Before I Go

Don't Blame Me.

Las investigaciones sobre el pequeño caos que provocaron Norris y Brown estaban por concluir, la mayoría de los miembros de la manada ya habían sido interrogados, entre ellos ya se encontraban casi todos los Omegas, menos Horner y la mayoría de los Alfas, menos Verstappen, Sainz y Rosberg, los cuatro estaban en salas de conferencia del paddock o en su propia oficina, en el caso de Horner, para descontento de sus parejas.

Sobre todo de Wolff, que parecía cada vez más nervioso por sacar a su marido de ahí.

Actualmente estaban terminando de interrogar a Verstappen, quien lucía cada vez más irritado.

– Ya le dije oficial, no tengo nada que ver con el atentado contra Norris, el solito se lo buscó – el hombre miro al Alfa con molestia.

– ¿Solito se buscó que un Alfa que le duplica la edad lo mordiera? – Verstappen resoplo.

– ¿Sabe qué acostumbraba a hacer?, enviarle mensajes a los Alfa, diciendo que estaba esperando un cachorro de ellos, lo intentó hacer conmigo, pero por supuesto no le creí – el detetctive anotó todo lo que el neerlandés estaba diciendo.

– ¿A qué se refiere señor Verstappen? – el Alfa resoplo, y sacó su teléfono, buscando una conversación archivada y luego mostrándosela al oficial.

– Mamá dijo que mejor me quedará con las pruebas, tres veces intentó decir que estaba embarazado de mí, que yo era el futuro padre del cachorro, pero todas esas veces yo me fui antes de que "estuviera" con él, ahí está todo, no sé porque lo hacía o hacer, no tengo idea de a que otros Alfas ha tratado de estafar así, pero yo casi caigo la primera vez, solo quiere dinero para el aborto, creo que lo rompí luego de decirle la segunda vez que no pagaría nada, y que si hubiera alguna posibilidad de que tuviéramos un cachorro me lo quedaría, porque era mío, no importaba nada más – el hombre dejo de anotar y reviso el teléfono.

– ¿Podríamos quedarnos con esto?

– ¿No pueden hacer una copia?, es que quiero los mensajes con mi solecito, está esperando a nuestro tercer cachorro, no diga, se supone que la prensa todavía no lo sabe – el hombre sonríe con diversión.

– Pediré que hagan una copia de todo, bueno, del chat, no podemos meternos con nada más que lo que nos de permiso – el rubio se encogió de hombros.

– Por mi no hay problema, mientras su gente se aseguré de nunca hablar de la información que encuentre de mi trabajo, si lo promete entonces no tengo ningún problema – el oficial parpadea sorprendido antes de asentir.

– Llevaré esto a laboratorio, puede irse, señor Verstappen, y felicidades por el nuevo cachorro – el Alfa sonríe y mira con agradecimiento al detective.

– Gracias, es el primero que le dice nuevo cachorro, no primer cachorro, olvidan que tengo dos hijos – el hombre le sonríe y con una despedida el Alfa rubio está fuera, mientras tanto Rosberg es el que entra en su lugar, cruzando miradas con Verstappen quien se encoge de hombros ante la mirada interrogativa del neerlandés.

– Señor Rosberg, por favor, tome asiento, solo quiero hacerle unas preguntas rápidas, solo quiero ver que es lo que ocurrió – el alemán se cruzo de brazos y alzó una ceja, con diversión sobre todo.

– ¿Qué quiere saber? – el oficial cambia de hoja en su libreta y mira con seriedad al rubio.

– ¿Cómo se entero del ataque a Lando Norris? – el ex piloto mira con aburrimiento al detective.