Over and over ...(cryle )

[B] capitulo 36

—¡Kyle...!—El silencio, tan suave, era una sensación que jamás había logrado detenerla. Sin embargo, las miradas de los demás acababan de corromper su débil mente.

Una mentira se había esparcido por todo el mundo, dañando aún más a Kyle, quien sentía un rechazo tan profundo que solo podía calmarse distrayéndose con algo.

Todo esto le resultaba nuevo: la sensación de querer correr, de esfumarse, al menos, lejos de allí. Debería levantarse, aunque sus piernas comenzaran a fallarle.

Su nombre fue pronunciado varias veces, recordándole dónde se encontraba. Aun así, no podía salir de aquel oscuro lugar en su mente, intentando escapar de esas garras que lo torturaban con el más mínimo paso que daba, tratando de alcanzar algo que, tristemente, no lograba conseguir.

Aquellas manos que salían del suelo eran demasiadas para el joven, lo que no impidió que cayera. El golpe fue muy fuerte, pero no pudo sentir dolor. Rápidamente golpeó aquellas manos del suelo; sin embargo, salían más de lo que imaginaba, lo que le impedía levantarse.

—¡Kyle!—  el sonido de esa voz resplandeció su mirada, creyendo dar con una salida, su voz se escuchaba tan lejano, pero poco a poco iba zumbando en sus oidos con más fuerza.

Con el mismo impacto, dejó de sentir ese apretado latido. Todo su cuerpo, que estaba repleto de brazos agarrándolo con fuerza, había desaparecido. Se levantó con miedo, angustiado por todo lo que estaba sucediendo.
El lugar estaba tan vacío que deseaba caminar un poco más hacia donde esa dulce voz aullaba con firmeza su nombre.

'Ahí un océano tan oscuro"

'Debajo de las olas'

Sus recuerdos comenzaron a escucharse. La suavidad de ese sonido era tan espesa que podía sentirlo. Para desgracia suya, su cuerpo impedía que caminara; se había quedado en un estado estupefacto. Continuar ahora era difícil. Sentía una angustia y desesperación que no podía manejar el pelirrojo.

Una y otra vez, esas voces terminaban de carcomer su nombre, su presencia y su sonido. Era tan molesta... Sin embargo, podía escuchar algo que llamaba la atención, un susurro más bajo que los que había escuchado. Era muy difícil saber por qué estaba allí, por qué echaba todas esas cosas. Simplemente, estaba en otra parte.

'Donde observas'

'Mientras estos sueños flotan suavemente lejos '

El tiempo no se detenía; todo lo que había sucedido apenas un momento antes comenzaba a desvanecerse, siendo poco a poco devorado por el pasado. La angustia de los presentes era palpable e inevitable. Muchos de los estudiantes discutían entre sí, tratando de escuchar a través de la puerta, mientras que otros intentaban espiar por las ventanas de la enfermería, sin éxito alguno. Estaban tan altas que ni siquiera una silla podía ayudar.

—¡Kyle cálmate! —gritó uno de los docentes, tratando de tranquilizar al joven muchacho.

—¡Profesor, sosténgalo! —habló la enfermera, mientras buscaba algo con qué amarrarlo con fuerza.

Aquel joven estaba muy alterado; sus brazos se movían bruscamente, tratando de zafarse del profesor.

—¡Rápido, está muy mal, por favor! —exclamó el docente.

—¡Mierda! —susurró, antes de comenzar a buscar una de las tantas inyecciones que tenía sin permiso. Sin embargo, añadió: —No tengo olanzapina.