todo lo que quieras . — el hombre sonrió.
— Lo sé — tranquilizó .
— Tengo que avanzar . —
El momento que Jungkook no quería que llegara finalmente se abría frente a sus ojos. Han dejado el jet privado desde hace algunos minutos para caminar entre el aeropuerto rodeado de personas. Después de solo estar ellos dos, ese acumulo de personas lo hacen sentirse inquieto.
Al pasar el último filtro de seguridad e ingresar al area vip. Lisa se detuvo y le miró bajando las gafas negras que cubrían sus hermosos ojos.
— Jungkook. – le miró. — Ahora eres Manoban y nosotros jamás bajamos la mirada por nada y nadie. El mundo está mucho más abajo de tus pies. – Lisa tocó suavemente la mejilla de su esposo para retomar el camino. Como era de esperarse los flases no se dejaron esperar pues los medios de comunicación parecían esperarlos en la sala compartida para entrar al privado.
Fue entonces cuando la mujer redujo la velocidad de sus pasos para estar a lado de su marido y juntos caminar. Para la mujer era predecible ese percance. Taehyung le había informado que el rostro de su marido estaba en la mayoria de portadas de revista con diversos titulos. Donde la opinión pública variaba desde un cuento de hadas donde la princesa encuentra a su principe, o incluso del plebeyo con suerte. La realidad es que ninguno de todos esos testimonios le importaba.
—Pasamos lo más complicado — Lisa tomó asiento esperando la llamada de su asistente para bajar al auto.
—¿En serio tienes que lidiar con todos los días con esos reporteros? — el hombre preguntó sentándose a su lado.
—La mayoria de tiempo y bueno, ahora también tú. — recargando un brazo sobre el respaldo del sillón la mujer miró al hombre frente a ella.
— Te has convertido en todo un icono. Todo el mundo tiene curiosidad de saber sobre nuestra historia y eventualmente intentarán hacernos ir a algún programa o entrevistas escritas — Lisa estaba tan familiarizada a ese ritmo que Jungkook pudo intuir que ya no estaban más en su paraíso.
— No iremos, si eso te preocupa — adelantó la mujer, tranquilizando la inquietud del masculino.
— Solo importa lo que sabemos tú y yo. —
ESTÁS LEYENDO
MONEY | LIZKOOK
Fiksi PenggemarSolo un genio podría amar a una mujer como yo. Él es un genio.