Capítulo 2

514 53 4
                                        

Los días siguientes en el museo transcurrieron sin demasiados sobresaltos. Pedri se había adaptado bien a sus tareas, y la mayoría del tiempo, lograba evitar a Gavi. Sin embargo, cada vez que se cruzaban en los pasillos o en las salas del museo, Gavi parecía tener un comentario listo para lanzarle, como si fuera incapaz de dejarlo tranquilo. Pero Pedri había aprendido a responder con calma, sin dejarse llevar por la frustración que el jugador intentaba provocarle.

Era una mañana tranquila, el museo apenas comenzaba a llenarse de visitantes. Pedri estaba revisando la exposición de camisetas históricas del equipo, asegurándose de que todo estuviera en orden, cuando escuchó de nuevo esa risa familiar. No necesitaba girarse para saber quién estaba detrás de él.

—Pensé que ya te habrías cansado de esto —dijo Gavi, acercándose sin previo aviso.

Pedri no levantó la vista de su trabajo.

—Me gusta lo que hago, aunque a ti te cueste entenderlo —respondió con tono neutral.

—No sé cómo puedes encontrar interesante este lugar —replicó Gavi, echando un vistazo alrededor—. Todo lo que ves aquí es historia antigua. El presente es lo que importa.

Pedri sonrió por lo bajo, negando con la cabeza.

—El presente no existiría sin la historia. Por eso es importante. Deberías saberlo, juegas en uno de los clubes más históricos del mundo.

—Tienes una respuesta para todo, ¿eh? —Gavi lo observó de cerca, pero esta vez, sin la habitual burla en su voz—. Aún no entiendo por qué alguien como tú está aquí.

Pedri, sorprendido por el tono más serio, dejó lo que estaba haciendo y lo miró.

—¿A qué te refieres con "alguien como yo"? —preguntó, cruzando los brazos.

—Tú. Diseño de modas, arte, todo eso... —Gavi lo miraba como si intentara descifrar un misterio—. No tiene nada que ver con este lugar, ni con nosotros. ¿Por qué no estás en una escuela de arte o algo así?

—Porque necesito trabajar, como todo el mundo —respondió Pedri con franqueza—. ¿O piensas que porque quiero ser diseñador no tengo que ganar dinero?

Gavi pareció quedarse pensativo por un momento. Estaba acostumbrado a rodearse de gente que no tenía problemas económicos, gente para la que el dinero no era una preocupación. Pedri, en cambio, le mostraba una realidad diferente.

—Supongo que no lo había pensado así —admitió, encogiéndose de hombros.

Pedri soltó una pequeña risa, incrédulo ante la honestidad de Gavi por primera vez.

—No te preocupes, no espero que lo entiendas —bromeó, volviendo a su trabajo.

Gavi se quedó en silencio un momento, observando a Pedri con algo diferente en la mirada, como si estuviera viendo al chico por primera vez bajo una luz distinta. Finalmente, sacudió la cabeza y soltó una risa suave.

—Eres más interesante de lo que pensé al principio, diseñador.

—Lo tomaré como un cumplido... creo —respondió Pedri, sin dejar de hacer su trabajo.

El silencio entre ellos no era incómodo, pero tampoco amistoso. Era como si ambos estuvieran tanteando terreno desconocido, probando los límites del otro. Sin embargo, antes de que Pedri pudiera pensar más en ello, Gavi habló de nuevo.

—¿Tienes algún plan después de aquí? —preguntó Gavi de repente, rompiendo la quietud.

Pedri lo miró, algo sorprendido por la pregunta.

En Esta VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora