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Estado: A este paso Jungkook no tendrá ni para almorzar en la universidad, pero feliz por ser un romántico.








Los días pasaban, y el comportamiento de Jungkook se volvía cada vez más curioso para sus padres. Cada mañana, se levantaba mucho antes de lo habitual, bajando las escaleras con prisa. Sus padres, que al principio se sorprendían, ya no le preguntaban más. Siempre recibían la misma respuesta:

—Tengo que hacer algo importante antes de ir a la universidad —decía Jungkook, sonriendo mientras se despedía.

Ellos lo observaban desde la cocina, intercambiando miradas, sin comprender del todo a qué se refería. Pero Jungkook, con su actitud despreocupada, siempre lograba esquivar más preguntas.

Una mañana, como de costumbre, salió corriendo de la casa, pero esta vez no se dirigió a la pastelería de Jin. En cambio, tomó el camino hacia la florería de Jimin. Al llegar, tocó la puerta insistentemente, hasta que, después de unos minutos, el menor abrió medio dormido, frotándose los ojos.

—¿Jungkook? ¿Otra vez tan temprano? —preguntó Jimin, bostezando—. ¿Qué necesitas ahora?

Jungkook le sonrió con esa expresión de tengo un plan.

—Flores, hyung. Las favoritas de Taehyung.

Jimin lo miró, alzando una ceja.

—Oh espera, ¿así que tú eres el admirador secreto? —bromeó, cruzándose de brazos—. No me lo esperaba de ti. ¿Desde cuándo te volviste tan romántico?

Jungkook se rió mientras Jimin, aunque medio adormilado, fue a buscar un ramo de flores perfectas para la ocasión. Al entregárselas, Jimin no pudo evitar seguir molestándolo.

—No te preocupes, mantendré el secreto... por ahora —sonrió pícaramente—. Aunque deberías saber que soy fácil de sobornar con buenos dulces.

—Gracias, hyung, lo tendre en cuenta —respondió Jungkook, ignorando las bromas de Jimin mientras pagaba por las flores y salía de la tienda.

Ese día, en la facultad de Taehyung, Jungkook llegó mucho antes que el día anterior. Sabía que no podía arriesgarse a ser descubierto. Sin embargo, cuando llegó al aula, se dio cuenta de que Taehyung había llegado temprano también. Estaba sentado cerca de la ventana, fingiendo leer un libro, pero sus ojos se desviaban constantemente hacia la puerta, como si esperara atrapar a la persona misteriosa que había estado dejándole regalos.

Jungkook sintió un leve pánico, pero reaccionó rápido. Caminó hacia un chico que pasaba por el pasillo, sacó algo de dinero de su bolsillo y le susurró algo al oído. El chico asintió, tomando las flores y dirigiéndose al aula.

A este punto jungkook se quedaría sin comer en la universidad.

Desde una esquina, Jungkook observó cómo el chico entraba y se acercaba a Taehyung.

—Esto es para ti, de parte de tu admirador secreto —dijo el chico, extendiéndole las flores.

Taehyung, sorprendido y visiblemente sonrojado, tomó el ramo con cuidado, su corazón latiendo con fuerza. Entre las flores, había una pequeña nota. La abrió con manos temblorosas y leyó en silencio:

"Como las flores más bellas, tu presencia ilumina cualquier lugar. Que cada día florezcas más, Taehyung."

Taehyung sonrió tímidamente, sin poder ocultar su nerviosismo, mientras sostenía las flores en sus manos.

Durante el receso, Taehyung no pudo resistirse a compartir lo que acababa de suceder. Le tomó una foto a las flores y la envió al grupo de chat de sus amigos. Apenas unos segundos después, el chat comenzó a explotar con reacciones y mensajes.

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