Capitulo 16 continuación(Angel purity)

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ADVERTENCIA CONTENIDO +18



La habitación estaba envuelta en una penumbra seductora, donde la suave luz de la luna apenas se filtraba por las cortinas, creando sombras que se movían como testigos silenciosos del deseo que llenaba el aire. Leah sentía su piel erizarse bajo la anticipación, su respiración acelerada, mientras sus ojos no podían despegarse de Nicholas. Su mirada era oscura, profunda, con una intensidad que prometía que lo que estaba por suceder cambiaría todo entre ellos.

"¿Estás lista para esto?" preguntó él, su voz apenas un susurro cargado de deseo. El sonido resonó en la habitación, haciendo vibrar el silencio como si esas palabras tuvieran vida propia. Nicholas se acercó lentamente, cada paso suyo parecía hacer que el tiempo se detuviera. Su mirada no se apartaba de ella, y la tensión entre ambos crecía, una cuerda estirada a punto de romperse.

Leah respiró hondo, sabiendo que en ese momento, no había vuelta atrás. "Sí," respondió, su voz temblando levemente, llena de expectativa y algo más. "Quiero que me muestres todo." Sus palabras fueron un desafío, una invitación abierta a explorar el límite de lo que ambos estaban dispuestos a descubrir esa noche.

La sonrisa de Nicholas era pura complicidad, un reflejo de sus pensamientos más oscuros. Se acercó lo suficiente para que Leah sintiera el calor de su cuerpo contra el suyo. "No habrá vuelta atrás," murmuró mientras sus dedos rozaban suavemente la piel de su mejilla, un toque que hizo que todo el cuerpo de Leah se estremeciera. "Pero te prometo... será inolvidable."

Con un movimiento calculado pero suave, Nicholas la tomó de la mano y la llevó hacia el sofá, donde las sombras danzaban como cómplices. Leah sentía su corazón acelerarse, la adrenalina inundaba sus venas, pero también estaba el deseo, ese que crecía con cada segundo. Se sentaron juntos, tan cerca que podía sentir cada latido del corazón de él, un eco del suyo propio.

Sus miradas se encontraron una vez más antes de que Nicholas rompiera la distancia. Sus labios apenas rozaron los de Leah en un beso inicial, casi tímido, pero cargado de promesas no dichas. Fue como encender una llama que rápidamente se volvió incontrolable. El beso se intensificó, convirtiéndose en algo más profundo, más desesperado. Sus lenguas se encontraron en un baile sensual, explorando, buscando más, cada segundo alimentando el fuego que los consumía.

"Quiero tocarte," susurró Nicholas con deseo contenido, sus manos comenzando a deslizarse bajo la blusa de Leah, tocando su piel cálida y suave. El simple contacto fue como una descarga eléctrica que recorrió su cuerpo, haciéndola jadear.

"Hazlo," pidió ella, su voz entrecortada, apenas un susurro. La anticipación crecía dentro de ella, un fuego que ardía más intensamente con cada caricia. "Quiero sentirte."

Con movimientos firmes pero llenos de ternura, Nicholas desabrochó la blusa de Leah, dejándola caer al suelo como si fuera un detalle insignificante comparado con lo que estaba a punto de desvelarse. Sus ojos se deslizaron hacia sus senos, su mirada ardiente los admiraba como si fueran la más exquisita obra de arte jamás creada.

"Eres perfecta," dijo, su voz grave resonando en el aire cargado de deseo. Sus manos exploraban cada curva, cada centímetro de piel desnuda, enviando oleadas de placer a través de Leah. Ella cerró los ojos y dejó escapar un gemido cuando Nicholas tomó uno de sus pezones entre sus dedos, acariciándolo con una ternura que rápidamente se convirtió en una pasión más cruda.

"Quiero que sientas todo lo que tengo para ofrecerte," murmuró él mientras sus labios recorrían su torso, dejando una estela de besos ardientes que encendían cada fibra de su ser. Leah se arqueó hacia él, su cuerpo ansiaba más, deseando la liberación de esa tensión que crecía con cada segundo.

𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭 𝐒𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫'𝐬Where stories live. Discover now