"Brillas más que cualquiera."
(...)
Una estudiante menor de Hufflepuff salió del despacho de Umbridge, su mano estaba tallada debido a la pluma de sangre.
Jacob, quién había estado mirando desde una distancia media, se acercó a la estudiante. -¿Que te hizo esa bruja, Celeste? -preguntó, tomando su mano para mirar lo tallado. "Sangre sucia."
Se le revolvió el estomago al ver como una niña era lastimada de esa manera, ella no decía nada, solo lloraba por el dolor físico y psicológico que Umbridge provocó en ella.
-Ven, ven conmigo...
Jacob la llevó a una sala de pociones, él era muy bueno haciendo pociones de curación, apenas la terminó, vertió el líquido sobre la herida de la niña.
-¿Te sientes mejor?
-Si... -dijo temblorosa.
-¿Que fue lo que te dijo? -preguntó Jacob, guardando los ingredientes en su lugar.
Celeste iba a contestar cuando de pronto llegó Ginny, buscando a Jacob. -Jake, que bueno que estás aquí...
Ginny se detuvo al ver a Celeste sentada con los ojos enrojecidos y las manos temblorosas. Sus ojos se fijaron en la mano aún marcada de la pequeña, y su expresión se endureció.
-¿Qué pasó? -preguntó Ginny con voz seria, avanzando hasta donde estaba Jacob.
-Umbridge... -dijo Jacob con los dientes apretados-. La hizo usar una de esas malditas plumas de sangre. La obligó a escribir "Sangre sucia" una y otra vez.
Ginny se arrodilló junto a Celeste, con el rostro lleno de preocupación. -¿Cómo estás? -preguntó suavemente, tomando la otra mano de la niña.
Celeste no pudo responder; sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente. Ginny la abrazó con cuidado, tratando de consolarla.
-Esto es... inaceptable -dijo Ginny, su voz temblando de ira contenida-. Jacob, no podemos dejar que siga haciendo esto.
Jacob miró a Ginny. -Solo podemos esperar a estar listos... -miró a Celeste. -Veo que ya ha cicatrizado, estoy seguro de que mañana la marca desaparecerá. Puedes irte, si pasa algo, ve con algunos del ejército de Dumbledore o ve a verme, ¿si?
-¿Cómo sabré que son del ejército? -preguntó Celeste parándose de dónde estaba sentada.
Jacob esbozó una leve sonrisa para tranquilizar a Celeste. -Todos llevamos algo especial -dijo mientras sacaba una pequeña moneda de oro de su bolsillo-. Mira esto. Es una moneda encantada. Cuando necesites ayuda, búscanos, y si alguien te muestra una de estas, sabrás que puedes confiar en él.
Celeste tomó la moneda con cuidado, sus dedos temblorosos rozando el metal. -¿De verdad estarás ahí si pasa algo?
-Siempre -respondió Jacob con firmeza. Ginny asintió, apoyando su mano en el hombro de la niña.
-No estás sola en esto, Celeste. Todos nosotros estamos luchando contra Umbridge y lo que representa. Tienes un grupo que te respalda.
Celeste parecía un poco más tranquila mientras guardaba la moneda en el bolsillo de su túnica. -Gracias... gracias a los dos.
-Ahora ve a descansar -dijo Ginny con suavidad, guiándola hacia la puerta-. Y recuerda, eres valiente por soportar todo esto. No dejes que te hagan creer lo contrario.
Cuando Celeste salió de la sala, Ginny cerró la puerta y se giró hacia Jacob. -Por más duro que seas tienes una bondad que envidio. -sonrió Ginny. -Supongo que...tu especialidad es ser alguien fuerte y valiente cuando se lo necesita, y dispuesto a ayudar con tal de hacer lo correcto.
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Destinos Entrelazados
FanfictionTras la resurrección de Lord Voldemort y la muerte de Cedric, cada quien del trio dorado regresan a sus hogares. Sin embargo, Hermione comete un pecado, en lo que busca la ayuda de Harry. (Los personajes e historia le pertenecen a J.K.Rowling)