Seis meses después
Habían pasado seis meses desde aquel día en el hospital, y aunque cada jornada había sido una batalla constante, algo dentro de TN comenzaba a cambiar. No había sido un camino fácil; la recuperación no era una línea recta, sino una serie de altos y bajos que muchas veces la hicieron pensar en rendirse. Pero estaba allí, respirando, luchando, un día a la vez.
TN había pasado esos meses entre terapias, consultas médicas y sesiones con especialistas que intentaban guiarla hacia la sanación tanto física como emocional. Aunque todavía luchaba con la imagen que el espejo le devolvía, había logrado algo que meses atrás parecía imposible: su peso había comenzado a estabilizarse. No era mucho, y aún tenía un largo camino por recorrer, pero el simple hecho de ver un cambio le daba una esperanza tímida de que tal vez, solo tal vez, podría empezar a dejar atrás la oscuridad.
Michael, fiel como siempre, nunca dejó de estar a su lado. Se había vuelto su roca, el punto de apoyo en el que se recargaba cada vez que el miedo o la ansiedad la superaban. Había momentos en los que su presencia silenciosa le daba la calma que necesitaba, y aunque Michael también estaba agotado, él jamás dejaba que TN lo viera desfallecer.
Era una mañana tranquila en Neverland, el sol apenas se asomaba por las ventanas cuando TN se levantó de la cama. Su cuerpo, aunque aún débil, ya no sentía ese dolor punzante que la acompañaba durante los peores días. Se miró en el espejo, notando pequeños cambios: su piel había recuperado algo de su tono, su cabello volvía a tener un brillo que no había visto en mucho tiempo, y aunque seguía delgada, ya no se veía tan frágil como antes.
Con pasos lentos, caminó hacia la báscula, el objeto que durante meses había temido. Subió en silencio, cerrando los ojos un momento, y luego los abrió lentamente para ver el número. Lo que vio no fue el salto drástico que hubiera deseado, pero al menos ya no bajaba. Era un pequeño avance, un paso hacia adelante.
Sin embargo, esa pequeña victoria no trajo la alegría que esperaba. TN sintió cómo una oleada de tristeza la invadía. No entendía por qué, pero en ese instante, se sintió abrumada. Era como si todo el esfuerzo de los últimos meses, todo el dolor que había pasado, no fuera suficiente. Aún sentía que no estaba donde debía estar, que la meta estaba demasiado lejos, inalcanzable.
Se sentó en el borde de la cama, mirando el suelo, las lágrimas llenando sus ojos. Sabía que Michael se despertaría pronto, y no quería que la viera así. Él había hecho tanto por ella, había puesto su vida en pausa para estar a su lado. Y aun así, TN no podía sacudirse esa sensación de ser una carga, de estar fallándole a él, y sobre todo, a sí misma.
Los pensamientos oscuros comenzaron a invadir su mente de nuevo. ¿Cuándo iba a estar bien de verdad? ¿Cuándo iba a sentirse completa otra vez? El agotamiento emocional era como una sombra que no se desvanecía, sin importar cuántos pasos pequeños lograra dar.
Justo en ese momento, la puerta del cuarto se abrió con un suave chirrido, y Michael apareció, todavía somnoliento, pero con una sonrisa cálida que siempre hacía que su corazón latiera más rápido.
—Buenos días —dijo con suavidad, acercándose a ella.
TN intentó sonreír, pero no pudo evitar que una lágrima cayera por su mejilla. Michael se detuvo al verla, su rostro cambiando instantáneamente al darse cuenta de su estado.
—¿Qué pasa? —preguntó con preocupación, arrodillándose frente a ella, tomando sus manos entre las suyas.
TN apartó la mirada, sintiendo cómo su tristeza comenzaba a desbordarse.
—Estoy cansada, Michael —susurró—. Estoy tan cansada de sentirme así, de no ser suficiente. He intentado tanto, y aún no siento que estoy mejor. Todo sigue siendo tan difícil.
Michael la miró con ternura, y sin decir una palabra, se acercó y la abrazó con fuerza, dejando que ella desahogara sus emociones en su hombro. Sabía que no había palabras que pudieran arreglar lo que TN sentía en ese momento, pero estaba decidido a no dejarla hundirse.
—Lo estás haciendo increíblemente bien, TN —murmuró él—. Sé que parece que no, pero has llegado tan lejos. Recuerda dónde estabas hace seis meses... apenas podías moverte sin sentir dolor. Ahora estás aquí, levantándote por ti misma. Eso es un logro inmenso.
TN sollozó en silencio, aferrándose a él.
—Pero siento que nunca será suficiente... que nunca voy a ser la persona que tú necesitas, que yo necesito ser.
Michael se separó solo lo suficiente para mirarla a los ojos, limpiando con cuidado las lágrimas de su rostro.
—Tú eres exactamente la persona que necesito. No tienes que ser perfecta, no tienes que tener todas las respuestas. Estás aquí, luchando cada día, y eso es lo más valiente que alguien puede hacer. Estoy tan orgulloso de ti, TN. No te das cuenta de lo fuerte que eres.
Las palabras de Michael penetraron la nube de desesperación que sentía TN. Aunque aún tenía miedo, aunque el dolor seguía presente, había algo en su mirada que la hacía sentir menos sola. Tal vez no tenía todas las respuestas, pero sabía una cosa con certeza: Michael no la iba a dejar, y eso, de alguna manera, le daba la fuerza para seguir adelante.
Se abrazaron en silencio por lo que pareció una eternidad, y en ese momento, TN se permitió creer que, aunque el camino fuera largo, tal vez no estaba tan sola como pensaba.
Tal vez, solo tal vez, podría llegar a estar bien algún día.
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todo puede pasar en una noche
RomanceUn famoso se podra enamorar de ti hasta el punto de secuestrarte para que solo estes con el? ⚠️la historia te hara llorar⚠️ ⚠️Basado en la vida de michael jackson⚠️