Perdonen lo tarde del capítulo... trabajo.
Perdonen por haber anulado la publicación, escribo en otra app y al pasarlo a wattpad me cortó gran parte del capítulo.
Este es con seguridad el capitulo más largo hasta ahora... espero que lo disfruten ❤️
—Cariño, no creerás lo que pasó —exclamó Mei con una sonrisa mientras mantenía una llamada telefónica—... ¡Apareció Harmony!
—No —respondió Demian sorprendido—, ¿en serio? Adriana y Lorena deben estar muy felices —agregó Demian mientras estaba en la cocina cocinando algo.
De repente, unas voces infantiles hicieron presencia en la llamada, Mei pudo escucharlo muy bien.
—¡Suéltame! ¡No puedo respirar! —se escuchó al fondo de la llamada.
—¡Déjalo! —respondió otra voz.
—¡Te dije que me sueltes Alex, no puedo respirar! —pidió una vez más.
—Tienes que volver pronto —pidió Demian—, van a volverme loco.
Adriana y Lorena llevaban varios años prácticamente viviendo en Londres, Mei y los demás miembros de la familia solo las visitaban periódicamente. Mei llevaba poco más de un mes allí, pero una madre que tenía responsabilidades.
—Yo volveré pronto, no te preocupes —aseguró Mei.
—Eso espero porque —Demian hizo una pausa al ver a su hijo menor apareciendo sangrando por la nariz.
—La sangre tiene un sabor extraño —dijo el pequeño de nombre Mateo.
—Por Dios, ¡Alex, ¿qué le hiciste a tu hermano ahora?! —exclamó Demian antes de despedirse de Mei—. Cariño, tengo que irme.
—No te alteres, mantén la calma que volveré pronto —aseguró Mei antes de colgar la llamada.
Ahora regresaría Mei pero Adriana y Lorena no. Haber encontrado a Astrid, les renovaba la esperanza para encontrar a Britany. La tenían a escasos centímetros de ella, pero Selena ni siquiera recordaba que había sido adoptada, lo negaba.
Era difícil simplemente deducir que se trataba de ella porque existían muchas chicas con su color de cabello y el cambio físico de una niña de cinco años a una mujer de 22 años era considerable.
Pero a pesar de la "ausencia" de Britany, ellas estaban felices de haber encontrado a una de ellas al menos. Era eso lo que les daba las esperanzas para seguir buscando a Brittany.
—Tienen que conocer a René —dijo Astrid con entusiasmo—, es como una abuela para mí, me ha cuidado durante muchos años.
—Espera, ¿y tus padres? —preguntó Lorena, mientras indagaban sobre el pasado de Astrid.
Astrid guardó silencio por un momento, sus padres adoptivos estaban muertos, pero ella no quería decir que los habían asesinado porque detrás de eso se esconde algo más.
—Murieron... en un accidente —dijo Astrid en un susurro—, hace un par de años.
—Al menos dinos que tuviste una infancia linda —pidió Adriana, esperando una respuesta positiva.
Astrid respiró profundamente, tratando de contener las emociones que amenazaban con desbordarse, mientras recordaba lo cruel que había sido su infancia con ella.
—No —negó Astrid al instante—, no fue así.
Sus ojos se clavaron en los de Lorena y Adriana, las mujeres que la habían buscado sin descanso durante diecisiete años.