One Shots random de Mortal Kombat

Papá celoso

En el cuartel general de las Fuerzas Especiales, el ambiente era tranquilo. Jackie Briggs, la hija del Jax del presente, y Takeda Takahashi, el hábil guerrero entrenado por el maestro Scorpion, compartían momentos juntos. Sin embargo, lo que parecía una cita normal se volvió un tanto incómoda cuando tanto Jax del presente como Jax del pasado notaron la situación desde distintas perspectivas.

Takeda y Jackie se encontraban en la sala de entrenamiento, practicando algunos movimientos de combate. Kung Jin, el arquero y amigo de Takeda, observaba con una sonrisa de complicidad mientras Jax del presente, el padre celoso, observaba con ojos de águila cada movimiento de la pareja.

—¿Podemos no hacer esto por el bien de Jackie? —propuso Takeda, consciente de la mirada intensa de Jax del presente.

Jax del presente frunció el ceño, su rostro musculoso mostrando preocupación paternal.—¿Temes no gustarle con la cara reventada? —respondió Jax del presente, cruzando los brazos con una expresión seria.

Por otro lado, Jax del pasado, que no podía evitar recordar sus propios tiempos de conquista, observaba la escena con una actitud más relajada.

—Bueno... Él no es tan mal partido... —comentó Jax del pasado, con una mirada retrospectiva y una pequeña sonrisa.

Takeda, intentando desviar la tensión, sonrió nerviosamente.

—No estoy aquí para causar problemas, señor Briggs. Solo quiero asegurarme de que Jackie esté bien.

Kung Jin, siempre dispuesto a agregar un toque de humor a la situación, intervino.—¿Y si dejas que te golpee? ya sabes, un par de combos junto a unos meses de incapacidad médica por una fractura... No suena taaaan mal.

Jax del pasado rió ante el comentario de Kung Jin, recordando sus propios días de bromas en las fuerzas especiales.

—Eh, muchacho, creo que estás hablando mi idioma —dijo Jax del pasado, dando un suave golpe en el hombro de Kung Jin.

Jax del presente, sin embargo, no parecía tan convencido.

—¿Por qué no le preguntamos al tío Lao? Él seguramente es un experto en fracturas de cuello— Gruñó Jax del presente, irritado por los comentarios del joven shaolin, quien se mostró incómodo con la pregunta. —Jackie, ¿estás segura de que este tipo es el adecuado para ti? —preguntó, manteniendo su tono serio.

Jackie, acostumbrada a las preocupaciones de su padre, le lanzó una mirada divertida.—Papá, no tienes que preocuparte tanto. Takeda es genial.

Takeda, sintiéndose un poco incómodo en medio de la dinámica padre-hija, trató de aliviar la situación. —Señor Briggs, no tengo intenciones de hacerle daño a Jackie. Solo quiero estar con ella.

Jax del presente suspiró, dando su aprobación con una mirada.—Está bien, muchacho. Pero si lastimas a mi hija, ya sabes qué te espera.

Jax del pasado, tratando de ser un poco más relajado, asintió. —Lo que mi yo del presente quiere decir es que la cuides bien, Takeda. Si no, tendrás que lidiar con nosotros.

Takeda sonrió, aceptando la advertencia de los dos Jax. —Lo tendré en cuenta, señores. No hay problema.

La tensión disminuyó, y los tres hombres intercambiaron miradas cómplices. Jackie, observando la escena con diversión, se acercó a Takeda. —Papá, relájate. Takeda y yo solo estamos pasando un buen rato. Además, ¿quién podría resistirse a un Briggs?—Bromeaba Jackie

Entre risas y comentarios, la tensión se disipó en la sala de entrenamiento de las Fuerzas Especiales. Mientras Takeda y Jackie continuaban con su cita, los dos Jax, cada uno desde su perspectiva temporal, compartieron una mirada de complicidad.

Aunque Jax del presente expresó sus preocupaciones de padre protector, y Jax del pasado recordó sus propias travesuras en el pasado, ambos reconocieron la autenticidad de Takeda y su deseo sincero de cuidar de Jackie. La mirada cómplice entre los dos Jax reflejó la comprensión de que, a pesar de las diferencias temporales, el amor y la preocupación paternal eran universales.