Malentendidos

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JOAQUÍN

Salí del apartamento de Emilio sin decir una palabra. Entre tantas cosas que mi mente imaginó nunca pensé que sería algo como eso. Mi amigo de tantos años me contó algo que no podía compartir, tenía que mantener el secreto. Prefería mil veces vivir en la ignorancia a tener esta información guardada en el pecho luchando por escapar.

Me subí a un taxi y me fui directo al hotel. Caminé de prisa hacia la habitación. Sentí la necesidad de esconderme del mundo. No tenía certeza de poder manejar bien está situación.

Al otro día me despertó los violentos toques a la puerta de mi habitación. Corrí a abrir y era mi hermana.

-¿Qué pasó?- Le dije asustado.

-¡Mira! lo que están diciendo en las noticias-me mostrò el teléfono.

Lo tomé entre mis manos y el encabezado de la noticia me dejó sin respiración

"Los Estefan se divorcian"

Había todo un reportaje acerca del itinerario de la pareja en los últimos meses. Aparecían fotos y videos, que reforzaban los vaticinios elaborados por los reporteros acerca de la posible causa.

Prendimos la TV de la habitación en uno de los programas de farándula ya estaban armando toda una teoría alrededor. En una de las miles de teorías aparecíamos nosotros. Había fotos desde nuestra llegada a Miami. Nuestros encuentros y la filtración de nuestro viaje a Hawái. Lucía y yo no estamos acostumbrados a estar tan expuestos en la palestra pública y en Argentina el armado periodístico no está tan entrenado en estas cuestiones faranduleras.

No sé cómo supieron del distanciamiento de los Estefan, pero lo cierto es que tenían detalles.
El debate seguía y una panelista interrumpió para informar que había recibido pruebas que desvelaba la verdadera causa. Mandó el programa a comerciales y a la vuelta mostró en pantalla una foto tomada por un celular de mi encuentro con Gloria en la cafetería. Estaba tomada con mala intención, porque mostraba de manera insidiosa mi mano acariciando el rostro de ella y su mano tomando la mía.
Mi estómago se retorció en ese momento y la mirada de Lucía se clavó en mí.

-¿Qué fue lo que pasó? Por qué me tengo que enterar por la prensa de tus encuentros mi amiga. ¡Mira lo que has causado!
-Gloria es "nuestra" amiga, no lo olvides. Me encontré con ella, para que me explicara lo ocurrido antes de nuestro regreso de Hawái. Tal vez, si me hubieras hablado claro, no estaríamos en esta situación.-me miró con odio, porque no tenía escusas que darme.

-¿Gloria te dijo algo acerca del divorcio?-preguntó.

-¡Ahh, pero no dices que es tu amiga!, ¿Cómo no vas a saberlo?-me burlé, para hacerla sentir mal. Aún sabiendo que ella estaba triste, era la única forma que encontré de vengarme.

-¡Eres un idiota! Me voy de aquí. No tenía que haber venido. Estoy harta de tí. Quiero llegar a mi casa, para perderte de vista.-Salió corriendo de mi habitación y tomó el pasillo que conducía al ascensor.

Después de un rato Gloria me llama muy afligida. Estaba igual de asombrada que yo. Tenía miedo a salir de su casa, y que los reporteros la siguieran, pero necesitaba desahogarse con alguien. Su familia estaba repartida por todos los EEUU y nosotros éramos los únicos que sabíamos parte de la historia.

-Me voy a arriesgar a ir a su hotel. ¡Espérenme cerca!-me dijo y colgó la llamada.

Fui corriendo a avisarle a mi hermana y nos sentamos en el lobby a esperarla. La gente pasaba y nos miraba raro. Nadie se atrevía a acercarse, pero todos estaban comentando la noticia del día, en especial los empleados del hotel. Es curioso, que en medio de todo el caos que había dejado la tormenta, las noticias giren en torno a la vida personal de un artista. Es una forma de desvirtuar a la gente.
Recibí un llamado de Gloria para decirme que ya estaba en el estacionamiento. Entró por la parte trasera del hotel y se trasladó de la forma más discreta posible.

El amor nos tomó por sorpresa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora