🐺
— NYSSA WALTON —
Hoy me tocaba ir al psiquiatra, pero ni loca pensaba ir. La última vez que estuve ahí, prometí que volvería y que seguiría con la medicación, pero ¿a quién engañaba? Ya no tenía ninguna intención de regresar a ese lugar. En primer lugar, la única razón por la que iba era porque mi papá me obligaba. Él era quien me arrastraba a cada cita y se aseguraba de que tomara esas malditas pastillas. Pero, sin todo eso, la verdad es que me sentía mucho mejor.
Así que, si algún día me preguntaba, simplemente le diría que seguía yendo, como siempre. Problema resuelto.
En este momento, en vez de estar en ese consultorio, me encontraba en la universidad, en el club de esgrima, entrenando y sacando toda esa energía que antes reprimía con las pastillas.
De verdad me siento mejor sin ellas...
Brielle se movía frente a mí, un poco torpe pero cada vez mejor. Le había estado enseñando algunos movimientos básicos de esgrima para que pudiera defenderse. A pesar de ser nueva, lo estaba haciendo bastante bien, pero aún le faltaba práctica. Yo estaba en un nivel avanzado, algo que me enorgullecía, y me gustaba compartir lo que sabía con ella. Era mi mejor amiga, después de todo.
—¡Vamos, Elle! Tienes que ser más rápida, más segura —dije, mientras ella intentaba imitar mi agilidad.—Lo sé, pero no puedo evitarlo. Me siento como un pez fuera del agua —respondió, tratando de mantener el equilibrio.
—Recuerda, el primer paso es siempre en diagonal. ¡Inténtalo de nuevo! —le repetí, mientras Brielle se movía con gracia, su espada trazando arcos en el aire.
—Vale, aquí voy —aseguró, intentando seguir la fluidez.
Se concentró, dando un paso adelante y levantando la espada, pero su balance se descompuso y me reí suavemente.
—No te preocupes, todos hemos estado allí.
De repente, la puerta del gimnasio se abrió y todos dejaron lo que estaban haciendo. Entró el profesor, y su rostro serio siempre indicaba que algo importante estaba a punto de pasar.
—¡Atención, todos! Tenemos un nuevo integrante —anunció, y el murmullo se apagó rápidamente.
Curiosa, solté mi espada y me giré hacia la entrada. Cuando el chico nuevo entró, sentí que el aire se detenía por un segundo. Damon. Mis ojos se encontraron con los suyos, y una ola de emoción me recorrió. No podía negar que había algo en él, algo que me atraía de una manera que no podía explicar. Sentí un cosquilleo en el estómago, y tuve que recordarme que estaba en medio de una práctica y no podía perder la compostura.
—Damon fue el mejor en su antigua universidad. Pero aquí, para demostrarlo, tendrá que enfrentarse a nuestra mejor esgrimista. —Mi mente se detuvo por un momento tratando de procesar todo. —¿Nyssa?
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La Marca del Destino ©
عاطفيةEsa noche fue suficiente para acabar con mi felicidad; él lo logró, había acabado con todo lo que tenía. En Greyson, nuevos habitantes llegan, atractivos a primera vista, pero escondiendo más de lo que aparentan, y ella pronto lo descubrirá. Nyssa W...