—¡Levántate Potter!
Harry despertó de golpe, en lo que parecía ser la oficina de Snape.
—¿Profesor Snape?, ¿que hago aquí? —preguntó confuso
—Dumbledore me pidió que te entrenará, dime, ¿te sientes diferente? —preguntó con frialdad.
—Un poco, espere...¿usted causó ese sueño?
Snape lo miró en silencio por un momento, su expresión impenetrable como siempre, antes de responder:
—Sí, Potter. Ese sueño no fue una coincidencia. Fue necesario... para prepararte —dijo, con la misma frialdad de siempre, pero había una leve tensión en su tono.
Harry se levantó lentamente, todavía sintiendo el peso de lo que había experimentado en ese extraño sueño. Las imágenes de Luna, su madre, y aquella oscura figura de Snape se mezclaban en su mente, haciéndolo sentir aún más desorientado.
—¿Prepararme? —repitió Harry, entrecerrando los ojos—. ¿Para qué? ¿Qué está pasando?
Snape suspiró, su mirada se oscureció, pero se obligó a mantener el control.
—Lo que viste, Potter, no fue solo un sueño. Fueron recuerdos... fragmentos de lo que necesitas recordar para enfrentar lo que viene. Dumbledore cree que necesitas estar listo, y eso significa que debes saber la verdad.
Harry frunció el ceño, su corazón comenzó a latir más rápido.
—¿La verdad? ¿Qué verdad?
Snape lo observó en silencio durante unos segundos más, como si estuviera luchando consigo mismo sobre si debía seguir adelante o no. Pero, finalmente, habló.
—Es hora de que sepas quién eres realmente, y por qué has sido entrenado para este momento... Hay cosas que Dumbledore no te ha dicho —hizo una pausa—. Y tampoco tu madre.
Harry sintió un nudo en el estómago.
—¿Mi madre? ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?
Snape se acercó lentamente a Harry, su rostro tenso, pero sin la habitual hostilidad que mostraba hacia él. Se detuvo a solo unos pasos de distancia.
—Tu madre, Potter... —dijo en un tono bajo, casi doloroso—. Lily, no solo te amaba. Ella te protegió, de muchas maneras, y es por eso que sigues vivo hoy. Pero... hay algo más.
Harry sintió que el aire se le escapaba. Las palabras de Snape colgaban en el aire, pesadas, como si estuvieran a punto de desmoronar todo lo que Harry pensaba que sabía sobre su vida.
—Yo... soy tu padre, Potter —soltó Snape, con voz baja pero firme, como si cada palabra fuera una sentencia.
El mundo de Harry pareció detenerse en ese momento. Su mente no podía procesar lo que acababa de escuchar. Todo lo que había creído saber se había hecho añicos en un solo instante.
—¿Qué...? —balbuceó, incapaz de encontrar las palabras adecuadas—. No... no es posible. Usted... no puede ser mi padre.
Snape asintió lentamente, con una mirada fría pero llena de una extraña intensidad.
—Sé que es difícil de creer. Y no esperaba que lo aceptaras fácilmente. Pero es la verdad. Lily y yo... compartimos un pasado que ni siquiera Dumbledore te ha contado. Y ahora, todo lo que hemos hecho es para protegerte... incluso si eso significa que me odies para siempre.
Harry se tambaleó hacia atrás, sus pensamientos completamente desordenados.
—No... —dijo en voz baja—. Esto no puede ser verdad. James... él era mi padre. No usted.
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Destinos Entrelazados
FanficTras la resurrección de Lord Voldemort y la muerte de Cedric, cada quien del trio dorado regresan a sus hogares. Sin embargo, Hermione comete un pecado, en lo que busca la ayuda de Harry. (Los personajes e historia le pertenecen a J.K.Rowling)