Capítulo 25

766 51 13
                                    

                            •Cambios•

Cora.

Despertar entre sus brazos ha vuelto mis mañanas mucho más emocionantes y aunque todo mi cuerpo arde y duele no puedo ni imaginar otro lugar donde podría estar que no sea aquí, junto a él.

Después de aquella exquisita demostración de poder donde Nicholas deja claro que nadie más me tiene que no sea él, salimos de nuevo a la reunión donde todos estaban hablando sobre rutas y nuevas mercancías, Anto y Marco me observaron todo el tiempo con expectativa mientras Nicholas no desaprovechó oportunidad para besarme y tocarme dejando claro que soy suya

Hablé con ambos después y les conté toda la situación, cosa que entendieron y se marcharon sin poner problemas, sin embargo, no estoy tranquila, ambos saben que es un contrato donde el sexo es solo un gusto que ambos nos damos, pero sé que esto va más allá y no sé cómo lo tomarán en cuanto sepan que Nicholas dejó de ser solo un salvavidas para mi infierno, convirtiéndose en mi monstruo favorito

Y se que no puedo demorar aquello, no sé hasta qué punto Nicholas quiera llegar conmigo, tengo claro que este deseo enfermizo que ambos sentimos mutuamente puede ser pasajero y momentáneo. Es netamente carnal  y se que no rebasará los límites de deseo que siente por mi por nada del mundo

Los detalles como los celos y aquellas palabras de protección son solo cosas que hacen los hombres dominantes y controladores como el, demostrando que aunque sea algo pasajero, ellos, mejor dicho, él, también lo controla. Que tengamos sexo ni quiere decir que seamos una pareja de verdad y todo esto, lo sé con exactitud

No espero amor de su parte, no espero que me vista de novia y me diga palabras bonitas, él mismo lo dijo, somos exclusivos pero no tenemos compromiso más allá de un papel firmado. Y no es que sueñe con esas estupideces del amor, de hecho jamás he querido casarme y mucho menos tener hijos, sin embargo, que él despierte todo esto en verdad me pone en un gran debate dentro de mi

Todo es un caos. Porque se que él me desea de un forma obsesiva al punto que puedo manejar sus acciones con unas cuantas caricias y besos, pero sé que el efecto que tiene mi cuerpo pasa rápidamente, pronto se aburrirá de mí y me votará como todos lo hacen

Y sin contar que sigue estando ese tormento allí, en lo más recóndito de mi alma, perforándome la herida hundiéndome cada vez más en aquellas espinas. No puedo entregarme a alguien que no se entregara con la misma intensidad, soy así, no puedo recibir menos de lo que estoy dispuesta a dar y aunque muera de dolor, no lo haré, ni por el, no por nadie.

Por otro lado, los recuerdos de mi pasado me siguen atormentando, incluso, estando a su lado puedo sentir como aquellos pensamientos me abruman al punto de hacerme temblar de miedo y removerme en la cama

Siento que en cualquier momento ese monstruo repugnante tocará la puerta y entrará por ella a acabar lo que no termino hace años, de tan solo imaginarlo, me hace abrir mis ojos mientras quedo sentada en la cama completamente llena de pánico

Es un trauma que jamás voy a superar porque la mente es una perra cizañosa que en cuanto tengo un poco de paz, regresa aquellos recuerdos que tanto me lastiman.

—¿Gata?— susurra a mi lado pasando sus dedos por mi rostro llevando mi cabello blanco tras de mi oreja

Su toque me hace reaccionar y su voz logra calmarme por un segundo, sin embargo, la ansiedad empieza a colarse por mi sistema haciendo de las suyas para doblegarme al punto en que una lagrimas, pesada y dura, cae por mi mejilla

Su mirada se torna preocupada y su ceño se hunde intentando acercase, lo alejó levantándome de la cama y me abrazo a mi misma observando el mar por la ventana. Me obligó a contar hasta diez y clamarme porque odiaría que él me viera de esta forma, no después de tanta mierda que hemos pasado y toda mi demostraciones de que soy fuerte

PLACER Where stories live. Discover now