Before I Go

Don't Give Up On Me.

Nunca en toda su vida, ¿Y en su muerte?, más bien, en toda su existencia, jamás, Jules pensaría que sería tan divertido entrar a lugares prohibidos.

James lo había arrastrado al pentágono, y él hombre había pasado un buen rato mirando los archivos, riendo de vez en cuando por lo que leía.

Niki por otro lado había entrado a la fábrica de Red Bull, Ferrari y Aston Martin maldiciendo cuando descubría que habían resuelto problemas que Mercedes no había podido resolver.

Y finalmente Pedro, que lo había llevado a una isla en la que la entrada estaba prohibida, lo cual al inicio había sido un poco espeluznante.

Pero visitar ese lugar le había hecho llegar a la conclusión de que los animales podían sentir su presencia.

Se pregunto entonces porque los perros y gatos de la manada no lo reconocían.

Solo entonces Niki le respondió.

– Ellos saben cuando se trata de alguien que quiere hacer daño y cuando se trata de alguien bueno, en tu caso, sabían que se trataba de alguien perdido – vaya, Jules esperaba todo, menos esa respuesta.

Supuso que era algo normal, que los animales tuvieran esa clase de intuición, y se pregunto, ¿Por qué su lobo no le había advertido sobre su padre?

– Creo que es más bien porque tu padre te guío para que ignoraras las advertencias de tu lobo, o quizá incluso tu lobo era ciego ante eso, él único que puede averiguarlo eres tú – el francés asintió, de acuerdo y un poco confundido, temeroso de lo que podría encontrar.

Algo que seguramente Niki vio porque le sonrió de manera alentadora.

– ¿A dónde quieres ir ahora? – Jules inclino su cabeza, pensando en ello, sin siquiera avisarle, hizo que aparecieran en medio de la pista de su infancia, dónde aprendió a manejar un kart.

Miro la pista y los carros de los niños que pasaban, luciendo tan felices, algunos de ellos, otros lucían concentrados, y algunos de ellos, aburridos.

Se quedó en silencio durante un par de minutos, tratando de encontrar las palabras que quería decir, que necesitaba decir.

– Cuando tenía 5 años mi padre me trajo aquí, él parecía tan emocionado que yo también lo estaba, mamá le había duplicado que no me trajera, que era demasiado joven, pero algo paso que después no dijo una sola palabra al respecto... viendo hacia atrás, estoy seguro de que la golpeó, y honestamente es algo que todavía me cuesta creer, es decir, él la amaba, los ojos nunca mienten, él la amaba y su amor era tratarla como basura, ¿Por qué aceptaba que eso? – el Omega austriaco inclino su cabeza, como si estuviera tratando de decidir como explicar lo que pensaba.

– A veces... a veces el corazón acepta lo que tiene, es... a veces aceptan menos amor del que merecen porque viene de la persona que pensamos que queremos, que necesitamos – el francés frunció el ceño, descontento con lo que dijo, era verdad, pero eso no quería decir que estuviera contento con escuchar eso.

– Y aún así dejo que mis hermanos y yo pensáramos que era un héroe, ella no dijo nada, sufrió todo en silencio, quizá ella lo había elegido, pero era nuestro derecho saber que era lo que nosotros elegíamos amar... y creo que estoy enojado cok ella por ayudar con la imagen que forme de mi padre, y triste porque merecía algo mucho mejor que todo lo que pasó, pero lo soportó, al final lo soportó, solo por nosotros – Niki lo miro, casi con lástima, lo que odio en seguida.

– Porque a pesar de todo él te amaba, y ella sabía que lo necesitabas de cachorro, dudo que haya pensado que iba a influir tanto en ti, supongo que a veces nos cegamos ante las personas cuando queremos creer que al menos algo está saliendo bien, aún así, creo que tienes que reconocer que... eras un adulto, y no notaste como era tu padre a pesar de tener la evidencia delante de ti, creo que ella no fue la única que se cegó – el Alfa miro a otro lado, sintiendo como las ganas de llorar lo invadía.