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La tranquilidad de Incheon se desvaneció lentamente, como si una sombra se hubiera deslizado sobre el pueblo. Los días que siguieron a la confesión de sus sentimientos entre Jake y Heeseung estaban impregnados de una mezcla de euforia y temor. La conexión que compartían crecía, pero la historia de Dominic y Jhon seguía resonando en la mente de Jake, recordándole constantemente que el amor no siempre es un camino de rosas. Las cartas ocultas y el pasado trágico que había descubierto lo seguían atormentando, y la realidad del pueblo que los rodeaba se volvía más clara y aterradora.

Una tarde, mientras Jake revisaba las cartas en su habitación, sintió que una pesada nube de tristeza lo envolvía. Las palabras de Dominic se apoderaron de su mente, llenándolo de angustia:

*"El amor no conoce fronteras, pero las sombras del miedo son un enemigo implacable."*

Jake sabía que estas palabras no eran solo un eco del pasado; eran un reflejo de lo que estaba sucediendo en su propia vida. Incheon no era un lugar donde el amor entre dos hombres pudiera florecer sin peligro, y la revelación de sus propios sentimientos por Heeseung podría atraer la misma tragedia que había consumido a Dominic y Jhon.

Esa tarde, decidió salir a dar un paseo, esperando que el aire fresco lo ayudara a aclarar su mente. Las calles, que antes le parecían acogedoras, ahora le parecían sombrías. Los rostros de los habitantes del pueblo estaban marcados por la desconfianza, como si las historias del pasado aún influyeran en el presente. Jake sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Sería posible que la historia de amor que había comenzado a florecer con Heeseung estuviera condenada a repetir los mismos errores?

Al regresar al café donde solían encontrarse, Jake sintió un nudo en el estómago. Se sentó en su mesa habitual y miró por la ventana, tratando de controlar la creciente ansiedad que lo consumía. Entonces, vio a Heeseung acercarse, su figura recortada contra el cielo enrojecido por el atardecer. La mirada de Heeseung, normalmente llena de luz, parecía oscurecida por una sombra de preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó Heeseung, sentándose frente a él y tomando las manos de Jake entre las suyas—. Te he visto preocupado últimamente.

Jake no supo por dónde empezar. Las palabras se agolpaban en su mente, pero el temor de compartir sus miedos con Heeseung lo mantenía en silencio. Sin embargo, sabía que no podía ocultar sus sentimientos por más tiempo.

—Es solo que... —comenzó, tragando en seco—. A veces, siento que lo que hemos encontrado puede estar en peligro. Incheon no es un lugar fácil para el amor como el nuestro.

Heeseung lo miró fijamente, sus ojos oscuros llenos de comprensión, pero también de tristeza.

—Lo sé —respondió Heeseung en un susurro—. A veces me pregunto si deberíamos seguir adelante. Si debemos arriesgarnos a ser descubiertos.

Las palabras resonaron en el corazón de Jake, pero también lo llenaron de temor. El pensamiento de perder a Heeseung lo aterrorizaba. La historia de Dominic y Jhon lo seguía persiguiendo, recordándole que la revelación de un amor prohibido podía tener consecuencias devastadoras.

De repente, el ambiente cambió drásticamente. Un grupo de jóvenes entró al café, riendo y hablando en voz alta. Jake los reconoció como los chicos del pueblo que, a menudo, se reían de los rumores sobre la relación entre Dominic y Jhon. Sin embargo, lo que más le inquietó fue la mirada de uno de ellos, un joven de cabello corto y una sonrisa burlona, que al cruzarse con los ojos de Jake mostró una expresión de desdén.

el secreto de las cartas de amor; heejake!ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora