Capítulo 83: Hacerte volver

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Si pudiera detener el tiempo, con placer lo haría
Sobre todo, cuando aquí te tengo y te siento mía, Mía, mía.
Compartiendo nuestros sentimientos, nuestras fantasías.
Si pudiera detener el tiempo, pero es imposible.
Solo queda vivir el momento, pero es preferible
Y estar contigo, aunque sea un instante, de verdad me sirve.
Que me des tu amor, para no morirme.

Si pudiera / la original banda el limón.

Addison:

Todo el coche iba en completo silencio, mientras yo manejaba, y observaba a mi esposa de reojo, que iba sentada al lado mío, mirando por la ventana, todavía sumida en sus pensamientos, era como si su cuerpo estuviera aquí y su mente en otro lado.

Mis hijos iban muy serios en la parte de atrás, excepto por Ellis, que todo esto se le hacía muy divertido, me habían hablado de la escuela, para recogerlos, al parecer se metieron en problemas otra vez, y los suspendieron, y para mi pesar, no los puedo regañar, porque a mí me acaban de correr de mi trabajo por motivos similares.

-Entonces de mi carro para mañana, y el permiso de esta noche ya ni hablamos, ¿verdad? –dice mi hija, en un susurro, detrás de mí.

-Lo del carro, sigue pendiente, lo de salir esta noche, definitivamente no va a suceder, están castigados los dos.

Ninguno protesto, tenían claro que lo que hicieron no estuvo bien, así que espero cumplan con su castigo, mientras yo me encargo de mi esposa.

- ¿A dónde vamos? –me dice ella, sacándome de mis pensamientos.

-A casa –menciono, dando vuelta hacia la derecha, como ya es habitual.

-Este no es nuestro camino hacia el departamento.

- ¿Departamento? –pregunta mi hija.

-Sí, donde vivimos tu y yo –dice ella, ignorando a Hope, como si no existiera.

-Amor –digo, estacionando el coche en la acera, y volteando a verla - ¿te refieres al departamento donde vivimos antes de irnos a Boston? –ella asiente.

- ¿A caso tenemos otro?

Y mi miedo más grande se está cumpliendo, sus recuerdos cada vez se van a olvidando, y en respuesta, su mente recuerda solo sucesos del pasado, como si fueran hechos actuales.

Esto ya lo habíamos pasado con Ellis, el poco tiempo que vivimos con ella, se mas o menos como manejarlo.

-No amor –le respondo con cautela –solo llevare a los niños con Amelia, e iremos ahí.

Ella me ve confundida, sé que su mente se pregunta de qué niños hablo, pero solo asiente, sin hacer más preguntas.

-Esto da miedo –escucho a alguien murmurar.

-Su madre está bien –los tranquilizo –solo necesita tener su mente tranquila, para poder recordar, es todo –ellos asienten, sin creerme del todo –los llevare a casa, y no quiero problemas.

-Si –contestan los tres, y yo pongo en marcha el coche, hacia la casa.

Después de dejarlos, la lleve a nuestro antiguo departamento, el que teníamos antes de irnos a Boston, nuestro primer hogar juntas.

Al entrar, un olor familiar a café, inundo el espacio, mi hermano vivía ahí, después de que Bea se fue a estudiar, el conoció a alguien, y ambos compartían el departamento, pero mi cuarto, el de nuestro primer bebe, y el cuarto de mi sobrina, seguían intactos.

- ¿Quieres dormir?, comer algo, no se...

Ella deja su bolsa en el sillón, y comienza a observar el lugar, como analizando cada espacio de este, ignorando mis preguntas.

No merezco volver Donde viven las historias. Descúbrelo ahora