Leah sentía el peso de los flashes aún en sus párpados cerrados. La noche anterior había sido un torbellino: la sesión de fotos, la presión de Nicholas, el equipo pendiente de cada movimiento. Todo había terminado con una cena exclusiva en un lujoso restaurante donde ella era la invitada de honor. Cada gesto que hacía, cada palabra que decía, era analizada, como si fuera una muñeca que todos miraban, esperando algo más.
Despertó en su penthouse, completamente sola. La vista desde el ventanal la mostró una ciudad que se extendía hasta el horizonte, un recordatorio de que ahora jugaba en las grandes ligas. Sin embargo, algo en su pecho se sentía vacío. Esa soledad que había sentido antes de conocer a Nicholas ahora era más palpable que nunca.
De pronto, el teléfono vibró en la mesa de noche. Era un mensaje de Olivia, su mejor amiga. Había sido días desde la última vez que hablaron. Leah había estado tan inmersa en este nuevo mundo que olvidó lo que era ser normal.
"¿Dónde te has metido? Me tienes preocupada. ¿Todo está bien?"
Leah se mordió el labio, incapaz de responder de inmediato. ¿Estaba bien? Sí, estaba cumpliendo su sueño. Sí, Nicholas la estaba llevando a la cima, justo como había prometido. Pero, ¿por qué algo en el fondo de su corazón le decía que había algo más, algo oculto tras esas sonrisas y promesas?
Antes de que pudiera seguir pensando en ello, la puerta del penthouse se abrió de golpe. Nicholas entró, vestido de forma impecable como siempre, pero con un aire de impaciencia en sus ojos. "Tenemos una reunión con los productores en una hora," anunció sin preámbulos. "Es sobre tu primer single. Esto es crucial, Leah."
Ella asintió, intentando sacudirse esa sensación de vacío, mientras Nicholas se acercaba a ella. "¿Estás bien?" preguntó él, su tono bajo, pero había algo más detrás de esa pregunta, algo que Leah no podía identificar. ¿Era realmente preocupación o simplemente quería asegurarse de que no colapsara antes de cumplir con sus expectativas?
"Estoy bien," respondió, aunque sabía que la mentira era más para ella que para él.
La reunión con los productores fue intensa. Sentada en una larga mesa rodeada de hombres trajeados, Leah sintió cómo su voz se ahogaba en el ambiente. Nicholas lideraba la conversación, hablando por ella, tomando decisiones sin siquiera consultarla. Él controlaba todo, desde la elección de las canciones hasta el enfoque del álbum. Leah estaba ahí, pero era como si no existiera realmente. Su opinión no parecía importar.
Cuando uno de los productores mencionó la posibilidad de un video musical con una temática provocativa, Leah levantó la mano, como si fuera una estudiante en un aula, intentando hacerse escuchar. "No estoy segura de eso," dijo, su voz suave pero firme. "No sé si me siento cómoda con esa imagen."
Nicholas la miró con una sonrisa tensa, pero sus ojos ardían con una intensidad controlada. "Leah, cariño," comenzó, con una dulzura en su tono que ocultaba la reprimenda que vendría después. "Sabes que la industria necesita más que una buena voz. Necesitas ser memorable, impactante."
Los productores asintieron, y Leah sintió cómo la presión crecía en su pecho. ¿Esto era lo que realmente quería? ¿Convertirse en algo que no era solo por cumplir con las expectativas de otros?
Al salir de la reunión, la atmósfera entre ella y Nicholas era densa. Él caminaba rápidamente, sin decir una palabra, hasta que finalmente se detuvo en una esquina del pasillo vacío. Se giró hacia ella, su rostro sombrío. "¿Qué fue eso allá adentro?"
Leah lo miró, sorprendida por el tono cortante. "Solo quería opinar sobre algo que no me hace sentir bien. No soy solo una imagen, Nicholas. Esto es mi carrera."
"¿Tu carrera?" Nicholas dejó escapar una risa amarga. "Leah, ¿crees que habrías llegado aquí sola? Todo esto, el éxito, las oportunidades... todo es porque yo te puse en ese pedestal. Te estoy transformando en la estrella que siempre quisiste ser. Pero no puedes cuestionar cada movimiento. Necesitas confiar en mí."
Leah sintió una punzada de resentimiento. Sabía que Nicholas tenía razón en cierta medida. Él la había guiado, sí, pero ¿a qué costo? "Quiero confiar en ti, Nicholas, pero no quiero perderme a mí misma en el proceso."
El rostro de Nicholas se endureció. Se acercó más, invadiendo su espacio personal. "Escucha, Leah. Este mundo es cruel, y solo sobreviven los más fuertes. No tienes tiempo para dudar o para ser débil. Si quieres llegar a la cima, tienes que entregarte por completo, sin preguntas."
El corazón de Leah latía con fuerza. Las palabras de Nicholas se sentían como una advertencia. Una parte de ella quería seguir adelante, cumplir su sueño, pero otra parte, esa voz interior que siempre había sido su ancla, le decía que tenía que tener cuidado.
Nicholas se inclinó, besando su frente suavemente. "Sé que puedes hacerlo, Leah. Sé que eres fuerte. Pero tienes que confiar en mí. Siempre."
Con esas palabras, la dejó sola en el pasillo vacío.
Leah se quedó ahí, mirando el suelo, sintiéndose atrapada en una red que ella misma había ayudado a tejer. ¿Hasta dónde estaba dispuesta a llegar para cumplir su sueño? ¿Y cuántas partes de sí misma tendría que sacrificar en el camino?
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𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭 𝐒𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫'𝐬
Fanfiction╔═══════════════╗ +21 FANFINC ╚═══════════════╝ Nicholas Alexander Chavez es la definición de perfección en el mundo del espectáculo: carismático, talentoso y con un rostro que esculpió el mismo diablo. Pero detrás de esa fachada impecable, hay u...