Capituló 52

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•Placer•

Temblé. No, más bien fue un escalofrío que se repetía conforme sus labios seguían devorándome con agilidad y devoción.

Mis manos se aferraron a sus cabello mientras las suyas subían mi pijama mini tocando mi piel. Estoy en llamas en un segundo mientras sus labios no dejan de hacerlo maravillosamente.

No sé en qué momento empezamos a caminar directamente hacia el piano, de un movimiento sutil, él logra ponerme sobre aquel instrumento abriéndose paso por mis piernas haciendo que estas se aferren a su espalda baja atrayéndolo mucho más a mi

—Te dije una vez que serías mía eternamente— susurró contra mis labios— ahora es un buen momento de negarte. De lo contrario, no podré parar.

Aquella mirada cruel y desafiante amenaza con devorarme sin ningún tipo de reservas. Sonríe con inocencia y me acerqué todo lo que pude rozando sus labios. Sentí como tembló bajo mis manos y mi excitación crecía cada vez más

—¿Que te ha hecho pensar que quiero que te detengas?.— gimoteé y no me hice esperar para devorar de nuevo sus labios

El corazón latía como loco mientras mi cuerpo se sentía en llamas, del placer que su boca me daba. Sentí sus manos en las tiras de mi pijama y de un solo tirón se deshizo de ella. Mis senos erectos quedaron al aire

Me importo un comino que la luz de la luna no ayudará a cubrir mi cuerpo, y mucho menos, que Nicholas observara toda mi piel sin barreras. Mi necesidad por el es mucho más grande que mi pudor. Así que me libere de mis short ansiosa por el siguiente paso

Nicholas se deshizo de su camisa lentamente, dejándome observar sus movimientos como una eterna y placentera tortura. Me levanté del piano y semi desnuda puse mi mano sobre su torso libre de prendas. Lo lleve hasta dejarlo sentado sobre la pequeña silla y el recostó su cuerpo en el espaldar en espera por mi

El silencio reinaba, tan solo se escuchaba lo latidos eufóricos de nuestros corazones y mi respiración entre cortada. Allí quieto, conmigo frente a él, decidió contemplarme

Trague saliva con dificultad mientras la excitacion crecía al igual que mi frustración. Pues siempre eran momentos llenos de pasión, jamás nos habíamos tomado el tiempo y mucho menos había dejado que el deseo incrementara a tal grado

Sin embargo, no quise quedarme atrás, pase mi mirada por su cuerpo, por sus pectorales grandes, sus brazos fuerte. Memorice cada cosa que dijimos y lo qué haríamos esta noche. Aún así, y con la maravillosa vista que él me daba, mi necesidad era cada vez más insoportable

—¿Eliges mirarme en vez de tocarme?—dije entrecortada

—Estoy asimilando que te tengo, gata. Que este maravilló cuerpo está a mi alcance.

Pasó su dedos por la separación de mis senos bajándolos hasta llegar a mi ombligo. Se detuvo allí dibujando algunos círculos estremeciéndome. Cerré mis ojos por inercia y mis manos subieron a la suya. La tome y seguí bajando hasta que sentí su tacto en mis bragas

Quería gemir y de hecho, tenía la iniciativa atorada en mi garganta. Pero, al final, contuve el aliento al tiempo que me inundó un deseo sin control. Odiaba necesitarlo tanto, pero mi cuerpo estaba deseoso por él, así que todo me valió mierda

Continuó bajando hasta que llegó a mis cicatrices. Las dibujo con sus dedos y luego subió hasta tocar mi coño húmedo y listo para él. Ese simple y hostil movimiento mando miles de sensaciones a mi cuerpo y una vibración en mis músculos que casi me hizo cerrar las piernas

No me tocaba lo suficiente, pero me parecía tener su mano, justo allí, conectada a mi sexo. Las sensaciones me estaban consumiendo lentamente y no pude controlar dejar caer mi cuerpo de nuevo en el piano haciendo que algunas teclas sonaran.

PLACER Where stories live. Discover now