Capítulo 4

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Max Verstappen

Minutos antes....

-Infórmame cuando el comprador confirme la compra-
Me reclinó en mi asiento, los dedos se deslizan en mi escritorio. El cargamento de Leclerc llegará a un tiempo que no tenía previsto. Las armas que estoy tratando de vender a los españoles podrían facilitar futuros negocios con el país. Los burdeles que manejo en la ciudad son un ingreso más para incrementar el poder en la familia.

He sido muy meticuloso para forjar alianzas con la mafia rusa y la española. Carlos ha sido una perfecta fuente de comunicación, aunque su sangre sea española rinde fidelidad a la familia Verstappen, encontrarlo en la fosa de peleas clandestinas fue un premio. Quitárselo a Zak Brown fue satisfactorio.

-¿Irás hoy al bar?- Lewis me sirve un vaso de whisky, se sirve uno para el también. No me apetece ir, lo que menos deseo es encontrarme con Kelly y ser acechado por ella. Muevo la cabeza hostigando con solo pensar ene su presencia. Ya me aburrí de ella.

-Si crees que Kelly estará allí déjame decirte que viajo a Brasil esta tarde para el cumpleaños de una amiga- La noticia alegra mi noche.

-Alista mi carro, iré solo esta vez- Lewis se pone de pie.

-Te seguiré detrás- Deja el vaso a un lado y desaparece de oficina. Me reclinó en el asiento un momento, posó la vista en la ficha del omega que jamás creí trabajara para mi.

Sergio Michel Pérez Mendoza, omega de 23 años, tipo de sangre O+, sus estudios culminan hasta la secundaria, vive en un barrio de mala muerte y en el que estoy seguro pasan más cosas malas que buenas. No tiene redes sociales, tiene muchas cartas de recomendación, fue mesero, cajero, trabajo de niñero cuando apenas tenía 18 años. Su foto en la ficha me dan el detalle perfecto que necesito.

Cabello negro, corto con estilo despeinado, su rostro un tanto ovalado con facciones definidas y una nariz recta, ojos marrones con un toque de verde, ligeras pecas esparcidas por su linda piel un tonto bronceada. No tiene alergias. Es un omega muy normal, pero para mí no lo es, sus ojos me muestran algo, algo que estoy seguro voy a averiguar muy pronto porque lo quiero para mi. Me haces querer saber más de ti pecas.

Me levanto del asiento y tomo mi l ascensor hasta llegar al estacionamiento. Lewis me espera a un lado del auto, revisa su tableta, me imagino el terremoto que se esta formando en su cabeza ahora.

-¿Es el?- Sonríe levemente.
-Quién más podría ser- Mueve la cabeza.

-Podrías irte a casa si quisieras- Me acerco al auto y abro la puerta.

- Y dejarte solo una noche en un bar y con una pequeña obsesión con el recepcionista nuevo - Se burla, pero no me gusta lo que dice. No podría negarlo porque es verdad y Lewis me conoce tan bien.

-Que es lo que podría hacer- Subo a mi auto.

- Tal vez colarte en su departamento y asecharlo como un pervertido- Suelto una carcajada de pronto. No lo niego porque podría hacerlo, pero no, no quisiera hacerlo daño a Sergio, tal vez porque podría escapar y no me gustaría.

-Eso no es lo que tengo planeado para el- Suelto de pronto.

-Max- Suelta de pronto más serio. Imagino lo que se viene.

-Nos vemos en el bar- Arrancó dejándolo atrás. Mis pensamientos se inundan de Sergio y sus labios de un color perfecto. Tal vez es verdad lo que dice Lewis, me he obsesionado con él o tal vez es un solo un capricho. A mis 30 años no puedo creer que me esté comiendo la cabeza por un omega que apenas conozco. Mi celular suena, revisando el nombre decido ignorarlo.

Necesitaré expulsar todo lo que siento dentro de una put....

Algo pasa corriendo ¡carajo!. Presionó la bocina e intentó detenerme, pero un golpe seco me detiene de golpe. Veo el cuerpo teniendo en la calle, me apresuro a salir de inmediato ¿Quién es tan loco para lanzarse así a la calle?

KING ||Chestappen||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora