SIEMPRE VIGILADA

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Una tarde, mientras repasaba viejos mensajes entre ella y Alex, algo la detuvo. Había un intercambio de textos que no recordaba bien. En uno de los mensajes, Alex le había escrito simplemente: "Cuidado con lo que ves, no todo es lo que parece". Alma no recordaba haberlo leído en su momento, pero ahora la frase le parecía inquietante. ¿Qué quería decir con eso? ¿Acaso había dejado una advertencia velada sobre su pasado? Y si fuera así, ¿qué intentaba protegerla de verdad?

Finalmente, en la confrontación con Alex, Alma solo logró obtener una parte de la verdad. Él admitió, sin mucho entusiasmo, que sí había tenido algunas disputas con Antonio en el pasado, pero lo minimizó rápidamente, asegurando que todo había quedado en el olvido y que nada de eso tenía importancia. Pero la ambigüedad de su respuesta dejó a Alma más confundida. ¿Por qué ocultaba la magnitud de la relación entre ellos? ¿Por qué se mantenía tan distante cuando el tema de Antonio salía a la luz?

Alma, atrapada entre la necesidad de confiar en Alex y el creciente temor de que algo más siniestro se ocultara, no pudo evitar sentir que las piezas no encajaban. ¿Estaba Alex realmente involucrado en algo turbio? ¿O tal vez todo era una exageración de su propia mente aterrada?

Esa misma noche, Alma recibió un mensaje que la heló. El remitente era desconocido, pero el mensaje era claro: "No todo lo que Alex te cuenta es verdad. Si sigues escarbando, no te gustará lo que encuentres. Cuidado, Alma".

El miedo se apoderó de ella. ¿Quién había enviado ese mensaje? ¿Era alguien del pasado de Alex o simplemente una broma macabra? Alma no sabía si debía investigar más o si eso la pondría en peligro. ¿Y si Alex estuviera en peligro también?

Las preguntas que había comenzado a plantearse hace días ahora parecían no tener fin. El pasado de Alex, su relación con Antonio, los mensajes inquietantes, y las extrañas respuestas que recibía de todos... todo parecía indicar que había algo mucho más oscuro de lo que ella había imaginado. ¿Podría confiar en él? Y si no, ¿qué tan profunda era la mentira que él estaba viviendo?