capitulo 27(no mejoro)

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Los días pasaban en Neverland, pero en el corazón de TN, las sombras seguían creciendo. A pesar de los intentos, de las palabras de aliento de Michael, de las pequeñas victorias, TN sentía que estaba perdiendo la batalla. El agotamiento emocional, el peso de sus pensamientos, y la constante lucha con su cuerpo la habían dejado exhausta, más de lo que podía admitir.

Esa noche, Michael estaba en el estudio, trabajando en una nueva melodía. TN lo había observado desde la puerta, notando cómo él se sumergía en su música, creando belleza con cada nota. Había algo en verlo así que siempre la había fascinado. Era como si él perteneciera a un mundo al que ella nunca podría acceder por completo. Un mundo lleno de luz y magia, mientras ella se ahogaba en su propio abismo.

Cuando la luna ya estaba alta en el cielo, TN decidió retirarse a su habitación, incapaz de soportar el peso de sus pensamientos por más tiempo. Se sentó en la cama, mirando las fotos que adornaban la pared: momentos de la gira, de los conciertos, de los dos sonriendo juntos. Se veía tan feliz en esas fotos, pero ahora, todo parecía tan distante, como si aquella versión de sí misma hubiera desaparecido por completo.

El espejo en la esquina del cuarto la llamaba, como si esperara que volviera a enfrentarse a su reflejo. Pero TN no quería mirarse. No quería ver a esa persona que no reconocía, a ese cuerpo frágil que se negaba a responder. Se recostó en la cama, sintiendo el peso de su tristeza caer sobre ella como una manta oscura, sofocante.

Cerró los ojos y dejó que las lágrimas fluyeran silenciosamente. Sabía que Michael estaba haciendo todo lo posible para ayudarla, pero, en lo más profundo de su ser, TN sentía que lo estaba fallando. Había noches en las que se preguntaba si él estaría mejor sin ella, si su amor estaba siendo una carga demasiado pesada para él. Y esa noche, ese pensamiento se hizo más fuerte que nunca.

Unas horas más tarde, Michael entró a la habitación en silencio, esperando encontrar a TN dormida. Pero cuando la vio despierta, con la mirada perdida en el techo y los ojos enrojecidos, supo que algo estaba mal. Se acercó lentamente, sentándose a su lado en la cama.

—¿Qué ocurre? —preguntó con una suavidad que solo él podía ofrecerle.

TN no pudo contenerlo más. Las palabras comenzaron a salir de su boca, como una avalancha de emociones que ya no podía reprimir.

—Michael... —su voz temblaba—. Siento que te estoy fallando. Que todo esto es demasiado para ti.

Michael frunció el ceño, completamente desconcertado.

—¿Por qué dirías eso? —preguntó, tomando su mano—. No me estás fallando, TN. Estás luchando. Eso es todo lo que importa.

TN negó con la cabeza, las lágrimas cayendo sin control.

—No lo entiendes. Yo... —su voz se quebró—. Yo no sé cuánto más puedo seguir así. Cada día es una lucha, y siento que estoy agotando toda mi energía solo para sobrevivir. No estoy mejorando. Solo... solo estoy sobreviviendo. Y tú... tú te mereces algo mejor.

Michael sintió un nudo en el pecho al escuchar sus palabras. No podía creer que ella sintiera que era una carga.

—TN... —comenzó, con la voz rota—. No digas eso. Lo que estás pasando es increíblemente difícil, pero no tienes que hacerlo sola. No eres una carga para mí. Nunca lo serás.

Ella lo miró con los ojos llenos de dolor, una mezcla de amor y desesperación.

—Pero mírame, Michael... —su voz era apenas un susurro—. Estoy rota. No soy la persona que conociste. No soy fuerte, no soy quien debería ser para ti. Siento que te estoy arrastrando conmigo, y eso no es justo.

Michael no pudo contener las lágrimas que empezaron a llenar sus ojos. La idea de que TN se sintiera de esa manera lo desgarraba por dentro. Se inclinó hacia ella, colocando su frente contra la de ella, como si con ese simple gesto pudiera transmitirle todo el amor que sentía.

 Se inclinó hacia ella, colocando su frente contra la de ella, como si con ese simple gesto pudiera transmitirle todo el amor que sentía

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—Eres todo lo que necesito, TN. No importa cuánto tiempo tome, no importa cuán difícil sea. No quiero nada más que estar contigo, ayudarte, amarte. No estoy aquí porque te sientas perfecta, estoy aquí porque te amo, tal como eres, con tus luchas, con tus miedos. No tienes que ser fuerte todo el tiempo.

Pero TN no podía dejar de llorar. La carga que sentía era demasiado pesada, y la tristeza la había consumido tanto que apenas podía respirar.

—Siento que no puedo seguir así... —murmuró entre sollozos—. No quiero seguir sintiendo este dolor todos los días.

Michael la abrazó con fuerza, con el corazón hecho pedazos. Quería encontrar las palabras que la salvaran, quería hacerla ver que todo iba a mejorar, pero no sabía cómo. Solo podía abrazarla, sintiendo el miedo crecer dentro de él, miedo de perderla, miedo de que el peso de su dolor fuera demasiado para ella.

—No te vayas... —susurró él, con la voz quebrada—. No te vayas, TN. Te necesito aquí. Lucharemos juntos, por favor, no te rindas.

TN lloró en su pecho, aferrándose a él con toda la fuerza que le quedaba. Sentía el amor de Michael, pero al mismo tiempo, la desesperación la consumía. Quería creer en sus palabras, pero esa noche, todo se sentía demasiado pesado, demasiado oscuro.

Y aunque Michael la sostuvo con todo su ser, esa noche, TN sintió que estaba al borde de algo de lo que tal vez no podría regresar.

todo puede pasar en una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora