Los cagadones de Johnny #5: Tóxic Round... ¡FIGHT!

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En una reunión diplomática en Edenia, la atmósfera era tensa. Delegados de la Tierra y Edenia estaban sentados en un gran salón adornado con columnas de mármol y cortinas de seda, donde la luz del sol se filtraba creando un ambiente solemne. Al centro, se encontraban Sonya Blade y la Princesa Kitana, enfrentadas en una discusión que rápidamente se tornaba acalorada.

—¡No tienen ningún derecho a entrar en territorio edeniano sin autorización! —exclamó Kitana, con el ceño fruncido y el tono de voz firme—. ¡Esto es una violación directa a nuestra soberanía!

Sonya, con los brazos cruzados y una expresión dura, respondió de inmediato.

—No nos tomamos a la ligera una amenaza del Black Dragon. Recibimos información de inteligencia indicando que planeaban establecer una base aquí. No podíamos arriesgarnos a quedarnos de brazos cruzados.

Kitana hizo un gesto de desdén, dando un paso hacia adelante.

—¿Y tu respuesta es invadir un reino aliado? ¡Edenia no es un campo de pruebas para tus operaciones militares, Sonya! Si realmente valoras nuestra alianza, deberías haber venido a nosotros primero.

Sonya sostuvo su mirada, sin mostrar señales de ceder.

—No había tiempo para la diplomacia formal. Cuando se trata del Black Dragon, cada segundo cuenta. No voy a disculparme por proteger a mis soldados y a los inocentes, especialmente cuando Kano está involucrado.

Kitana apretó los labios y sus ojos se encendieron con una furia controlada.

—Entiendo el peligro que representa Kano, pero Edenia no es el enemigo, y tampoco solicitó tu intervención. Tus acciones podrían haber provocado un conflicto innecesario. Al menos, podrían habernos informado antes de lanzar una operación aquí. Estamos de tu lado, pero esto... —Kitana hizo una pausa, mirando a los demás delegados que seguían el intercambio con preocupación—. Esto no es lo que se espera de un reino aliado.

Sonya tomó aire, su expresión se endurecía aún más. Sentía la presión de la mirada de los delegados en la sala, pero no estaba dispuesta a dar marcha  atrás.

—Edenia puede ser un aliado, pero cuando el Black Dragon está involucrado, no podemos permitirnos vacilar. Mi prioridad es proteger vidas, sin importar las fronteras. Si la información resultaba ser cierta, ¿qué clase de líder sería si no hiciera nada?

Kitana sacudió la cabeza, frustrada. Su tono ahora llevaba un toque más personal.

—Lo que hiciste fue un acto de imprudencia. Edenia no es un reino indefenso, y podríamos haber manejado la amenaza de manera más diplomática. Hemos luchado juntos muchas veces, Sonya, pero eso no significa que puedas tomar decisiones unilaterales que afectan a mi pueblo sin consultarnos.

—¿Y si la amenaza hubiese sido real? —intervino Sonya, su voz más baja pero llena de convicción—. ¿Qué harías si Kano estableciera una base en tu territorio, y mi intervención hubiera evitado un ataque? A veces no hay tiempo para formalidades. Sé que mis métodos pueden parecer duros, pero la realidad es que no siempre tenemos el lujo de actuar con delicadeza.

El silencio en la sala era casi tangible, todos los presentes sintiendo la tensión entre las dos mujeres. Ambas estaban motivadas por un deseo genuino de proteger a sus respectivas naciones, pero sus métodos y prioridades se habían enfrentado de manera inevitable.

La discusión se prolongó, y la decisión final fue clara: hasta que se resolviera el conflicto diplomático, se restringiría el contacto entre los representantes más cercanos de ambos bandos. No incluía, sin embargo, a los 2 hombres amados por las mujeres que formaron dicho conflicto, lo cual a ojos de las mismas, sería una añadidura necesaria por su orgullo. 

One Shots random de Mortal KombatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora