La Casa de las Historias de Terror.

Capitulo 26 Godhat: El Destructor de Luz

Godhat: El Destructor de Luz

Apariencia:
Godhat es una figura alta, envuelta en una aura de luz intensa y cegadora. Su cuerpo parece brillar como el sol, pero su rostro tiene una expresión que transmite frialdad y maldad pura, con ojos que irradian un destello blanco que parece penetrar hasta el alma. Lleva una armadura pulida de un tono plateado con detalles dorados, que refleja la luz en todas direcciones, haciendo que sea casi imposible mirarlo directamente sin sentirse intimidado. En lugar de irradiar calidez, la luz de Godhat tiene un aura hostil que se siente fría, como una luz artificial y opresiva. En su espalda, una capa de energía luminosa se extiende y ondula, dándole una apariencia majestuosa y amenazante.

Poderes y habilidades:
Godhat utiliza la luz no como un símbolo de bondad, sino como una herramienta de tortura y manipulación. Aunque se le perciba como luminoso, su verdadero poder radica en distorsionar la percepción de sus víctimas mediante la sobrecarga sensorial. Donde el Hadgot invade con sombras y oscuridad, Godhat penetra las mentes con una luz cegadora, confundiendo y alterando la realidad de sus víctimas. Aquellos expuestos a su presencia pueden experimentar una sensación de estar "desnudos" ante él, sus pensamientos y miedos expuestos y amplificados en su mente.

Al igual que el Hadgot, Godhat disfruta causando desesperación, pero su método es diferente: altera la percepción de sus víctimas para que sientan que están siendo observadas y juzgadas. Tiene el poder de controlar cualquier fuente de luz, encendiéndolas o apagándolas a su antojo, y puede proyectar ilusiones de figuras luminosas, como si los propios espíritus de luz los estuvieran acusando.

Transformación - La Luz Maldita:
Cuando Godhat se transforma en La Luz Maldita, su poder se eleva a un nivel aterrador. Su aura se intensifica, y la luz que emana se vuelve tan densa y penetrante que oscurece todo a su alrededor, creando una especie de vacío blanco en el cual él es el único punto visible. En esta forma, puede lanzar poderosos rayos de luz que no solo hieren físicamente, sino que también alteran la mente, causando visiones y alucinaciones de pesadilla.

Además, obtiene la habilidad de absorber la luz de su entorno, dejando las áreas a su alrededor en una oscuridad absoluta y fría, como si hubiera absorbido toda la energía vital de la zona. Esta capacidad de controlar la luz y la oscuridad simultáneamente lo hace impredecible. También se vuelve inmune a todo tipo de magia y hechizos, protegiéndose de ataques mágicos con una barrera de luz impenetrable.

Habilidades en batalla:
La Luz Maldita le otorga una combinación única de habilidades: lanza rayos de luz que causan quemaduras, ceguera temporal y desorientación, y es capaz de proyectar luces tan intensas que pueden destrozar las mentes de sus enemigos, induciendo un estado de pánico incontrolable. Para los que sobreviven, sus mentes quedan "marcadas" con una huella de luz en su psique, que les provoca recuerdos continuos y traumas relacionados con su encuentro con él.

Finalmente, Godhat se sirve de su capacidad para controlar la luz y la oscuridad a voluntad, creando ilusiones que juegan con la percepción de sus oponentes, haciéndoles ver lo que él quiere.

Hace mucho tiempo, en una realidad lejana de nuestra comprensión, existía un ser de conocimiento y poder ilimitado llamado Godhat, conocido también como "La Luz Maldita." En su origen, Godhat fue creado como una entidad destinada a iluminar y guiar a las almas perdidas, un faro en el vasto y oscuro océano de la realidad. Su propósito era traer sabiduría y paz a quienes lo buscaran, una fuerza de luz que supuestamente estaba destinada a salvar.

Sin embargo, algo ocurrió durante su creación. Los seres que lo forjaron en esa distante realidad no previeron las consecuencias de otorgarle un poder tan grande sin limitar su juicio. La luz que emanaba no era una luz cálida y reconfortante; era una luz fría y aterradora, que juzgaba sin piedad. Su poder le otorgaba una claridad tan extrema que no solo veía la verdad en todo lo que tocaba, sino también las sombras y los defectos de cada ser. Y así, en lugar de ayudar, Godhat comenzó a obsesionarse con purificar a aquellos a los que consideraba indignos de su luz.

Para Godhat, los errores y las fallas humanas eran imperfecciones intolerables, y empezó a actuar como un juez despiadado. Poco a poco, su luz dejó de ser una guía y se convirtió en una prisión para aquellos a quienes alcanzaba. Su "juicio de luz" no daba lugar a redención o arrepentimiento. Si alguien era atrapado en su camino, Godhat absorbía la esencia misma de esa persona, "purificándola" al reducir su existencia a un mero punto de luz, atrapado para siempre en su interior.

Con el tiempo, Godhat desarrolló una segunda forma, conocida como La Luz Maldita. En este estado, su verdadero poder y crueldad se desataban por completo. Como La Luz Maldita, su luz se volvía tan intensa que creaba una oscuridad aún más aterradora, un vacío blanco que consumía todo. Aquellos atrapados en su presencia eran sometidos a visiones y alucinaciones provocadas por una luz tan densa que se volvía tangible, penetrando sus mentes y mostrándoles los horrores de sus propios miedos y fallas.

Se decía que en esta forma, Godhat podía manipular la luz y la oscuridad de manera tan extrema que jugaba con las percepciones de sus víctimas. Sus rayos de luz se convertían en cuchillas mentales que rasgaban sus pensamientos, desorientándolos, cegándolos y dejándolos atrapados en un ciclo de terror. No había piedad en sus juicios, y la única certeza era que aquellos que encontraban a Godhat en su forma de Luz Maldita jamás regresaban.

Se cuenta que aquellos antiguos seres que lo crearon buscaron deshacerse de él, incapaces de soportar las consecuencias de su creación. Intentaron encerrarlo en un reino de pura luz, lejos de cualquier ser viviente. Pero Godhat, conocedor de todos los secretos de la luz y la oscuridad, encontró una manera de escapar, viajando entre dimensiones, en busca de almas que estuvieran lo suficientemente ciegas como para pensar que su luz les salvaría.

Los rumores de su presencia se extienden a través de diferentes realidades, donde se le conoce como el "Destructor de Luz." Su llegada es siempre precedida por un cambio en las luces: en cualquier lugar que visita, las luces empiezan a parpadear, y el aire se vuelve frío, aunque intensamente luminoso. Para muchos, este es el único aviso que tendrán antes de que él aparezca, y para entonces, ya es demasiado tarde.

El Último Juicio

A diferencia de otras entidades de luz, Godhat no da segundas oportunidades. Su único objetivo es iluminar todo a su paso, pero con un juicio tan implacable que incluso las almas más puras temen ser alcanzadas. Nadie sabe cuál es su verdadera meta, y pocos sobreviven para contar su historia. Los que sí lo hacen, describen un horror tan aterrador que nunca pueden encontrar paz.

Godhat sigue deambulando, con una misión que él mismo ha tergiversado en su frialdad infinita: encontrar y juzgar a todas las almas hasta que quede solo pureza en el universo, sin importar el costo. Para él, la luz no es salvación; es una sentencia. Y en su camino de luz maldita, no queda nada excepto una fría y aterradora claridad.