Un sentimiento extraño la invadió en ese momento. La casa ya no era solo un lugar físico. Se sentía como si el espacio mismo estuviera cambiando, transformándose. Alma miró las paredes, pero lo que vio ya no era la casa de Alex. Las paredes parecían moverse, cambiar de forma. Como si el lugar fuera una extensión de las propias emociones y secretos que se habían revelado allí. Un eco sordo resonaba en su mente, un murmullo lejano que parecía provenir de todas las direcciones. Era el murmullo de algo que estaba allí, esperando...La última revelación de Alex la dejó completamente atónita. Las sombras que se cernían sobre ellos ya no venían solo del pasado de Antonio. También provenían de las oscuras conexiones de Alex, que la envolvían en una telaraña de traición, venganza y un peligro inminente que ni ella ni Iris podrían haber anticipado.
Antes de que Alma pudiera responder, algo más sucedió. Un golpe seco en la puerta la interrumpió. Alma se giró rápidamente hacia la entrada. ¿Era alguien más? ¿Una persona que había estado escuchando todo lo que se decía en la habitación? El golpe resonó como una amenaza. Y en ese instante, Alma comprendió que, ya no solo el pasado, sino el futuro mismo estaba por decidirse.
La revelación de Alex había dejado a Alma en un estado de confusión absoluta, mezclado con una extraña compasión. No podía entender cómo su vida había terminado sumida en secretos tan oscuros y peligrosos. La tensión era palpable, como si el aire mismo estuviera cargado de una electricidad inquietante. Mientras trataba de asimilar la historia, el sonido familiar de su teléfono vibrando la hizo sobresalir. Miró la pantalla con una mezcla de curiosidad y miedo. Un mensaje, desconocido:
"Lo que buscas está en el sótano de Alex."
El escalofrío que recorrió su cuerpo fue inmediato. ¿Cómo podía esa persona saber lo que estaban buscando? Alma no necessitó decir nada; Iris ya estaba mirando el teléfono, la expresión de ambas reflejando el mismo terror creciente. Sin mediar palabra, se volvieron hacia Alex. Él las observaba fijamente, con esa mirada impasible que ahora parecía aún más deshumanizada, como si todo lo que las rodeaba ya no tuviera importancia para él.
—¿Qué es lo que tienes en tu sótano, Alex? —preguntó Alma, intentando mantener la calma, pero la tensión en su voz era inconfundible.
Alex suspiró profundamente, como si lo que fuera a revelar ahora ya no tuviera importancia. Se levantó lentamente de su sillón, sus movimientos deliberadamente lentos, como si quisiera que supieran que estaba en control de la situación. Caminó hacia una puerta oculta en la esquina de la habitación, una puerta que Alma nunca había notado antes. La mano de Alex rozó el pomo con frialdad, como si fuera dueño de todo lo que había detrás de esa puerta. Sin pronunciar palabra, hizo un gesto con la mano, indicándoles que lo siguieran.
Las escaleras hacia el sótano de Alex parecían angostas y empinadas. El aire, viciado y pesado, los golpeó de inmediato al empezar a bajar. La luz en el pasillo era tenue, con luces intermitentes que titilaban como si la casa misma estuviera luchando contra algún tipo de oscuridad que la consumía. El sonido de sus pasos resonaba de manera inquietante, y, a lo lejos, Alma juró escuchar sonidos extraños provenientes de las paredes, como si algo estuviera vivo dentro de ellas.
La claustrofobia se apoderó de Alma e Iris a medida que descendían más y más. El sótano parecía crecer hacia abajo, estrechándose, como si las paredes se cerraran a su alrededor. El aire estaba cargado de una presión palpable, como si la misma oscuridad las estuviera empujando hacia un abismo sin salida. Alma no podía dejar de sentirse observada, como si cada rincón del sótano estuviera lleno de ojos invisibles. El sonido de sus respiraciones se mezclaba con el crujir de la madera de las escaleras y el eco de sus pasos, y la sensación de estar siendo vigiladas era tan fuerte que parecía casi tangible.
Finalmente, llegaron al fondo. Alex empujó una puerta de madera desgastada, revelando una sala iluminada solo por una luz amarillenta que parpadeaba intermitentemente. La vista que se presentó ante ellas las dejó sin aliento. Las paredes del sótano estaban cubiertas de fotos de personas desaparecidas, muchas de ellas desconocidas para Alma. Pero lo que las hizo estremecer fue que algunas de esas fotos parecían haber sido tomadas en secreto, desde posiciones ocultas, como si alguien las hubiera espiado. Alma no pudo evitar notar que las fechas en los papeles también indicaban que Alex había estado vigilando a Antonio mucho antes de lo que él les había contado. La percepción de manipulación se volvía más fuerte con cada minuto que pasaban allí.
Iris se acercó a una mesa cubierta de papeles, algunos dispersos y otros cuidadosamente ordenados. Alma, mientras tanto, examinaba los documentos amarillentos que estaban sobre un escritorio. Había algo inquietante en esos papeles, algo que no lograba entender del todo. Entre las fotos y documentos, Alma encontró pequeños recortes de papel, notas escritas a mano, algunas con tinta borrosa, otras con letras apretadas. Lo que le llamó la atención fue un mensaje en particular: "Hazlo, o todo se derrumbará".Era un mensaje simple, pero cargado de intimidación, como si quien lo hubiera escrito estuviera manipulando a las personas para que actuaran en contra de su voluntad. Alma sintió que el horror crecía dentro de ella. ¿Estaba Alex utilizando algún tipo de control mental sobre las personas? ¿Había manipulado a Antonio, a esas otras personas que aparecían en las fotos?
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SIEMPRE VIGILADA
Mystery / ThrillerAlma, una joven atrapada en una red de secretos y sombras. Tras la misteriosa desaparición de su amigo Antonio, la vida de Alma se convierte en una serie de eventos desconcertantes y aterradores. Mientras explora el misterio que rodea a Antonio y lo...