Malentendidos II

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VIVIANA

Pasé todo el fin de semana tratando de ocupar mis pensamientos en otra cosa. Me sumergí de a lleno en mis proyectos, saqué nuevas ideas para la organización de la exposición. El taller se convirtió en mi refugio. Ni siquiera compartí de mi tiempo con mi hijo. La verdad no tenía deseos de explicarle nada sobre mi relación con su padre. Con el único que mantuve comunicación fue con Alberto. Me llamaba cada vez que sentía ganas de reclamarle a Lucía por su ausencia. Yo trataba de calmarlo y le aconsejaba que se mantuviera firme si de verdad quería conservar el amor de mi cuñada.

Hoy el día amaneció un tanto extraño. Había una calma que anunciaba una tormenta, y así fue. Estaba preparándome un té, mientras encendía la tele para romper ese silencio incómodo que produce la soledad. La primera imagen proyectada ante mis ojos era mi propia figura abalanzándose sobre mi cuñada y pegando gruñidos, mientras copas y platos caían al suelo. ¡No podía creer que otra vez estaban hablando de eso! Me producía náuseas el mero hecho de acordarme de esos días.

Pero me llamó la atención que repetían una y otra vez.
-¡Señores y señoras!, este es el verdadero motivo de la pelea entre las cuñadas. Después de tanto días, ¡al fin, sabemos la verdad!

Mi curiosidad aumentó y me quedé pegada a la tele esperando la revelación. Un nudo se armó en mi garganta cuando vi la imagen de mi marido acariciando el rostro de Gloria Estefan. Decían que tenían una aventura desde hace algún tiempo y yo estaba enterada.

Resulta ser que mis sospechas en eran ciertas, pero jamás hubiera imaginado que fuera de esa manera. Ahora más que nunca, mi odio por Lucía se hacía más fuerte. Ella sabía todo y siempre permitió que Joaquín se riera en mi cara. Ahora entiendo la complicidad entre ellos. Por eso me mantenían al margen de sus conversaciones y de sus cosas.

¡Ahora no hay más nada que decir!, No puedo perdonarle esto a Joaquín. Me engañó de forma descarada. Me tengo que enterar por la televisión de su viaje a Hawái. Me mintió mirándome a los ojos durante mucho tiempo.


JOAQUÍN

Nos quedamos dormidos viendo las noticias. Ella estaba recostada en mi hombro y yo le tenía tomada la mano, aferrándome a ella. Me despertó el dolor en el cuello. No quise moverme para no despertarla, quería disfrutar más tiempo de su cercanía. Se veía tan inofensiva que me ablandó las fibras de mi corazón partido. Acaricié sus dedos y jugué con ellos hasta que sentí que se despertaba. Disimulé un poco y fingí haberme despertado en ese momento.

Nos quedamos con nuestra vista fija en el otro. La vibra electrificante que emanaban nuestros cuerpos, no nos permitía salir de esa posición.En un arranque de valor la tomé de las manos y me a acerqué lentamente a su boca. Mis labios temblaban de emoción por sentir nuevamente los suyos. Fue un beso lindo, sin prisas y lleno de ternura. Sus carnosos labios se aferraban a los míos, mientras le daba paso a su maravillosa lengua hacia mi boca. Aquella lengua tímida buscaba la mía y mientras recorría mi interior, iba llenando de caricias todo mi paladar.

Una voz particularmente familiar acabó con la magia del momento. Era la TV que aún estaba encendida. Seguía el reportaje acerca de la supuesta separación. Para nuestra sorpresa estaban dando un fragmento de uno de los programas de nuestra tierra que se dedicaba a lo mismo. Escuchamos la alocada teoría de la pelea entre mi mujer y Viviana, y la supuesta relación con el romance que se inventaron entre Gloria y yo.

Lucia se separó inmediatamente de mí y se corrió hasta el otro extremo del sofá.

-Tenemos que buscar una solución a todo este dilema. La situación se está complicando, y sus teorías cada vez tienen más sentido. - Me dijo preocupada.

El amor nos tomó por sorpresa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora