En un mundo donde la popularidad se mide en likes y seguidores, Park Chanyeol es un streamer carismático y aficionado a los videojuegos que conquista a sus fans con su amabilidad, a pesar de su estética oscura. En contraste, Byun Baekhyun, un modelo...
La fiesta continuaba entre risas y música, pero para Baekhyun, cada segundo se volvía más insoportable. Desde su mesa alta, veía cómo la modelo se inclinaba hacia Chanyeol, rozando su brazo de manera casual y lanzándole sonrisas encantadoras. Cada gesto, cada toque, hacía que el nudo en su pecho se apretara más fuerte.
Baekhyun apretó la mandíbula con tanta fuerza que dolió. ¿Por qué Chanyeol no hacía nada para alejarla? Claro, él era un tipo relajado, pero ¿tanta relajación era necesaria?
Algo dentro de Baekhyun se rompió. El calor de los celos subió hasta sus mejillas, y sin pensar más, dejó su copa sobre la mesa de un golpe seco y se levantó como un vendaval.
—Ya basta. Esto termina ahora —murmuró para sí mismo mientras caminaba con paso decidido hacia ellos, ignorando por completo la lógica y el sentido común.
Chanyeol y la modelo seguían conversando, cómodos en su pequeño mundo de bromas. La modelo soltó una carcajada, tocando nuevamente el brazo de Chanyeol, como si no existieran límites.
Baekhyun casi sintió el estallido en su cabeza. Llegó a ellos con los ojos encendidos y la rabia latiendo bajo la piel, deteniéndose justo frente a la modelo.
—¿Qué mierda crees que estás haciendo? —espetó Baekhyun sin preámbulo, su tono cargado de furia.
La sonrisa de la chica se congeló en su rostro. Chanyeol parpadeó, claramente sorprendido por la repentina agresión.
—¿Perdón? —preguntó la chica, con incredulidad en su voz. La confusión en su rostro solo enfureció más a Baekhyun.
—¿Qué? ¿También eres sorda? —Baekhyun dio un paso hacia adelante, cruzando los brazos. La chispa de sarcasmo en su voz estaba bañada en veneno. —Te lo voy a decir más claro: Quítale las manos de encima.
La modelo lo miró como si no pudiera creer lo que estaba escuchando. Su expresión pasó de la sorpresa a una ligera molestia.
—Relájate, solo estábamos hablando —dijo ella, levantando las manos en señal de calma.
Baekhyun soltó una risa fría.
—¿Hablando? —repitió con una sonrisa sarcástica, pero sus ojos no tenían ni rastro de humor. —Si eso es hablar, deberías considerar meterte a una academia de actuación, porque parecías desesperada por algo más.
Chanyeol tragó saliva, visiblemente incómodo con la situación.
—Baekhyun, ya —intentó intervenir, pero Baekhyun lo ignoró por completo, centrando toda su furia en la chica.
—Escucha bien —dijo Baekhyun, con los ojos fijos en ella—. Él es mi novio. ¿Entiendes? Mi novio. Así que más vale que mantengas tus manos y tus risitas lejos de él. No lo voy a repetir.
La modelo lo miró con la boca ligeramente abierta, sin saber cómo reaccionar. Baekhyun mantenía su postura firme, como si fuera un muro infranqueable, pero por dentro, su corazón latía a mil por hora.
Chanyeol no dijo nada. Solo observaba en silencio, una mezcla de asombro e interés brillando en sus ojos. ¿Era su novio? Esa idea no sonaba nada mal.
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—No sabía que estaban juntos —murmuró la modelo, claramente incómoda. Dio un paso atrás, mirándolos a ambos como si acabara de interrumpir algo privado. —Tranquilo, no es para tanto.
Baekhyun entrecerró los ojos.
—Ahora lo sabes. Así que aléjate. No quiero verte cerca de él nunca más.
La chica soltó una risa nerviosa, tratando de suavizar la situación.
—Está bien, ya entendí. Relájate un poco. No pasa nada. —Con una última mirada a Chanyeol, se giró y se alejó rápidamente, claramente incómoda con la intensidad de Baekhyun.
Cuando se quedaron solos, el silencio entre Baekhyun y Chanyeol fue abrumador. Baekhyun intentó calmar su respiración, pero su pecho subía y bajaba rápidamente, como si acabara de correr una maratón. ¿Qué demonios acababa de hacer?
—¿Novio, eh? —preguntó Chanyeol, con una sonrisa que mezclaba diversión y algo más profundo. Sus ojos estaban fijos en Baekhyun, como si lo viera bajo una nueva luz.
Baekhyun se sintió atrapado en su mirada. Sabía que no tenía escapatoria ahora. Había dicho esas palabras sin pensar, pero ya no podía retractarse.
—No quería que siguiera molestándote —dijo Baekhyun, mirando hacia otro lado.
—¿Molestarme? —Chanyeol rio suavemente. —Parecía que te molestaba más a ti.
Baekhyun sintió el calor subir a sus mejillas. No sabía si era el orgullo, la vergüenza o la mezcla de ambas cosas lo que lo hacía sentir tan incómodo.
—¿Y si lo hacía? —soltó finalmente, con una pizca de desafío en su voz. —¿Qué importa?
Chanyeol dejó de sonreír. La suavidad en su mirada cambió a algo más serio, más intenso. Dio un paso hacia Baekhyun, invadiendo su espacio personal, pero sin tocarlo.
—¿Quieres saber lo que importa? —preguntó en voz baja.
Baekhyun sintió cómo su corazón se aceleraba peligrosamente. No había espacio para bromas o sarcasmos esta vez. Lo que fuera que estaba pasando entre ellos era real.
—Sí... —murmuró, apenas consciente de lo que decía.
Pero en ese preciso momento, alguien abrió la puerta del balcón, interrumpiendo el momento. Ambos retrocedieron rápidamente, como si los hubieran pillado haciendo algo prohibido. El instante se rompió, dejándolos atrapados en una maraña de emociones no resueltas.
—Me voy adentro —dijo Chanyeol, lanzándole una última mirada antes de alejarse. Había algo en sus ojos que prometía que esa conversación no había terminado.
Baekhyun se quedó en el balcón, con el corazón desbocado y las manos temblando. Había cruzado una línea que no sabía cómo deshacer. Y ahora, lo único que podía hacer era esperar a ver qué pasaba después.
