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Sábado

El día no podía estar más aburrido que nunca, pues carecía de imaginación y energía, deceaba entretenerse con algo o alguien para ya no sentir este estrés.

Su primera opción fue Kyle, quien nunca negaba sus dichosas salidas a estas horas de la noche, ambos hacían pláticas largas y después descansar hasta el día siguiente, o coger y después dormir. Dos cosas al mismo tiempo.

Sin embargo había hecho a un lado a su pareja desde un par de días, dejó de responderle las llamadas pues ahora parecían ser muy aburridas, en su cabeza pensaba que ya no tenían cosas por contar. Tweek había cambiado mucho después de que ya no estaban saliendo, no ahí dudas que también Craig cambio, sin embargo cambiaron para que su relación se destruyera poco a poco.

Tweek no parecía importarle cómo se sentía su novio.

Y Craig dejó de intentar que todo fuera como antes.

Simplemente estos estaban en una relación por culpa de la sociedad.

Al final ambos estaban dejando de sentir amor.

Ahora solo el sentimiento es un recuerdo bonito.

Sin embargo,sus padres siempre preguntaban del porque no trae a su hermoso novio a casa, pues escaseaba la aura de ese rubio que con tanto cariño lo invitaban a comer.

Era irritante tener que escuchar a diario a sus padres sobre Tweek, así que.

¿Por qué no traer a Tweek?

—¿Mamá?— se escuchó el chillido de ambos padres asustados, estaban viendo la hermosa película de Titanic, adoraban reanimar el momento de la muerte más épica.

—Oh, dime Craig ¿A dónde vas tan arreglado?— dijo su madre.

—Voy a tener una cita con el amor de mi vida— tanto como su madre y su padre regresaron a mirarse, sus expresiones fueron tan animadas y brillantes en ese momento.

—¿A estás horas?— pregunto su padre.

—Sip, a estás horas sale de la cafetería— con precaución llegó a la puerta de su casa, dejandose manejar por su mente.

—Entonces ve con cuidado—

—Esta bien madre— sus piernas dejaron de moverse al intentar salir de su casa, algo tenía que faltar —Papá—

—Dime hijo—

—¿Me prestas tu auto?— su pregunta era muy puntual, deceaba el auto con todo lo que podía, lo deceaba si o si —Quiero llevar a Tweek a pasear—

—¡Oh! Claro hijo, de paso agarras 100 dolare y le compras algo bonito— ambos padres sonrieron para Criag.

—Gracias— era siempre la misma rutina, hablaba de él y le entregaban dinero más lo que pedía, algo muy bueno la verdad.

Este agarró las llaves del auto junto con el dinero que su padre le había dado, después de esto salió de su casa y se dirigió a la cafetería de Tweek. Hace un par de rato que no se veían y deceaba volver a entablar una conversación más detallada de sus vidas.

Over and over  ...(cryle )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora