Best of me

18.

Estas : Diosito llévame por favor

Jungkook estaba tumbado en su cama, con los ojos fijos en el techo mientras la tenue luz de su lámpara de escritorio arrojaba sombras en las paredes de su habitación. La conversación con su padre no dejaba de resonar en su mente, una y otra vez, como un eco persistente.

"¿Taehyung sabe que quien lo pretende es un hombre?"

Había sido una pregunta directa, tan abrupta como lo era su padre. Jungkook apenas había logrado responder con un encogimiento de hombros y un mormullo evasivo. Pero ahora, en el silencio de la noche, la pregunta parecía exigirle una respuesta más clara, más honesta.

Rodó sobre su costado, tomando su celular de la mesita de noche. Miró la pantalla bloqueada, su propio reflejo en el cristal devolviéndole una mirada inquieta. Quiso escribirle a Taehyung, pero ¿qué podría decirle?

"Oye, solo quería asegurarme de que sabes que soy un hombre."

No eso sonaba muy directo, hasta un infarto le daría.

"Tae soy hombre casate conmigo"

Noooo, dios me pone un orden de alejamiento.

"Soy un chico, lamento si te quito la ilusión de que fuera una chica. Solo quiero que sepas la verdad".

Bueno ya fue, ese sera que sea lo que dios quiera.

Ojala dios quiera lo que yo quiero.

No, eso sonaba absurdo, incluso en su cabeza. Pero algo tenía que hacer. Taehyung merecía saberlo. Merecía saber exactamente quién lo pretendía.

Jungkook se sentó en la cama, pasando una mano por su cabello desordenado. Había estado evitando este momento durante semanas. Aunque los gestos y las palabras implícitas estaban allí, nunca había cruzado la línea de la confesión directa. Y ahora, enfrentarse a ello se sentía como caminar sobre un campo minado.

"¿Y si lo arruino todo?" La duda lo atormentaba. Taehyung era su amigo de toda la vida. ¿Qué pasaría si después de esto no pudiera mirarlo a los ojos? ¿Y si Taehyung lo rechazaba, no sólo como posible interés romántico, sino también como amigo?

El día había comenzado como cualquier otro, pero en la mente de Jungkook, una tormenta de emociones se cernía sobre él. La pequeña nota que había dejado en el escritorio de Taehyung esa mañana, oculta entre los libros, era simple pero cargada de peso:

"Soy un chico. Lamento si esto destruye la ilusión de que fuera una chica. Solo quiero que sepas la verdad."

Había escrito y reescrito esas palabras decenas de veces, pero siempre volvía a lo mismo. No podía seguir ocultando su identidad, no cuando Taehyung estaba tan cerca de descubrir la verdad por sí mismo. Jungkook sabía que corría un riesgo, pero también sabía que la mentira, aunque silenciosa, lo estaba carcomiendo.

Si seguía emborrachándose y yendo a casa de Taehyung terminaría confesándole que le gusta.

Cuando el grupo se reunió más tarde en la cafetería, la atmósfera usualmente animada se sentía tensa. Todos esperaban ver el entusiasmo de Taehyung por el nuevo regalo o carta de su admirador secreto. Sin embargo, la expresión en su rostro era todo lo contrario. Taehyung se veía desanimado, distante. Yoongi fue el primero en notar el cambio y frunció el ceño.