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El Final De Todo.

Sarah no tenía tiempo para dudar o pensar. Cuando escuchó el ruido de los pasos acercándose rápidamente, se dió cuenta de que su oportunidad para escapar se le iba. Antes de que pudiera saltar por la ventana, una mano la sujetó del brazo con fuerza, tirándola hacia atrás.

-¿¡A donde vas, perra!?-gritó Martín, con la voz llena de ira.

La empujó hacia el pasillo, y sin darle tiempo para reaccionar, le tomó del pelo, arrancándola violentamente del baño. El dolor en su cuero cabelludo la hizo soltar un grito, pero no se rindió. Se retorció, intentando zafarse, pero la fuerza de Martín era demasiada.

-¡Cierra la puta boca! -rugió, arrastrándola por el pasillo.

El miedo se hizo más fuerte en el pecho de Sarah. Intentó luchar, golpeando a Martin con las manos y intentando patearlo, pero Martín la empujó hacia la sala, donde Luther yacía en el suelo, con la sangre empapando su ropa y su rostro dormido y algo hinchado.

-Mira lo que le hiciste a mi amigo, sabes que todo esto es tu culpa ¿Verdad? -dijo Martín con desprecio

Sarah sintió un nudo en la garganta al ver a Luther, respirando con dificultad, con su rostro hinchado y ensangrentado. El miedo la congeló.
Martín levantó la mano como si fuera a golpearla, y fue entonces cuando el terror se apoderó de ella.

-¡Vas a pagar por todo! -exclamó Martín, levantando la navaja.

Sarah intentó retroceder, pero la presión de la mano de Martín sobre su cabello la mantenía atrapada. Desesperada, cerró los ojos y preparó su mente para lo peor, cuando de repente, un estruendoso sonido rompió el aire: un disparo que golpeó el brazo de Martin.

-¡¿Qué diablos?! -gritó Martín, girándose hacia la dirección del disparo.

Antes de que pudiera reaccionar, otro disparo siguió al primero. Y luego otro.

Cuando se volteó, solo pudo ver a Michael, el cual estaba perturbado y algo asustado, sus manos temblorosas al apretar el gatillo. El primer tiro alcanzó el brazo de Martín, el segundo rozó su pierna, y el tercero le dio en el pecho, tirándolo al suelo de inmediato.

-Michael, agh-.. ¿Que coño haces?.. -Se quejó Martin mientras se retorcía por los impactos.

Con un último esfuerzo, Michael disparó nuevamente, esta vez directamente a la cabeza de Martín, que se congeló, ya sin vida.
Apesar de que Martín estaba más que muerto, Michael descargó toda su rabia, siguió disparando hasta que el cartucho se desgastó, mientras que Sarah gateaba con algunas heridas hacia un Luther golpeado, herido de gravedad y maltratado.

Corrió hacia Luther sin perder tanto tiempo.

-¡Luther, por favor, aguanta! -lloró mientras se arrodillada junto a él, su voz entrecortada por el llanto-. No te vayas por favor.. no..

El chico respiraba con dificultad, su cuerpo estaba temblando por la pérdida de sangre. Sarah lo miró y apretó su mano en su pecho sin importarle llenarse de sangre.

De repente sonó el sonido de las sirenas, Sarah se alivió. La policía ya estaba llegando. Ella levantó la vista al estar agradecida pero también llena de dolor.
No sabría si Luther lo lograría.

En cuestión de minutos llegaron policías y paramédicos, entre gritos y golpes derribaron la puerta mientras Sarah alzaba la mano para indicar que ella era la que debían auxiliar, los paramédicos se acercaron ante una Sarah que lloraba con Luther en el suelo y inmediatamente los atendieron a ambos.
Estaba tan rota que ni siquiera pudo dar su nombre cuando un oficial le preguntó, cuando volteó para pedir ayuda para Michael se dió cuenta de que el chico se había ido, había escapado al momento de la muerte de Martin.